El análisis de Antoni Bassas: 'Romper piernas y romper un proyecto'

Esquerra ha crecido extraordinariamente estos años, llegando a tener la presidencia de la Generalitat. Alguien pensó que había que pisar fuerte, desacomplejadamente, ante Convergència o Junts y ante el PSC. Y desacomplejadamente quería decir romper piernas, llegado el caso. Y se empieza rompiendo piernas y acaba por romper el partido.

En la víspera de la fiesta nacional empezamos subrayando dos noticias que nos tocan más del borde de lo que no parece:

Si se quitan un billete del bolsillo (en el supuesto de que todavía vayan con billetes) probablemente llevará la firma de este señor, Mario Draghi, expresidente del BCE. Ayer presentó un plan para que la UE pueda aguantar el tirón de China y Estados Unidos: un plan Marshall, una inversión multimillonaria para mejorar la productividad europea sin tocar el modelo social europeo. ¿Y todo esto quién lo paga?, que pediría Pla. Pues una nueva emisión de deuda pública con cargo a los Estados miembros. Es difícil que este proyecto salga adelante, y quizá sea una propuesta de máximos para que quede algo, pero aquí tienen un concepto que ha venido para quedarse: “decadencia europea”.

Y mientras tanto,Alemania pone controles en todas sus fronteras (hace frontera con 9 estados) para "reducir la migración irregular". A Alemania se le agolpan los mismos problemas que aquí y que están haciendo crecer la extrema derecha, con la diferencia de que si la que deja de creer en los valores de la UE es Alemania, en el resto de la UE ya nos podemos ir calzando .

Y Izquierda. Desde que el ARA reveló que los carteles contra los hermanos Maragall les había hecho la estructura "B" del partido, Esquerra no ha parado de caer por la pendiente. Ayer por la mañana, Catalunya Ràdio publicó un mensaje demoledor para Marta Rovira (“quizás arranquemos unos votos de solidaridad”) y por la tarde, la secretaria general del partido se volvió con una carta abierta en la que daba a entender que el autor de la filtración era alguien que estaba ayudando la campaña de Oriol Junqueras cuando, de hecho, “desde la presidencia del partido (Junqueras) se consideraba que éramos blandos y mucha gente nos pedía que nos defendiéramos más: “Somos demasiado blandos, también debemos romper piernas”). Y añadía Rovira que ella también tiene “capturas, comentarios privados y conversaciones” y que no las va abombando.

Que Junqueras y Rovira no se avenían no era un secreto. Y lo que en tiempos se conoció como “el tándem” (él era el ideólogo y ella la gestora eficaz) ha terminado por romperse por el eje. La distancia impuesta por la cárcel, el exilio, la personalidad críptica, escurridiza de Junqueras, ha acabado con ese liderazgo dual.

Esto sería ocurrido (y de hecho, Marta Rovira plegará después del Congreso) si no fuera que Junqueras opta a la reelección a la presidencia del partido. Es a los militantes de Esquerra a los que corresponde decidir si este congreso es o no la ocasión de oro de caer y limpio, y que Junqueras y Rovira sean sustituidos por personas que no tengan nada, o mucho que ver con ninguno de los dos . Difícil, porque han mandado desde el 2011 y los cuadros del futuro se han realizado bajo su sombra. Pero entre la estructura B y ese destripamiento público, la continuidad no parece la mejor opción. Esquerra ha crecido extraordinariamente estos años, llegando a tener la presidencia de la Generalitat. Alguien pensó que había que pisar fuerte, desacomplejadamente, ante Convergència o Junts y ante el PSC. Y desacomplejadamente quería decir romper piernas, llegado el caso. Se comienza rompiendo piernas y se acaba por romper el partido.

Buenos días.

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