¿Los vascos ya no quieren la independencia? Hablemos

Subtítulo de portada en El País: “Sólo el 13% de los encuestados [en el País Vasco] piden la independencia”. Es un clamor que parece atrevido, teniendo en cuenta que EH Bildu puede ganar las elecciones, con el PNV como segunda fuerza. He ido a consultar el último Sociómetro que elabora el gobierno vasco y me encuentro una cifra muy distinta: el 23%. O sea, casi el doble en una encuesta que apenas es de febrero. Y eso que esa encuesta oficial me parece engañosa. Cuando se pide por la independencia, hay tres opciones: “De acuerdo”, “En contra” y “Estaría o no de acuerdo según las circunstancias”. Claro, esta tercera opción se acaba asimilando al no porque es fácil pensar "si un 23% está a favor de la independencia, el 77% restante debe estar en contra". Pero resulta que quienes no la quieren sólo son el 38%, porque un 33% se acogen al “depende”. Si los eliminamos de la ecuación y calculamos los porcentajes no sobre 100, sino sobre el 61% que se moja por un sí o no –descartamos también el 6% de no sabe, no contesta–, entonces el apoyo a la independencia es del 38%. O sea, que ya estamos en el triple de lo que dice El País y ya hace bastante más portilla a según qué estamentos.

Un 38% es una minoría, pero no una opción residual. Un tópico catalán, de esos que el gran Xavi Noriguis podría poner en sus montajes de citas inventadas atribuidas a Morgan Freeman, es “Los vascos ya no quieren la independencia porque, de facto, ya la tienen”. Pero, pese al cliché, la encuesta de la Lehendakaritza bajo gobierno del PNV y el PSE infrarepresenta el independentismo por la vía metodológica. Algo similar puede haber ocurrido con El País, donde la opción de “Más autonomía” sube al 37,5%. Temo que sea una opción demasiado genérica: ¿cuanta más autonomía puede tener el País Vasco, sin llegar a la independencia?