¿Por qué la Catalunya Nord (también) es un feudo de la extrema derecha?

PerpiñánLos resultados de la primera vuelta de las elecciones legislativas francesas volvieron a dar una clara victoria en la extrema derecha de Reagrupament Nacional (RN) en la Catalunya Nord, al igual que hace dos años. Pero en esta ocasión con un porcentaje de diez puntos más –o más– en cada una de las cuatro circunscripciones electorales. Anaïs Sabatini, con casi el 55% de los sufragios, es ya diputada electa en la Asamblea Nacional. Para analizar qué ha pasado, el ARA ha hablado con seis expertos de la Catalunya Nord de diferentes ámbitos.

“Los resultados no han sido ninguna sorpresa”, dice Pablo Bonat, profesor de secundaria y miembro del Casal de Perpiñán. “Hace tiempo que se veía que podía ocurrir. En las últimas legislativas RN ganó en las cuatro circunscripciones y esta vez tengo pocas dudas de que sea de otra forma. Desgraciadamente”, opina Hervé Pi, coordinador de la territorial norcatalana del ANC.

"No me esperaba una victoria tan abrumadora", admite Pere Manzanares, concejal en el Ayuntamiento de Elna por una coalición progresista. La propietaria de la Llibreria Catalana, Joana Serra, se pronuncia en la misma línea: “Ya nos imaginábamos unos malos resultados, pero quizás no tanto. Era muy difícil con tan poco tiempo prever cómo irían las cosas”. “La extrema derecha sigue creciendo cada vez más y parece algo imparable. Tenemos bastante asumido que puede ganarlo todo a escala local y la única incógnita es saber cuántos votantes más ganará. Tristemente, esa es la situación”, opina Gautier Sabrià, sociólogo perpiñán especializado en la extrema derecha en la Catalunya Nord.

Los territorios olvidados

Las causas de este arraigo y crecimiento del voto hacia la extrema derecha en la Catalunya Nord son diversas. “Creo que ha salido un voto contra las élites, basta con ver los resultados en París, donde RN ha quedado en tercera posición. Es un voto de las periferias, de los territorios olvidados”, dice Bonat. “Creo que hay cierta revancha, entre comillas, de gente que se ha empobrecido en los últimos 40 años. En París no tienen tantos problemas porque hay más poder adquisitivo y eso es lo que ve la gente por las televisiones, que todas están en París. Hay que tener en cuenta que en Francia no hay televisiones locales, como tiene en el sur. Aquí no hay una televisión de Ceret o una televisión de Canet, por tanto, todo lo que se recibe viene de París”, dice Esteve Vaills, periodista y jefe de gabinete del diputado macronista Romain Grau hasta mediados del 2022, cuando perdió el escaño. “En la Catalunya Nord estamos a mil kilómetros de París, muy lejos del centro de poder, y estamos muy descuidados. Somos uno de los departamentos más pobres del estado, si no el que más. Donde la gente tiene más dinero no vota tanto a la extrema derecha como allá donde hay más pobreza”, señala Pi.

El voto protesta

"Mucho voto de RN proviene de ciudades donde no hay tren, sin grandes centros universitarios… Estas zonas más olvidadas hacen este voto de protesta", dice Bonat. "Macron ha hecho una jugada de póquer que nadie esperaba y no le ha salido bien porque no debió pensar que la izquierda llegara a unirse", opina Serra. “Este mandato de Macron está marcado por un desprecio bastante importante en muchos elementos de la escena nacional. El decreto 49.3 para aprobar por decreto determinadas reformas polémicas, que se ha aplicado unas cinco o seis veces, un récord en esta Quinta República, ha generado un nivel de impopularidad muy elevado de Macron y del macronismo en general. Piense que todo esto ha sido un trampolín para la extrema derecha”, añade Bonat. "Además del desgaste del macronismo, el de la política clásica, el malestar social y la exacerbación de problemáticas, que, por una parte son reales y por otra son fantasmadas, también han contribuido", en opinión de Manzanares.

La inmigración

"Esta es la primera vez que en la primera vuelta ya salen elegidos candidatos de la extrema derecha", apunta Sabrià. “Han votado a RN porque cuando acuden a los colegios electorales ven a tantas mujeres con pañuelo en la cabeza que se puede entender que, parte de la gente, no se encuentre en su casa. Muchos han votado en contra de la inmigración visible porque antes no se veía tanto, no hacía tanto alarde -opina Vaills-. A mí me da igual, pero si nos ponemos en el lugar de la gente, en vez de hacer análisis orientados a nivel ideológico, si hay tanta gente que vota a RN es porque la Francia Insumisa (FI) dice a la población de origen inmigrante que vaya a votar porque «si no votáis vosotros, ganará RN». La población de origen musulmán hace 30 años no votaba y ahora muchos van a votar por la Francia Insumisa”.

