La gran sequía

Las reservas en los embalses viven el mejor momento en dos años y medio

Las últimas precipitaciones han beneficiado especialmente a las principales cabeceras de las cuencas internas

Salto del Cabrito cargado de agua este domingo en L'Esquirol, Osona.
10/03/2025
4 min

BarcelonaLas abundantes lluvias de los últimos días han disparado los embalses de las cuencas internas hasta cifras que hacía tiempo que no se veían. Ahora mismo superan ya el 40%, con cerca de 275 hectómetros cúbicos (hm3), los mejores datos desde agosto de 2022. Teniendo en cuenta que el viernes -antes de la mayor tongada de lluvias- todavía estaban por debajo del 32%, se trata del ascenso más repentino desde el temporal Gloria de enero de 2020. O lo que es lo mismo: en pocas horas hemos ganado cerca de tres meses de reservas adicionales. El hecho de que el conjunto de los embalses superen el 40% abre la puerta a que muchos municipios puedan salir de la fase de alerta por sequía.

Estat dels embassaments de les conques internes

Destaca especialmente la subida de pantanos como el de Sau, que ha pasado del 7% a más del 23%, o sobre todo el de Darnius-Boadella, que ha visto cómo las reservas subían en pocas horas del 17% a más del 31%. El gran ascenso de este embalse ampurdanés hace pensar que la situación podría mejorar pronto para los municipios del Alt Empordà que todavía están en fase de emergencia por sequía.

Pantano de Sau y Pantano de Boadella - 10 de marzo de 2025

Los dos mayores embalses de las cuencas internas también presentan buenas cifras: la Baells ya roza el 67%, mientras que Susqueda está al 42%, de momento con un crecimiento contenido porque toda el agua del río Ter lo está recaudando Sau. La Llosa del Cavall está al 38% y Sant Ponç al 58%, mientras que el pequeño pantano de Foix está totalmente lleno. Los dos principales embalses del sur del país –los más perjudicados por la sequía– también mejoran, pero de forma más discreta: Riudecanyes supera ya el 25% y Siurana el 10%. Teniendo en cuenta de dónde venimos, son datos muy positivos.

El levante de los últimos días y el frente de lluvias generales y abundantes asociado a la borrasca Jana que nos cruzó el fin de semana han provocado un importante aumento de los caudales de los principales ríos del país, lo que ha dejado imágenes que hacía mucho que no se veían. Las precipitaciones más abundantes se han concentrado especialmente donde más falta hacía, en las principales cabeceras de las cuencas internas, donde se han superado en algunos casos los 150 o 200 l/m² en todo el episodio. Agua a raudales muy beneficiosa que seguirá llegando a lo largo de las próximas horas y días hacia los embalses, manteniendo así este ascenso progresivo. Un importante cambio de tendencia después de un invierno seco por lo general que había acumulado una bajada de las reservas de cerca de cuatro puntos desde finales de otoño.

Imagen del río Ter a su paso por Manlleu, en Osona.

Cabe destacar que en las cotas altas del Pirineo todas estas precipitaciones han sido en forma de nieve, con grosores que en algunos casos superan el medio metro de nieve nueva. Destacan los cerca de 70 centímetros caídos en el nacimiento del río Ter, concretamente en Ulldeter, ubicado en la cota 2.400 del Ripollès. Por tanto, de cara al deshielo todo esto será más agua hacia los embalses, lo que hace pensar que la subida de las reservas será bastante continuada a lo largo de la primavera.

Una buena estocada en la sequía

Las lluvias caídas en estos primeros días de marzo y la gran cantidad de nieve que hay en el Pirineo dejan un panorama impensable hace un año, cuando los embalses alcanzaron el mínimo de esta histórica sequía (14,41%). Por tanto, poco falta para triplicar aquel fatídico dato. Las lluvias por fin empezaron a llegar la pasada primavera, y ahora las previsiones meteorológicas apuntan a que la primavera meteorológica de este año –que comprende los meses de marzo, abril y mayo– será lluviosa.

Por tanto, la espectacular subida de las reservas de las últimas horas ha sido una buena estocada a la histórica sequía que arrastramos desde hace más de tres años. Si las previsiones a largo plazo se cumplen, estamos ante una gran oportunidad para empezar a ver la luz al final del túnel. Por el momento, esta semana se mantendrá la inestabilidad, con nuevos chubascos irregulares.

A diferencia de hace un año, ahora el terreno lo tenemos muy mojado, y esto hace que toda la lluvia que caiga no sea absorbida rápidamente por la vegetación y llegue más directamente a los ríos que nutren los embalses. Poco a poco también se irán llenando los acuíferos, que estaban especialmente secos. Cabe decir que no todo el país está en la misma situación, ya que hay zonas –especialmente del sur– que continúan con el terreno bastante seco y con un déficit hídrico todavía muy marcado. Por tanto, seguimos necesitando más agua, y de forma general.

El otro extremo lo encontramos en los embalses catalanes de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), que están al 70%. Unas muy buenas cifras que se explican por el hecho de que en el Pirineo de Lleida y Huesca las precipitaciones han sido más abundantes y frecuentes desde hace más de un año. Por ejemplo, el gran embalse de Rialb está lleno como hacía tiempo que no se veía, lo que garantizará la campaña de riego del canal de Urgell.

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