Tecnología

La dura vida de los 'unicornos' catalanes

Las estrellas del panorama 'start-up' nostrat todavía sufren por las pérdidas pese a su nuevo estatus

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El médico e historiador de la antigua Grecia que dejó testigo por primera vez decía que vivían en la India. Por tanto, no sería extraño que el animal extraño de cuatro patas y con un cuerno al frente de quien le habían llegado tantas leyendas fuera realmente un rinoceronte. El mismo misticismo que convirtió el unicornio en un símbolo de pureza y fantasía a lo largo de la historia se ha colado en el territorio de las start-ups, donde esta criatura mitológica ha adquirido un nuevo significado. Un ser tan especial y difícil de encontrar que ahora da nombre a las compañías tecnológicas valoradas en más de 1.000 millones de dólares en un mar de proyectos que nacen y mueren.

Como hemos explicado en las páginas de este diario muchas veces, Catalunya no escapa al fenómeno. Aunque el criterio para realizar la selección es discutible. ¿Debemos incluir a las empresas fundadas por catalanes, pero con sede en el extranjero? ¿Deberían aparecer las compradas por competidores extranjeros? Los pioneros de internet deben considerarse unicornios o ¿es un título reservado para la nueva hornada? ¿Lo dejan de ser cuando su valoración cae o cuando salen a bolsa?

“Si hablamos de Barcelona o Madrid, salen pocos y encontrar uno unicornio que puede duplicar cada año los resultados es menos frecuente. Puedes tener una valoración de 1.000 millones de dólares, pero a menudo los inversores han puesto más que esa cantidad. Hay empresas muy buenas que crecen un 20% cada año y ya es una buena dinámica, pero a todos nos encantan las superestrellas y por eso existe esta fascinación”, remarca Jan Brinckmann, profesor de Esade e investigador del Esade Entrepreneurship Institute. En el Emprendemos hemos contado hasta cinco unicornios catalanes que, como en cualquier buena fábula, tienen historias no exentas de capítulos felices y otros más truculentos.

El decano de esta selección es la agencia de viajes online con la que seguramente ha terminado buscando billetes de avión alguna vez. El último ejercicio fiscal de eDreams –en sus cuentas acabó a finales de marzo del 2023– terminó con menos pérdidas y más ingresos. Aunque la cifra final fueron 43,3 millones de euros marcados en color rojo, un 34 por ciento menos que el año anterior, sus ventas se dispararon un 47 por ciento, hasta los 621 millones de euros. Hay que remontarnos al 2018 para encontrar un ejercicio con ganancias en la empresa que dirige el estadounidense Dana Dunne. De hecho, en el 2019, el año antes de que llegara la pandemia de cóvido, eDreams ya perdía 40,5 millones de euros, una cifra aún inferior a la última. Aun así, si nos fijamos en las últimas publicaciones parciales de resultados, la situación financiera de eDreams vislumbra un horizonte menos oscuro. Durante el primer semestre de su año fiscal, que finalizó el 30 de septiembre, perdió 1,6 millones de euros, cuando en el mismo período del año anterior fueron 24 millones en negativo.

La compañía – que trasladó la sede social de Madrid a Luxemburgo, aunque la base operativa está en Barcelona– está bastante centrada en su programa de suscripción de viajes Prime, que a finales de octubre contaba con 5,2 millones de clientes. Esta vía les aporta más de la mitad de los ingresos y la empresa ya se define más como un Netflix o Spotify del turismo que como un simple buscador de vuelos y alojamientos. eDreams entraría en este cajón deunicornios que ya han salido a bolsa y, aunque la acción no se encuentra en sus máximos históricos, los títulos sí se han revalorizado en el último año.

Contactada por el Emprendemos, la empresa recuerda que en 2024 celebran "25 años de innovación y transformación" y que continúan expandiendo la presencia mundial y las capacidades tecnológicas: "Mirando hacia el futuro con optimismo, dado el pronóstico de crecimiento y oportunidades expansivas".

Todos los males de Glovo

Si en la plataforma de viajes todavía le persiguen las pérdidas, el caso de Glovo es aún más acentuado. Se suman las multas, sentencias judiciales y problemas con cuya legalidad la aplicación catalana de reparto a domicilio nunca se ha deshecho. Su vida como unicornio, estatus que logró en el 2019, tres años antes de la adquisición por parte de Delivery Hero, no ha sido nada plácida. Ese mismo año –el último ejercicio completo con datos disponibles– la empresa con sede en Barcelona registró unas pérdidas de 421 millones de euros (un 13% menos que en 2021), aunque las ventas fueron de 970 millones ( un 65% más). Glovo es el retrato perfecto de la start-up que crece a ritmo frenético, pero tanto en facturación como en números rojos, hasta que los inversores –en este caso a través de nuevos dueños– empiezan a inquietarse y piden rentabilidad.

Delivery Hero ya cuenta que el coste de las sanciones laborales a las que se enfrenta la compañía puede alcanzar los 400 millones de euros. De hecho, mientras el círculo de la Seguridad Social sobre el aplique se estrecha cada vez más, Glovo ha logrado que la justicia le conceda un balón de oxígeno. La Audiencia Nacional confirmó el pasado mes la suspensión de un pago de 64 millones de euros por multas y liquidaciones sobre su modelo laboral, que hoy sigue utilizando riders autónomos. Entonces la empresa alegó que hacer frente a ese importe generaría una “situación extrema” y “problemas de liquidez a corto plazo”. Glovo aseguraba en el tribunal que en el 2023 todavía había acumulado 209 millones de euros de pérdidas y que la caída en picado de las acciones de Delivery Hero “pone en riesgo las aportaciones que pueda realizar a la compañía”. Pocos días antes había anunciado el cierre de sus supermercados fantasma en seis ciudades españolas y la Inspección de Trabajo le había multado por incumplir la ley rider.

