El diario de la hija de Gisèle Pelicot: una sinceridad y una contundencia que atrapan al lector


BarcelonaHace poco más de una semana, en este mismo diario, hablaba de la entrevista que la BBC hizo a la hija de Gisèle y Dominique Pelicot. La periodista Emma Barnett se sentaba cara a cara con Caroline Darian y hablaban del libro que ha escrito para contar su drama familiar a partir del instante en el que se enteró de una noticia sobre sus padres que acabaría dando la vuelta al mundo. Ahora se ha publicado en español este diario personal, que es estremecedor. Y dejé de llamarte papá arranca el 1 de noviembre del 2020, el día antes del cataclismo: "¿Cómo es mi vida en ese momento? Tengo cuarenta y dos años, una profesión que me apasiona, un marido, un hijo, una casa. Dicho de otra manera, una vida sencilla, preservada de los terremotos. Una vida privilegiada. Todavía tengo la inocencia de los días que se suceden sin obstáculos. [...] Pero nadie capta el valor de lo banal hasta que lo ha perdido". Caroline Darian relata con un dolor profundo el abismo en el que cayó después. Cuenta con detalle la conversación con su madre, la atrocidad del impacto de la noticia, la angustia de la primera noche, el viaje con sus hermanos para estar junto a Gisèle, la conversación con la policía en comisaría... La narración tiene la cadencia propia de quien relata un trauma, donde parece que cada instante pase a cámara lenta, como si el cerebro retuviera imágenes pero las procesase con dificultad. El recuerdo es amortiguado, pero el paso del tiempo permite depositar en cada segundo las emociones que se mezclan. El diario tiene una sinceridad y una contundencia que atrapan al lector. En un prefacio que anticipa el drama, escrito justo antes de empezar el juicio contra su padre y la cincuentena de hombres que participaron en las violaciones a su madre, ella justifica el deseo de escribir el libro. Forma parte de su cruzada para concienciar sobre la sumisión química y exigir mejor atención a las víctimas que la padecen. Ella misma aparece drogada en algunas de las fotografías que encontró la policía en el ordenador de su padre. Caroline reconstruye el fatídico 2 de noviembre de 2020 con la minuciosidad con la que se describe un día que nunca olvidarás, diferenciando el antes y el después del instante en el que una guillotina parte en dos tu vida.
Darian recuerda los años de tormento de su madre, su periplo médico para entender sus desmayos, la amnesia, el malestar, las palabras inconexas, la niebla mental, los síntomas extraños que no podía asociar a nada concreto. Y cómo su padre lo achacaba al estrés, haciendo culpables a los hijos y a los nietos del trabajo que le daban si los visitaban. Y cómo responsabilizaba a Gisèle de no saber cuidarse. La mujer dejó de conducir y de ir en tren a París a ver a los nietos por miedo a sufrir uno de esos inexplicables epidodios en los que perdía todas las fuerzas y la capacidad de expresarse. Y dejé de llamarte papá es un libro perturbador.
Caroline Darian nos pone al corriente, día a día, del juicio, de las conversaciones con su madre, con los abogados, del impacto mediático. Pero recupera recuerdos con el padre y vivencias familiares, muchas de las cuales sirven para encajar las piezas de un rompecabezas que, a veces, era demasiado complicado. "La carnaza, aquí la tenéis", nos anuncia al final del prefacio, consciente de que estamos a punto de profundizar en los detalles. Seguramente hay una parte de remordimiento a la hora de meter la nariz en la intimidad familiar de los Pelicot. Pero sirve para responder a muchas preguntas que inevitablemente nos hemos hecho a lo largo del juicio. Y entender hasta qué punto Dominique Pelicot era un sádico manipulador en su día a día, más allá de todo lo que grababa en vídeo.