Se encalla la renovación con rebaja salarial de Sergi Roberto
El Barça quiere que el jugador renueve con una bajada superior al 30% del sueldo
BarcelonaLa renovación de Sergi Roberto no va todo lo bien que parecía hace algunos días. Después de varios encuentros positivos en los que se establecieron las bases de un acuerdo a la baja hasta el 2024 entre el Barça y el futbolista de Reus, la firma del nuevo contrato todavía tendrá que esperar. Según apuntan al ARA las dos partes implicadas, la negociación está en un compás de espera después de la última reunión que el representante del jugador, Josep Maria Orobitg, mantuvo este lunes en las oficinas del Camp Nou con el principal interlocutor del club, Mateu Alemany. Desde la entidad aguantan el optimismo, a pesar de que admiten que la velocidad de los acontecimientos "ha bajado un poco". Mientras tanto, desde el lado del jugador se lamenta que a última hora el Barça quiera revisar algunos conceptos que ya estaban pactados verbalmente.
Sergi Roberto tiene que firmar dos acuerdos interrelacionados. De entrada, una rebaja del año de contrato que le queda fundamentada en un aplazamiento de parte del fijo pactado y una renuncia a variables de fácil cumplimiento, un plan que la institución ya ha aplicado con los otros tres capitanes de La Masia: Gerard Piqué, Sergio Busquets y Jordi Alba. Y, después, una ampliación del compromiso hasta el 2024 que, en principio, recogía una rebaja del 30% en relación con el pacto vigente. Los detalles pendientes, según admiten fuentes de la negociación, afectan a este porcentaje, que el Barça considera que se puede ajustar más amparándose en la situación económica que vive, en el ahorro salarial que se impone todavía desde la Liga y en la lista de prioridades que hay a corto plazo en cuanto a renovaciones. Y es que, más allá de la ampliación de Roberto, la dirección deportiva tiene que trabajar para actualizar las condiciones de Ansu Fati y Pedri y para asegurarse la continuidad de Ousmane Dembélé, otro de los jugadores que acaba contrato el verano que viene. Unas operaciones que, en paralelo al más que probable relevo de Ronald Koeman, el club tendrá que afrontar con el freno de mano puesto.
Abucheos que no ayudan
En el marco de este proceso de negociación, no ayudan a Sergi Roberto las recientes irrupciones de talentos de la base como Nico González y Pablo Páez Gavi, centrocampistas a los que Koeman dio la titularidad con buen resultado en el partido contra el Levante, o el papel cada vez más solvente de Òscar Mingueza como lateral derecho, la demarcación que más veces ha ocupado el jugador de Reus desde que juega en el primer equipo. Estas manifestaciones de competencia y el mal clima que rodea al jugador en los partidos jugados en el Camp Nou –la afición lo abucheó bastante el día del Bayern–, junto con la coyuntura compleja del Barça en el apartado financiero, complican una negociación que parecía encarrilada hace algunos días.
Todo ello no modifica las intenciones tanto del club como del centrocampista. Las dos partes confían en llegar a un entendimiento cuanto antes mejor y no se plantean, ni mucho menos, escenarios extremos como escuchar ofertas para abandonar el equipo en el mercado de invierno, lo cual, todo sea dicho, no solo liberaría sueldos, sino que también aportaría algún millón a una caja necesitada de ingresos. Tampoco se prevé dejar que el contrato se acabe el mes de junio próximo y propiciar una salida del Barça libre de traspaso. Se seguirá negociando para encontrar una solución que cuadre con las voluntades y las necesidades de todo el mundo.