La ola mundial de ultraderecha

“La inmigración, la guerra de Ucrania, el posible envío de tropas francesas, que no está a la orden del día pero se ha utilizado. También la situación internacional y la ola de ultraderecha, que no sólo sopla en Europa -como en Italia o en la Europa del Este-, sino también en América del Sur. Y también parece que Trump está a las puertas del poder de nuevo. Todo esto crea un estado mental y una dinámica que va a favor de RN”, opina Manzanares. “Otro de los motivos para votar a RN es azaroso: «Lo hemos probado todo, estos todavía no, por tanto, los probamos». Para estos votantes es un ensayo, y si no va bien piensan que se pueden deshacer muy fácilmente, sin pensar en todo lo que pueden perder mientras tanto”, señala Pi.

“Diría que una de las causas de todo ello es la decadencia de las potencias -los antiguos imperios reducidos a estado nación- que se sienten amenazadas en un contexto de economía que sufre las consecuencias del cambio climático y que se recluyen en ellas mismas”, añade Bonat.

El papel de Perpiñán

Actualmente, en la Catalunya Nord RN sólo gobierna en Perpiñán. El alcalde es Louis Aliot desde 2020. “Si vives en Perpiñán hace muchos años que no has visto ninguna elección que no tenga una victoria de la extrema derecha a escala local, sean las europeas, sean las presidenciales. Aunque en las últimas presidenciales, sí Macron sacó algo de mejores resultados que Le Pen“, señala Sabrià. “Aliot no lo ha hecho mejor que los demás, no sé si lo ha hecho peor, pero no hay mucha diferencia. Por tanto, todo el discurso que se dice de la extrema derecha fascista y todo esto, sí hace algunas cosas así, pero también va con mucho cuidado, porque sabe que Perpiñán es una ciudad test y no pueden hacer todo lo que quieren ”, dice Pi. “En el sur la imagen de extrema derecha en el poder es el franquismo. Y hay gente que quiere hacer creer que Aliot es [Francisco] Franco en Perpiñán. De ninguna forma, es un alcalde centrista, no es ni de extrema derecha. O sea, no hay ningún punto de comparación entre el franquismo y RN, nada tiene que ver”, opina Vaills.

"En Perpiñán la extrema derecha subió menos que la media departamental, y las izquierdas, con esta coalición del Nuevo Frente Popular (NFP), crecen un poco más, y eso es interesante en clave municipalista", dice Sabrià.

La catalanidad

“Sé que hay gente que vota a RN porque son catalanes. El hecho de ser catalanes les provoca votar a RN. Ya sé que no encaja con una mentalidad del sur, pero esto es muy inconsciente, de hecho. Hay gente que podríamos decir que se han oído, entre comillas, invadidos por los franceses del norte. Pero en la Catalunya Nord la gente está contenta de ser francesa, no nos confundamos”, apunta Vaills. “Es interesante ver que en la campaña de las últimas municipales, Aliot hizo algo de exaltación de la catalanidad. Pero una vez elegido, cambió su discurso de forma hábil. En ningún momento se opone a la identidad catalana, sino que más bien intenta modificarla. En cuanto al léxico, no habla nunca del catalán ni de Catalunya, sino que habla del rosellonés y del Rosellón”, añade Sabrià.

“RN se sirve de la identidad local de la Catalunya Nord porque ellos siempre intentan desconectar la catalanidad de la ciudad y del norte de todo lo que hay al otro lado de la Albera. Aliot reivindica el Rosellón histórico. Ahora está organizando el hermanamiento con Palma y hace un uso de este pasado glorioso, de cuando Perpiñán era la capital continental del reino de Mallorca -dice Bonat-. Utiliza este relato porque esta época le va muy bien, ya que no vincula esa catalanidad del norte a la realidad que existe en la Catalunya Sud. Es como una especie de blaverismo, reivindicar esa identidad propia”, dice Bonat. "Fue algo sorprendente, que es casi de Països Catalans, hermanar a Perpiñán con Palma y Valencia, y lo justifica porque tenemos un vínculo histórico con estos territorios y compartimos una misma cultura", dice Sabrià. “Cuando decidió sacar el adjetivo de la Catalana en Perpiñán y cambiarlo por la Radiante lo argumentó diciendo que Girona o Barcelona no se hacen decir la Catalana o París la Francesa porque ya se sabe que lo son”, dice Bonat. "Tiene ese discurso que no lo puedes atacar del todo, un discurso para no parecer anticatalán a pesar de que en la práctica saca cosas del catalán y de la catalanidad", añade Sabrià.

El próximo domingo habrá la segunda vuelta de estas legislativas. "Están creciendo dos frentes: el de la extrema derecha y el del Nuevo Frente Popular de las izquierdas. Creo que Francia se encuentra en una especie de callejón sin salida", concluye Vaills.