"Emprender para ganar dinero no tiene sentido"

Estudiar informática antes del boom

Toni Pérez nació en Barcelona en 1972. Sus padres, migrantes de Melilla en Cataluña, se establecieron en el barrio de la Sagrera, donde él se crió durante toda su infancia. “Desde pequeño ya tuve interés por la informática y la programación, supongo que por influencia de mi padre, que era ingeniero industrial y tenía mucha curiosidad por el tema”, admite Pérez. Gracias a estos inicios, Pérez se acabó matriculando en la carrera de informática en la Universidad Autónoma de Bellaterra, que cursó entre los años 1992 y 1997. Según recuerda Pérez: “En ese momento era una carrera tan nueva que no teníamos ni una facultad propia casi, y éramos unos nerds. Estudiar informática en la época, especialmente antes del boom de internet, significaba encerrarse en un sótano casi”. El directivo explica también que, durante muchos años, intentó combinar la informática con su otra pasión, el baloncesto, pero, al final, acabó centrándose en los estudios y en el trabajo porque no podía compaginarlo todo.

Aprendizaje y ambición

Mientras terminaba los estudios, Pérez entró a trabajar como becario en una consultora tecnológica, donde fue escalando posiciones y se convirtió en director de proyectos al cabo de unos años. “Cuando terminabas la universidad, era muy fácil encontrar trabajo en ese momento; entré en una compañía y, a lo largo de doce años, hice todo el recorrido clásico dentro de consultoría, pasando de programador novel hasta director de equipo”, dice Pérez. Sin embargo, en 2012 decidió salir de la empresa y creó el suyo propio e-commerce: “Tenía ganas de hacer un proyecto propio y creé un negocio de moda online, pero, al cabo de dos años, salí porque tenía más ambición”. En 2014 Pérez entró en UserZoom, una empresa de experiencia de usuario (UX) fundada en Barcelona y en la que él ejerció como director de marketing hasta que en 2016 se marchó a Red Points con un cargo similar. "UserZoom y Red Points marcaron mucho mi trayectoria, porque pude aprender mucho de sus fundadores y de cómo crecieron dos empresas tecnológicas de referencia que fueron creadas aquí", afirma Pérez.

Emprender en solitario

Tras las etapas en UserZoom y Red Points, Pérez decidió crear su primera empresa en 2018, The SaaS Institute, una compañía de servicios informáticos enfocados al software de ventas y marketing: “Me lancé a la piscina solo y lo hice en un contexto diferente al de otros muchos emprendedores tecnológicos: tenía más de cuarenta años y una familia con tres hijos. Podía haberme quedado en el mundo corporativo y no haber asumido ese riesgo, pero quise intentarlo”. Más tarde, Pérez dio un paso más y fundó Bloobirds, empresa donde actualmente es el consejero delegado, que apuesta por su propio software de ventas.