La crisis climática causó las olas de calor de julio en Europa, Estados Unidos y China
Episodios como el que ha dejado récords de temperaturas en Catalunya pasan ahora una vez cada 10 años y serán más frecuentes en el futuro
BarcelonaLas primeras tres semanas de julio han sido las más cálidas jamás registradas en el planeta (desde que se hace el recuento). El domingo 16 de julio China batió su récord histórico de temperatura con 52,2 ºC en una ciudad del noroeste, Sanbao, y ese mismo día los termómetros llegaban también a 52 ºC en el valle de la Muerte de Estados Unidos. Dos días después, el martes 18 de julio, Cataluña batía su récord histórico de calor, con un pico de 45,4 ºC en el Alt Empordà. El dato catalán es uno de los que destaca el informe del World Weather Attribution, publicado este martes, un estudio que constata científicamente lo que muchos ya daban por sentado: la ola de calor de este mes de julio en Europa, Estados Unidos y China ha sido causada por el cambio climático.
Según el estudio, de hecho, una ola de calor como la que han sufrido especialmente Europa y Estados Unidos "hubiera sido casi imposible" sin la emergencia climática. La de China podría haber pasado una vez cada 250 años, pero con el calentamiento global que ya experimenta el planeta (hoy estamos 1,2 ºC por encima de la temperatura preindustrial, es decir, de las medias del período 1850-1900) hoy en día la probabilidad de que ocurra un episodio similar en el gigante asiático es de una vez cada cinco años. Al mismo tiempo, una ola de calor como la de este julio en Europa, antes casi imposible, puede pasar ahora una vez cada 10 años a causa de la crisis climática, mientras que en Estados Unidos sería una vez cada 15 años.
De hecho, las olas de calor del año pasado también alcanzaron cifras históricas y el mes de julio de 2022 es considerado todavía el más caluroso de la historia, aunque probablemente será desbancado por julio de este año cuando pueda realizarse el cálculo completo. Es decir, hemos tenido dos años seguidos de unas olas de calor que se esperan cada 10 años. "Es un cálculo que dice que ahora son un 10% probables, pero eso no quiere decir que tengan que pasar exactamente una vez cada 10 años, sino que en diez años es muy probable que pase una vez", aclara la autora principal del informe, Mariam Zachariah.
"El mensaje fundamental es que olas de calor como éstas serán cada vez más frecuentes: con un calentamiento global de 2 ºC estos eventos podrían darse una vez cada 5 o incluso cada 2 años en las tres regiones", explica al ARA por videollamada Zachariah, investigadora del Grantham Institute y el Imperial College de Londres. Zachariah admite que su investigación no ha calculado cuál ha sido la influencia de El Niño –el fenómeno cíclico que arrancó a principios de julio y que también calienta el planeta– en las recientes olas de calor. Pero asegura que, "aunque probablemente ha contribuido a ello, El Niño por sí solo no explica" el episodio que acabamos de vivir.
Un verano récord en el mundo
La causa ha sido sin duda la crisis climática, que no sólo incrementa la frecuencia de las olas de calor sino también su intensidad. La de Europa, por ejemplo, ha sido 2,5 ºC por encima de lo que habría sido sin cambio climático, según el estudio, mientras que la de Estados Unidos ha sido 2 ºC por encima y la de China 1 ºC por encima de lo que hubiera sido sin calentamiento global. "El pasado junio fue el más cálido que se ha registrado para todo el mundo y los primeros 15 días de julio han sido los 15 más cálidos de la historia. Esto significa que la posibilidad de tener un verano récord en el mundo no es remota", explica también Carlo Buontempo, director del área de Cambio Climático de Copernicus, el programa de observación de la Tierra de la Unión Europea. De hecho, el pasado 4 de julio se registró la media de temperatura global más alta jamás registrada: 17,18 ºC.
Las olas de calor son uno de los peligros naturales más mortíferos, con miles de muertes al año por causas relacionadas con ellas. Pero los cálculos de la mortalidad excesiva en estos períodos tardan en llegar. Un estudio publicado en Nature este mismo julio cifra en 61.000 las muertes por la ola de calor del pasado verano en toda Europa. Sobre la reciente ola, de momento se sabe que en los primeros días de julio murieron al menos 211 personas en México debido a las altas temperaturas, y Estados Unidos también ha informado de muertes relacionadas con el calor, incluidas algunas en la frontera con México.
"España, Italia, Grecia, Chipre, Argelia y China también han informado de muertes por calor, así como un gran aumento de las hospitalizaciones debido a enfermedades relacionadas con las elevadas temperaturas. Gran parte de la población en Italia y España, y más de 100 millones de personas en el sur de Estados Unidos, están bajo alertas de calor", apunta el informe. Zachariah, además, señala que, "hay partes de Europa que no son resilientes a temperaturas tan altas, porque la infraestructura no está pensada para ello, y en regiones más vulnerables como China, con mayor densidad de población, pueden suponer también muchos problemas y están generando ya un aumento de la demanda energética".
Granizo, ciclones y calor, "uno de los días más complicados" de Italia
La crisis climática fomenta los eventos meteorológicos extremos. Y a veces esos extremos incluso vienen juntos. Es lo que le está ocurriendo en Italia, que en medio de una ola de calor intenso que está dejando incendios devastadores en el centro y el sur, el país ha sufrido también un episodio excepcional de tormentas, tornados y granizo en el norte del país. En la madrugada y la mañana de este martes, una violenta tormenta, acompañada de rayos y ráfagas de viento repentinas, causó cuatro muertes en el norte del país y enormes daños, especialmente en Milán, donde numerosas calles quedaron inundadas y muchos árboles cayeron. La espectacular tormenta eléctrica ha alcanzado el punto máximo a las 4 de la mañana (hora local) y ha dejado muchas calles de Milán impracticables.
El fenómeno, considerado como un ciclón, ha hecho caer en algunos puntos un granizo de hasta 20 centímetros de largo y cerca de medio kilo de peso, tal y como mostraban las imágenes en las redes sociales. El ministro de la Protección Civil italiana, Nello Musumeci, definía este martes, de hecho, como "uno de los días más complicados de las últimas décadas" en Italia por las "las tormentas, tornados y granizadas en el norte y el calor abrasador e incendios devastadores en el centro-sur".