“Los inversores ahora tienen mucho más miedo a perder dinero con éstos unicornios. Están quemando tanto dinero al mes que casi es imposible sobrevivir sin ese ritmo de financiación. Por eso han tenido que reducir gastos y muchas veces éstos son los costes laborales. Hemos visto reducciones de plantilla importantes: yo pensaba que estas oleadas habían terminado, pero parece que todavía no”, remarca Brinckmann. A su juicio, la rentabilidad es más importante que la valoración y sin eficacia el dinero que consigues captar tiene menos importancia.

Las cifras de Wallbox

La condición deunicornio tampoco ha hecho que la insignia catalana de los cargadores eléctricos deje de perder dinero. Wallbox cerró el 2022 con una facturación de 146,9 millones de euros, más del doble que el año anterior, pero va más que duplicar las pérdidas operativas, hasta los 136,7 millones. Hay algo más de 10 millones de euros de diferencia entre lo que la compañía ingresó y los números rojos en su balance anual. Además, el pasado año el fabricante sufrió una caída de ventas: si en el primer trimestre crecían un 24%, el segundo se redujeron un 16,5% y el tercero un 26,3%. Para ganar musculatura en tiempos difíciles han incorporado un nuevo socio. El panorama completo no lo sabremos hasta el 28 de febrero, cuando Wallbox presentará sus resultados de 2023, lo que explica que la empresa esté optando por mantener un perfil bajo en sus intervenciones públicas y haya preferido no hacer declaraciones al Emprendemos . La valoración bursátil de Wallbox también ha sufrido en los últimos meses: ahora ronda los 270 millones, una cifra muy alejada de los más de 1.300 que la convirtieron en unicornio el otoño de 2021.

L'unicornio catalán que se ha mostrado con mayor ánimo de celebración en los últimos meses es TravelPerk. La plataforma de viajes de negocios cerró a finales del pasado mes una ronda de inversión de 95,4 millones de euros, que hacía subir su valoración hasta los 1.285 millones. “TravelPerk se convirtió en un unicornio en un momento crucial para la historia de la industria de los viajes, a principios del 2022, cuando la pandemia mostraba las primeras señales de declive”, recuerda en el Emprendemos su consejero delegado, el israelí Avi Meir. Lo cierto es que la compañía ha continuado interesando a sus inversores tras superar el bajón más profundo de la industria turística y convirtió “limones en limonada”, como dice el emprendedor. “Convertirnos en unicornio sólo aceleró este crecimiento y la financiación permitió a la empresa invertir aún más en personas y en su misión de ser la plataforma de la conexión humana”, destaca Meir.

Aun así, el misterio de TravelPerk siguen siendo los números. La empresa nació en 2015, ha levantado hasta ahora 400 millones de euros, tiene 1.200 trabajadores y presencia tanto en Europa como en Estados Unidos. Según explicaron, el volumen de reservas de viajes anualizado en su plataforma para 2023 fue de unos 2.000 millones de dólares, con un incremento de más del 70% de los ingresos y un 90% del beneficio bruto, pero no ponen cifras a estas dos últimas partidas. En el Registro Mercantil sólo encontramos los resultados de 2022 de su filial española, con 35 millones de euros de facturación y 65 millones de pérdidas, pero esta información no representa el negocio global de la plataforma.

El último 'unicorno' catalán

La última compañía en sumarse a la lista deunicornios catalanes fue la plataforma de recursos humanos Factorial, que logró entrar a finales del 2022, cuando cerraba una ronda de inversión de 120 millones de euros. Su consejero delegado, Jordi Romero, asegura al Emprendemos que el año pasado siguieron “creciendo mucho”, pero relativamente menos que en otros ejercicios. El motivo es que "el entorno ha cambiado" y que la facilidad para hacerse más y mayores de antes no será siempre la misma. A medida que crecen en dimensión, se espera que los unicornios sigan duplicando múltiples veces la facturación, pero esta lógica no siempre se aplica. Romero no comparte cifras concretas de cómo fue su 2023. La empresa se había propuesto alcanzar los 90 millones de euros de facturación, el triple respecto a los cerca de 30 del ejercicio anterior. "Seguimos creciendo mucho en ratios relativos, pero valoramos mucho más la eficiencia, no nos estamos conformando con la escala", dice.

El año pasado, Factorial creció por primera vez comprando otra compañía, la madrileña Fuell, que ha desarrollado una solución para gestionar los gastos de empresa. Con este movimiento, Romero deja claro que lo que busca es acercarse cada vez más a ser una plataforma que solucione cualquiera de los obstáculos diarios de un negocio, desde las nóminas y las peticiones de vacaciones hasta el control horario. "Seguimos abiertos, tenemos un pequeño equipo que sigue buscando compañías", avanza el emprendedor. También explica que están estables tanto en la plantilla –son cerca de 1.000 trabajadores– como en los mercados donde actúan –España, Italia, Francia, Alemania, Portugal, Reino Unido, México, Brasil y Estados Unidos– y de momento no quieren crecer geográficamente. Su objetivo es ser mucho más eficientes y asegura que hoy por hoy son “cero dependientes de buscar financiación”: “Casi todo el dinero de la ronda está en el banco”. La rentabilidad soñada por todos estos unicornios proclives a las pérdidas aún no ha llegado, pero Romero confía en que se acerquen.

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