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António Guterres: "No podemos salvar un planeta en llamas con una manga de gasolina"

El secretario general de la ONU inaugura la COP28 con una advertencia a los directivos del sector del gas y el petróleo: "Vuestra carretera es vieja"

Los líderes políticos presentes en la cumbre del cambio climático de la ONU, la COP28 de Dubai, en la sesión inaugural.
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Barcelona"No podemos salvar a un planeta en llamas con una manga de combustibles fósiles". Así de contundente ha sido el secretario general de la ONU, António Guterres, este viernes, cuando ha querido enviar "un mensaje a los líderes de las compañías de combustibles fósiles: su carretera antigua se ha hecho vieja, no apueste por un modelo de negocio obsoleto y lidera la transición hacia las renovables".

En la inauguración política de la cumbre de la ONU contra el cambio climático, la COP28 de Dubai, Guterres ha sido claro sobre qué se consideraría un "éxito de la reunión": entre otras cosas, si el acuerdo final compromete a todos los gobiernos a "dejar de quemar todos los combustibles fósiles". "No reducir, no disminuir: eliminar paulatinamente" ("not reduce, not abate, phase out"), ha remarcado, aludiendo al lenguaje que busca rebajar los objetivos climáticos en los acuerdos de la cumbre. Así pues, su mensaje iba dirigido también al propio presidente de la cumbre, Sultan Ahmed al Jaber, que es el consejero delegado de la petrolera estatal de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y que ha abogado públicamente por seguir quemando combustibles fósiles.- _BK_COD_ Guterres ha dejado claro que para poder considerar la COP28 un éxito es necesario que "el balance global" que se hará del Acuerdo de París (global stocktake, o GST) incluya medidas en tres áreas: primero, "el recorte drástico de emisiones" en los planes estatales que todos los 197 gobiernos presentes deben renovar ante la ONU, conocidos como NDC (contribuciones determinadas nacionalmente); segundo, acordar este objetivo común para "eliminar paulatinamente todos los combustibles fósiles", y tercero, "comprometerse a un aumento en la financiación para los países pobres".

Tras la apertura formal de ayer ha llegado el turno de los discursos políticos de inauguración de la cumbre. Sin el presidente de Estados Unidos ni el de China, los líderes de los dos países que más CO₂ emiten, el invitado estrella ha sido el rey de Inglaterra, Carlos III, que ha participado en la apertura de los discursos políticos, justo después de Guterras. También lo ha hecho el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. Finalmente, el papa Francisco no ha podido intervenir, como estaba previsto, porque la gripe no le ha permitido viajar a Dubai. no nos preguntarán qué dijimos: estarán viviendo las consecuencias de lo que hicimos o de lo que no hicimos". Lula, por su parte, ha centrado el discurso en las "desigualdades" e "injusticias climáticas" que también es necesario afrontar en las medidas que se decidan en Dubai. "El 1% de población más rica del mundo emite el mismo carbono que el 66% de la población", los más pobres, recordó. Pero el crítico discurso de Lula en Dubai coincidía este viernes con un anuncio del todo sorprendente de su mismo gobierno: Brasil se unirá al grupo de países productores de petróleo (OPEP) a partir de enero y, además, no limitará su producción como el resto de miembros. Como hacen India y otras potencias emergentes, Brasil no quiere renunciar al crecimiento económico que le ofrecen sus recursos y pide a los países ricos que asuman ellos el grueso del recorte de emisiones, como principales responsables del CO₂ que ya es a la atmósfera.

Los Emiratos anuncian un nuevo fondo para soluciones climáticas

Guterres ha felicitado a los Emiratos Árabes Unidos, anfitriones del encuentro, por haber logrado un acuerdo en el primer día de cumbre, ayer jueves, para crear finalmente el fondo de ayuda a los países pobres para las catástrofes climáticas, conocido como el fondo de pérdidas y daños. Este viernes un representante de los Emiratos ha anunciado, además, que su país creará otro fondo específico de 30.000 millones de dólares "para soluciones climáticas globales".

Los jefes de estado y de gobierno de los países que participan en la cumbre han ido pasando este viernes, uno tras otro, por la tribuna de oradores. Entre los primeros estaban Narendra Modi, el primer ministro de la India, un país que también es clave en la lucha climática. No sólo ya es el país más poblado del mundo, sino que también se sitúa como tercer estado que más CO₂ emite y sigue su andadura de desarrollo con una economía todavía muy dependiente del carbón. En una línea similar a la de Lula, Modi se ha erigido en portavoz del llamado Sur Global y ha centrado su discurso en la injusticia que supone que los países que hoy están en proceso de desarrollo no puedan hacerlo con las mismas herramientas (los combustibles fósiles) que utilizaron durante más de un siglo los países que hoy son ricos. "Durante el siglo pasado, una pequeña porción de la humanidad ha explotado la naturaleza indiscriminadamente. Sin embargo, la humanidad entera está pagando su precio, sobre todo la gente que vive en el Sur Global"; ha dicho.

Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha pedido a los estados del mundo que se sumen a la iniciativa de "poner precio al carbono" como ha hecho la Unión Europea con los productos que entran en su territorio desde terceros países. "Todos lo sabemos: si queremos mantener el calentamiento global por debajo del punto de inflexión de 1,5 ºC, debemos reducir las emisiones globales. Y hay una forma de hacerlo, al tiempo que se fomenta la innovación y el crecimiento: poner precio al carbono", ha dicho. Pero la tasa europea ha generado precisamente polémica en la COP28: India introdujo en el último momento un punto en la agenda de la cumbre para debatir el tema, indignada por este impuesto al carbono que la UE sólo aplica a los productos que le llegan de fuera, pero no a los que se producen en la UE.

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