Crisis climática

¿Qué es la célula de Hadley y qué tiene que ver con la grave sequía actual?

La disminución de la tramontana también es uno de los factores que explica la falta de lluvias en el este de Cataluña

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BarcelonaLa sequía actual es la más grave que ha experimentado Cataluña desde que se tienen datos, es decir, como mínimo desde 1916. La precipitación es una variable muy irregular en nuestro país, lo que a diferencia de lo que ocurre con la temperatura , complica identificar tendencias, pero la situación de los últimos 3 años escapa de cualquier casualidad.

En 2021 el histórico Observatorio Fabra del Tibidabo registró 328 l/m², el dato de lluvia más bajo desde que se inauguró el observatorio en 1914. En 2022 el récord se sobreescribió y sólo llovieron 308 l/m². Este año a 21 de noviembre han caído 305, ya estas alturas hace pensar en nuevas lluvias como mínimo hasta principios de diciembre. Tres años seguidos tan extremadamente secos no pueden ser una casualidad. de calentamiento global proyectado por la segunda parte del siglo que por principios de los años 20. Las proyecciones climáticas auguraban alrededor de un 20% menos de lluvia a finales de siglo, pero en los últimos tres años en Cataluña ha llovido en alrededor de un 30% menos de lo que suele hacerlo.

La aceleración del cambio climático está clara en Cataluña y también lo es a escala global, donde desde el mes de mayo la temperatura de los océanos está saliendo de madre. Esta semana, la anomalía diaria de la temperatura del planeta ha superado por primera vez los dos grados, el umbral que los países firmantes del Acuerdo de París se comprometieron a no superar.

Una de las personas que más entiende. en Cataluña en sequías es el Técnico de Investigación y Modelización del Meteocat, Vicent Altava, que expone dos grandes motivos que pueden ayudar a entender por qué la sequía actual es la más grave que hemos vivido.

El primero es un aspecto de circulación atmosférica general , que afecta a todas las zonas que comparten una latitud similar a la nuestra. El clima del planeta se rige, en gran parte, por varias celdas de circulación atmosférica, una de las cuales es la célula de Hadley, una corriente de vientos que es ascendente en las zonas ecuatoriales y descendente en las zonas subtropicales. Esto explica, en buena parte, que los climas ecuatoriales sean lluviosos, ya que las corrientes ascendentes favorecen la formación de nubes y la precipitación, y que, en cambio, en zonas subtropicales haya desiertos como el Sáhara.

Cataluña está en una zona de transición, como están todos los climas mediterráneos. En verano notamos los efectos de esta celda y el tiempo suele ser más seco, mientras que en invierno tendemos a recibir la influencia de latitudes medias. El calentamiento global está estirando hacia el norte la célula de Hadley, lo que hace que los días de anticiclón estén aumentando y, en cambio, disminuyan los días de ciclogénesis mediterránea. Esto lo ha podido constatar el Servicio Meteorológico de Catalunya, que fija en la década de los 80 como el pistoletazo de salida de esta tendencia. Las proyecciones de cambio climático auguran que la célula de Hadley se seguirá expandiendo hacia el norte.

A escala más local hay otro aspecto que está ayudando a disminuir la lluvia, sobre todo en las zonas de Cataluña donde tradicionalmente llovía más. Según Vicent Altava hay que fijarse en que Cataluña se encuentra entre dos grandes valles de ríos: el Ebro y el Roina. En situaciones de viento de norte y noroeste, el viento se cuela por estos dos valles y cuando llega a mar se produce un reflujo que aporta humedad y condiciones favorables a la lluvia en el este de Cataluña. La situación de este mismo lunes es un ejemplo de ello.

Ocurre que las situaciones de norte están menguando drásticamente. Los datos en esta materia del observador de L'Escala, Sergi Corral, son claros. En 2020 sólo hubo 50 días de tramontana en L'Escala, mínimo desde 2004. En 2021 se llegó a 64, pero el año pasado se volvió a batir el récord: sólo 41 días, y este año apenas s llega a los 40. La tramontana actual ha roto una secuencia de más de 80 días sin viento de norte, una racha inédita en la Costa Brava con datos desde la década de los 80.

Es casi imposible saber qué parte de la sequía actual puede deberse a estos dos aspectos, pero si hay menos tramontana, esto afectará a la precipitación sobre todo en las cuencas internas de Cataluña, las más afectadas actualmente por la falta de precipitación.- _BK_COD_ Cada vez más frecuentes

¿Debemos esperar a que esta sequía ya sea permanente? Probablemente no, Vicent Altava es del parecer que volveremos a ver los embalses llenos. Seguramente en la ausencia de temporales de lluvia de los últimos tres años también existe un componente de mala suerte, pero la dinámica actual de aceleración del calentamiento global hace pensar que el número de meses que pasaremos en situación de sequía irá claramente en aumento durante las próximas décadas.

Muchas zonas con clima Mediterráneo que tenían una grave sequía, se han recuperado recientemente: ha pasado por ejemplo en la cuenca del río Po (Italia), también en una extensa zona entre Turquía e Irak con la que compartimos latitud, y un caso más extraordinario es el de California, donde la tortilla giró completamente el año pasado. Como dice Vicent Altava una sequía no deja de ser un accidente estadístico, pero hay motivos de sobra para pensar que la situación de los últimos tres años no es casualidad.

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