"Si los ciudadanos no somos coherentes en Navidad, será una catástrofe"

Los expertos opinan que las nuevas medidas del Govern se quedan cortas

Pau Esparch
3 min
Parades a la Gran Via de Barcelona, una de les fires de Nadal

BarcelonaCuando se pregunta por las nuevas restricciones que ha anunciado el Govern para esta Navidad en Catalunya, la respuesta coincidente de los expertos es que se quedan cortas para combatir el coronavirus. Sea porque las medidas dan demasiado margen para celebrar las fiestas y mantener la actividad social o por la falta de un plan para luchar contra la pandemia, la valoración es preocupante y contiene una advertencia: todavía tiene que pasar el invierno y el virus continuará propagándose a pesar la vacunación que empezará pronto. "Con un poco de suerte será la única Navidad diferente, pero que lo sea", pide el jefe de enfermedades infecciosas del Hospital de Sant Pau, Joaquín López-Contreras. El doctor hace un llamamiento a la población a aplicar un "autoconfinamiento " ante unas restricciones que pueden resultar contradictorias.

López-Contreras lo ejemplifica con el toque de queda, que se ha ampliado en Nochevieja y Nochebuena hasta la una de la madrugada y la noche de Reyes hasta las 23 h. "Alargarlo es problemático", asegura el doctor, que cree que se da el mensaje de una situación grave mientras se crean excepciones para los días de fiesta: "Si los ciudadanos no somos coherentes, será una catástrofe". Piensa que las necesidades económicas han influenciado en las medidas del Govern, que solo funcionarán si la población es responsable. "O lo hacemos nosotros o nos estrellaremos", alerta López-Contreras, que habla de una "tormenta perfecta" con el frío del invierno y la época de más socialización. El doctor rechaza que haya suficiente con celebrar las fiestas abriendo ventanas y con los abrigos puestos, y recuerda que el coronavirus no es sólo de gente mayor porque a los hospitales llegan jóvenes que acaban con secuelas.

De hecho, López-Contreras pronostica que si el 28 de diciembre, cuando se revisará la eficacia de las restricciones, se toma la decisión de endurecerlas, significará que el virus se ha descontrolado más y que la presión en los hospitales durará meses: "No me lo quiero ni imaginar". El jefe del servicio de enfermedades infecciosas del Hospital del Vall d'Hebrón, Benito Almirante, considera que no se tendrían que permitir los encuentros con más de una burbuja familiar y lamenta que se puedan hacer con núcleos diferentes en días consecutivos. "Es muy preocupante que no se hayan tocado las reuniones de Navidad -advierte el doctor-. La perspectiva es que estaremos peor. Ojalá me equivoque". Por eso, Almirante critica que el Govern planificara una desescalada demasiado acelerada y que ahora no haya adoptado unas medidas "más enérgicas". También cree que las restricciones tendrían que ser para seis u ocho semanas, como en otros países de Europa.

El equilibrio "se está agrietando"

Almirante entiende que Catalunya no pueda asumir el coste de subvencionar a los ámbitos afectados por la pandemia, pero añade: "Nosotros somos sanitarios, no economistas". En este sentido, el presidente del Colegio de Médicos de Barcelona, Jaume Padrós, admite que la Generalitat habría tenido que limitar la movilidad y la interacción social al máximo a pesar de que critica que el gobierno español no haya facilitado ninguna partida presupuestaria para compensar a los sectores que habría que cerrar. Padrós reclama urgentemente en el Estado que mueva ficha para endurecer las medidas, ante un equilibrio entre la salud y la economía que "se está agrietando". El doctor dice que "es obvio" que se ha entrado en una tercera oleada del coronavirus, en un momento "muy delicado" y con los sanitarios agotados, que dependerá de Navidad: "Está condicionada al factor individual. No hay que hacer trampas".

Al margen de las restricciones, el investigador de la Universidad Rovira i Virgili Àlex Arenas avisa que también hace falta una estrategia contra el virus. "Echo de menos una propuesta de tests masivos en los centros comerciales o en otros acontecimientos", plantea Arenas, que pide al Govern que, por ejemplo, impulse incentivos para las empresas que favorezcan el teletrabajo. El investigador califica las medidas como una acción "de frenazo" para intentar controlar la curva de contagios pero sin un plan de la gestión del coronavirus "para llegar a marzo".

stats