El análisis de Antoni Bassas: 'Comunes y bien común'

Los comunes han creído que con el suyo no alguien acabaría cediendo. Ada Colau el año pasado sí apoyó los presupuestos de la Generalitat (con el Hard Rock) porque Esquerra se abstuvo en los presupuestos de los comunes en el Ayuntamiento de Barcelona. Los comunes parecen mirar por un interés más particular que común

13/03/2024
3 min

En el momento en que les hablo, el Parlamento debate los presupuestos que ha presentado el Govern de Esquerra y que sólo tienen el apoyo del PSC. A esa hora, no se sabe qué votarán los comunes.

Hay dos líneas, como decía Acebes: que los comunes mantengan el no porque no quieren el Hard Rock, pese a las ofertas de última hora que les ha hecho Esquerra, o que al final se abstengan para permitir el debate de las cuentas y la aprobación en pocas semanas.

Por mucho que querer el Hard Rock es tan legítimo como no quererlo, hacer depender el voto de los presupuestos de un proyecto concreto no se aguanta. Ya no se sostiene que el PSC lo ponga como condición. ¿Qué hace el PSC defendiendo un casino? Pues buscando inversiones de puestos de trabajo para Tarragona, es decir, votos y ofreciéndose a los poderes fácticos como factor creíble de seguridad para los negocios. ¿Y qué hacen los comunes oponiéndose? Sobreactuar. Ideológicamente es normal que no quieran el proyecto, pero que hagan fracasar unas cuentas con mucho más gasto social por el Hard Rock es desproporcionado. Y aquí habrá algo más, como los equilibrios entre PSC-PSOE, comunes-Sumar y Esquerra en los tres gobiernos inestables de Barcelona, ​​Catalunya y España. Los comunes están pidiendo algo y han creído que con su no en las cuentas de la Generalitat alguien acabaría cediendo. Hay que seguir esta pista que nos lleva a los intereses de Ada Colau, que el año pasado sí apoyó los presupuestos de la Generalitat (con el Hard Rock) porque Esquerra se abstuvo en los presupuestos de los comunes en el Ayuntamiento de Barcelona. Los comunes parecen mirar por un interés más particular que común.

Pero ahora, atención: en los comportamientos parlamentarios habituales, cuando un gobierno no puede aprobar los presupuestos, debe plegar. Debe dimitir y debe convocar elecciones. Aragonés podría gobernar el año que le queda con presupuestos prorrogados, pero su gestión será la de un gobierno sin apoyo para aprobar algo importante. Se verán las costuras a sus 33 diputados. En todo caso, éste será el debate después de la votación si sale que no.

Mientras tanto...

Sorpresa: “Sánchez aleja la financiación singular de Cataluña”. Lo dijo ayer en Esquerra en el Senado y lo ha dicho hoy en Esquerra en el Congreso. Que, si acaso, el pacto con Cataluña será dentro del régimen común, con todo el mundo. Recuerden lo que les dije un día: en España es más fácil aprobar una amnistía para Puigdemont que realizar un pacto fiscal con Catalunya.

Y, hablando del Congreso, no se lo pierdan. El PSOE está tan tocado por el caso Koldo que ha sacado al narco. Sánchez en Feijóo a las nueve de la mañana: “Hablamos de usted y de mí. Ponemos un ejercicio en marcha. Imaginemos que soy un alto cargo de la Xunta de Galicia. Imagínese que durante cinco años comparto mesa, hotel y vacaciones con un capo del narcotráfico. Viajo a Canarias, a Ibiza, a Portugal e incluso a Andorra, donde supuestamente este narcotraficante blanqueó 21 millones de francos franceses. Usted me pediría la dimisión, como es lógico. Pero no lo hace porque fue usted quien desarrolló esta amistad con un capo del narcotráfico en Galicia. Y esa es la gran diferencia entre usted y yo. Y usted, con este historial, ha podido escalar hasta lo más alto de su partido político; en mi partido, no habría llegado ni a concejal de pueblo”.

A ver cómo acaba esto de los presupuestos.

Buenos días.

stats