Más de 400 l/m² en dos meses: el retorno de la lluvia hace revivir los embalses

Las cabeceras de los principales ríos han recibido mucha agua, pero todavía hace falta mucha más

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Imagen reciente del río Freser a su paso por Campdevànol (Ripollès).

BarcelonaDesde que se abrió el grifo de las lluvias a principios de marzo, los diversos episodios de precipitaciones en Catalunya han ido sumando litros, especialmente en las cabeceras de los principales ríos pirenaicos, a menudo en forma de nieve. Tras tocar fondo con sólo un 14,41% de las reservas en los pantanos de las cuencas internas –la cifra más baja desde que se tienen datos– y con la declaración por parte del Gobierno de la fase de emergencia por sequía, hace semanas que los embalses no han hecho más que subir. Ahora mismo las reservas se encuentran ya en el 25,09%, y el sistema Ter-Llobregat ha superado el 26%.

Según datos de las estaciones oficiales del Meteocat recopiladas por el ARA, las lluvias han llegado a acumular en poco más de dos meses más de 400 l/m² en algunas de las cabeceras de las cuencas internas (en el Pirineo oriental), que abastecen a la gran mayoría de la población catalana. Por ejemplo, destacan los 412 l/m² caídos desde marzo en Núria, en el Ripollès, junto al nacimiento del río Freser, que es un afluente del Ter. También se han acumulado en estos dos meses cerca de 400 l/m² en Ulldeter (2.410 m), en el Ripollès, la zona del nacimiento del río Ter. Agua a raudales que ha ido a parar al pantano de Sau, que se ha disparado especialmente en los últimos días unos quince puntos. Actualmente está casi a 18% de su capacidad.

Imagen reciente de la mejora del pantano de Sau.

En cuanto a las fuentes del Llobregat, zona de nacimiento de este río ubicada en el municipio de Castellar de n'Hug, en el Berguedà, se han acumulado cerca de 250 l/m² en dos meses. Sin embargo, en zonas cercanas donde nacen afluentes ha llovido aún más. Unas precipitaciones que se han notado con la repentina subida del pantano de la Baells, en Cercs, que es lo que más ha crecido: ha pasado del 19,2% de principios de marzo al 40% actual.

Por su parte, el río Cardener ha recibido casi 330 l/m² en sólo dos meses en la zona del nacimiento, cogiendo de referencia el Port del Comte (2.290 m), en el Solsonès. Y si nos fijamos en el río Muga, a pesar de no tener referencias a la zona del nacimiento, sí tenemos de la zona del pantano de Darnius-Boadella, donde desde marzo han caído 250 l/m². En la cabecera aún ha llovido más. Todo ello se ha notado en un claro aumento de los pantanos de estos dos ríos, con el de Darnius-Boadella rozando el 17%, el de la Llosa del Cavall cerca del 25% y el de Sant Ponç rozando el 33%.

Imagen del río Ter a su paso por Ripoll después de las lluvias abundantes.

Las excepciones

En cambio, los ríos de las cuencas internas del sur del país han recibido bastante menos agua desde marzo, sólo entre 100 y 130 l/m². Esto se ha notado en los pantanos, ya que el sistema Siurana-Riudecanyes, Priorat y Baix Camp, sigue bajo mínimos: están por debajo del 3%. Por el contrario, el pequeño embalse de Foix se mantiene por encima del 64%.

Donde más ha llovido es en el Pirineo occidental. Destacan, por ejemplo, los más de 700 l/m² acumulados en los últimos dos meses en Espot (2.519 m) o los cerca de 530 de Saloria (2.451 m), en el Pallars Sobirà. Sin embargo, toda esta agua ha ido directamente hacia los ríos catalanes de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), donde los pantanos se encuentran por encima del 55%.

Falta más agua

A pesar de esta gran subida de los embalses que ha implicado que el martes se levantara la emergencia por sequía, los datos siguen siendo muy bajos. Se necesitan nuevos temporales de lluvias, al menos un par o tres más como el de finales de abril para revertir con más fuerza esta situación. Es un buen momento, ya que el territorio está empapado y será más fácil que la lluvia que caiga a partir de ahora llegue con más facilidad a los ríos y rieras.

En este sentido, los ríos mantienen la entrada de agua en los embalses gracias al deshielo de la gran cantidad de nieve acumulada últimamente en las cimas del Pirineo. Pero el paro de las lluvias ya se nota con la ralentización del ascenso de las reservas. Hace falta más agua. Las previsiones indican que la próxima semana tendremos nuevos tonajes de chubascos y tormentas, sobre todo en el Pirineo y el Prepirineo. Será una nueva ocasión para seguir impulsando los pantanos hacia arriba.

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