Bomba de relojería hipotecaria en Reino Unido
El Banco de Inglaterra sube los tipos por 13ª vez consecutiva y pone a millones de propietarios bajo una presión enorme
LondresReino Unido está instalado sobre una bomba de relojería hipotecaria y sobre una espiral inflacionista sin freno. Por 13.ª vez consecutiva, un muy cuestionado Banco de Inglaterra (BoE) ha subido este jueves los tipos de interés medio punto básico, situándolos en el 5%.
En diciembre de 2021 estaban en el 0,1%. El nuevo aumento es el primero de esta magnitud en el presente ciclo alcista. Además, la previsión de muchos economistas es que a finales de este 2023 los tipos se sitúen en torno al 6%, hecho que castigará todavía más, con una más grave asfixia, muchos propietarios a la hora de hacer frente al pago de las cuotas de los préstamos variables. El mismo BoE prevé que el 6% previsto se mantenga hasta el mayo del próximo año.
En relación con los bajos niveles de 2021, en una hipoteca típica de entre 230.000 y 290.000 euros a 25 años, el coste de las cuotas se ha subido en torno a 540 euros en los últimos 15 meses. Y puede continuar creciendo hasta el diciembre entre 35 y 53 euros mensuales, de acuerdo con las previsiones.
De forma inmediata se verán afectadas 800.000 personas, que tienen que renegociar los términos del préstamo antes del 31 de diciembre. Para el resto de propietarios –en Reino Unido se calcula que hay unos catorce millones de hipotecas activas– el sufrimiento llegará cuando se actualice la cuota.
Habitualmente, aquellos que deciden protegerse en el momento de firmar una hipoteca lo hacen a interés fijo, acogiéndose a ofertas introductorias de dos, tres o cinco años, que al final o bien se quedan en el mercado flotante o bien vuelven a renegociar el préstamo. En este caso, pueden aceptar, una vez más, una oferta inicial. Desde ahora y hasta las próximas elecciones generales, que se celebrarán, en principio, en diciembre de 2024, no menos de entre 1,4 millones y 3,5 millones de personas se verán obligados a dar el paso, momento en el que experimentarán un brutal aumento de los recibos mensuales. Es un escenario que tiene al gobierno muy preocupado, porque ve cómo el laborismo le saca una ventaja en las encuestas de entre 12 y 18 puntos.
Uno de los problemas de la decisión adoptada por el Banco de Inglaterra es que el mercado hipotecario ha cambiado mucho en Reino Unido en los últimos 20 años, con la proliferación de operaciones a tipo fijo. Así, hay un impacto menos directo entre el aumento de los tipos y el impacto que notan los bolsillos de los propietarios.
El precio de los alimentos sube el 18% interanual
Con un índice de precios en el consumo que tanto en abril como en mayo se ha situado en el 8,7% interanual, cuatro veces más por encima del objetivo del regulador, la combinación de los dos factores es que los hogares tendrán menos capacidad para consumir. Si, además, se tiene en cuenta que la inflación interanual de los alimentos y de las bebidas no alcohólicas sigue disparada –18,4% en mayo y 19,1% en abril–, el estrangulamiento se acentúa.
El Instituto de Estudios Fiscales, prestigioso think tank económico británico, ha identificado que será la población hipotecada entre los 20 y los 49 años la que más recibirá, especialmente en el sur del país y en Londres, donde el precio de las casas es mucho más alto. El único respiro lo da el precio de la energía, que ha bajado ligeramente en relación con lo que se esperaba a principios de año, pero que sigue alrededor del 35% más caro en relación con el coste del 2021.
Es por esta razón que el concepto de bomba de relojería hipotecaria empieza a cobrar relevancia en el Reino Unido. Thomas Wernhan, del mencionado Instituto de Estudios Fiscales, lo ha expresado en los siguientes términos: "Para muchos, el aumento de las cuotas mensuales será un choque grave. De media, equivaldrá a ver como su renta disponible disminuye alrededor del 8,3%; este aumento no podría llegar en peor momento".
Críticas a la institución
Al Banco de Inglaterra se lo ha acusado en los últimos meses, ya desde finales del 2021, de ser muy tímido a la hora de subir los tipos cuando empezaban a superarse los efectos paralizantes de la pandemia sobre la economía.
Ahora, algunas voces de economistas muy conocidos en Reino Unido, como la del profesor Richard Murphy, un habitual de la BBC y las redes, atacan a la institución por una actuación que puede llevar al Reino Unido a la recesión. "[La decisión de subir los tipos] hundirá a millones de hogares y llevará la economía a la recesión. Además, creará todavía más inflación. Lo primero que haría es dejar de hacer una cosa que claramente no funciona, que es aumentar los tipos de interés. No funciona. No ha funcionado y no funcionará. Porque lo que tenemos es una espiral [inflacionaria] del precio de los intereses, no una espiral derivada de los salarios altos".
Hay otros factores que podrían explicar el fracaso del Banco de Inglaterra en el control de la inflación, más alta en Reino Unido que en Estados Unidos o en la eurozona. Uno de ellos es el mercado laboral, afectado por una escasez en determinados sectores clave, a causa del covid y el Brexit, que aparece siempre como trasfondo de la problemática situación de la economía de las islas. En este sentido, Philip Hammond, el exministro de Economía de Theresa May entre 2016 y 2019, ha pedido una relajación de las medidas migratorias para permitir la llegada de más mano de obra al país. La suya, pero, es una petición inútil: la inmigración es un tema tóxico en la política británica.
El resultado de todo es que, por primera vez desde 1997, cuando Gordon Brown, ministro de Economía de Tony Blair, cedió el control sobre los tipos al Banco de Inglaterra, la institución y su gobernador, Andrew Bailey, están en el centro de la diana.