La fiesta de despedida de Juntos en Bruselas: “Ya hemos ganado”

El acto central de la campaña juntera quiere ser el último en la capital belga, que ha sido el principal punto del exilio durante el Proceso

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Puigdemont y Comín acompañados de otros miembros de la lista y simpatizantes de Junts.

BruselasEs un sábado cualquiera en Bruselas. El cielo está gris y el barrio de las instituciones europeas, normalmente lleno de funcionarios y coches oficiales arriba y abajo, está vacío. Es un ambiente que se aviene bastante al de una fiesta de despedida de regusto un poco amargo, como la que ha hecho Junts en el Hotel Thon. Un centenar de junteros se han concentrado en lo que quiere ser el último mitin de la formación en la capital belga, que ha sido el principal punto del exilio catalán durante el Proceso. "Ya hemos ganado", ha proclamado entre aplausos su cabeza de lista a las elecciones europeas, Toni Comín, que, como el resto de exiliados, aspira a poder volver a casa a lo sumo dentro de dos meses.

Por eso, aunque el secretario general del partido, Jordi Turull, había pedido a Comín que se centrara "en hablar de las cosas de la comida", ha sido un día de mirar atrás, de recuerdos y emociones. “Todo empezó un 5 de noviembre del 2017… –ha empezado el exconseller– Nos presentamos ante la policía belga y estuvimos largas horas en la comisaría, hasta que nos dejaron salir. Fue nuestra primera victoria”. Y, desde entonces, según Comín, Junts no ha dejado de afrontar batallas contra el Estado y acumular triunfos, que "han llevado hasta la amnistía". "Ya hemos ganado", ha insistido el cabeza de lista juntera, que se ha vuelto a situar "en el lado correcto de la historia".

Ahora bien, todo ha cambiado desde ese 5 de noviembre del 2017. Ni movilizaciones multitudinarias ni casi rastro del entusiasmo que provocaba el movimiento independentista. Las encuestas auguran que Junts se quedará muy lejos del casi millón de votos que logró en los comicios del Parlamento Europeo del 2019. También se ha evitado hablar –solo se le ha llamado de rebote– de la exconsejera Clara Ponsatí, que ha sido muy crítica con la estrategia judicial y política de Juntos en Bruselas.

De hecho, distintos ponentes han llamado a la movilización ya no quedarse en casa el 9-J para evitar que se repita la abstención independentista de las elecciones catalanas. "Este junio tenemos que volver a afilar las herramientas, no nos dormiéramos, tenemos que llenar las urnas", ha remarcado Turull, que ha hecho una analogía con Los segadores. A su vez, la presidenta de Junts, Laura Borràs, ha dicho que quizás los independentistas están "cansados ​​y desmoralizados", pero que quien "hace el trabajo es, precisamente, la gente cansada".

Europa, "tierra de esperanza"

Borràs también ha hecho un repaso de las diferentes etapas de exilio catalán hacia el norte de Europa y la expresidenta del Parlament, que este sábado no se ha quedado sola en sus citas literarias, ha definido el más allá de los Pirineos como "históricamente" unas "tierras de esperanza" para los catalanes y "su protección de derechos y libertades". Y también ha rememorado los primeros momentos posteriores del 1-O y la declaración unilateral de independencia, y "las idas y venidas a las cárceles españolas y Bruselas", como si estuviera poniendo el punto y final. "Fueron días muy duros y difíciles, y nunca estuve solos", ha dicho ya en pasado.

También se ha deshecho en agradecimientos el tercero de la lista de Junts, Aleix Sarri. Con todavía un poco ese famoso Europa nos mira de fondo, ha querido tener un recordatorio por el recibimiento y el apoyo que recibieron los junteros por parte de distintos políticos y dirigentes flamencos y, entre otras nacionalidades, eslovenos. De hecho, durante esta campaña, los candidatos de Junts han viajado simbólicamente hasta Eslovenia o Italia, estado donde detuvieron a Carles Puigdemont, y se han reunido con, por ejemplo, el ministro-presidente de Flandes, Jan Jambon.

Más allá de las emociones, sin embargo, Carles Puigdemont ha reivindicado la elección de ir a Bruselas como una "gran decisión táctica". "En vez de escondernos, fuimos allí donde está el mayor foco", resaltó el expresidente. Y lo ha comparado con la decisión de haberse exiliado en otro país por el mero hecho de que "no tenían tratados de extradición con España", un dardo dirigido a la republicana Marta Rovira o la cupera Anna Gabriel, que están en Suiza .

En este sentido, es en el Parlamento Europeo donde, según Puigdemont, Junts "encontró el punto de apoyo para hacer palanca" y hacer "sentir la voz" de los catalanes en la escena internacional. Y desde allí, "manteniendo su posición y sin caer en los cantos de sirena" de los indultos, ha logrado la ley de amnistía. "No la encontrará en los programas de ningún partido español, la palabra amnistía; le hemos impuesto nosotros gracias a haber acertado la táctica", ha remarcado el expresidente. Por eso, pese al potencial final del exilio, Junts remarca que quieren seguir jugando un papel relevante en las instituciones europeas.

La ley de amnistía aún no se ha publicado en Boletín Oficial del Estado, y jueces y fiscales españoles amenazan con no aplicarla, pero la confianza de los junteros en el texto legal es absoluta porque, según han reivindicado distintos ponentes, está hecha a imagen y semejanza de Gonzalo Boye, que ha sido el más aplaudido de la ceremonia. "Es el mejor abogado del mundo, hubo un momento que pensaba que tenía superpoderes y todo", ha dicho Comín, que, como el resto de exiliados, tiene ganas de despedirse del exilio y, a lo sumo dentro de unos dos meses, poder volver a casa.

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