La Fiscalía pide 6 años de cárcel a los directivos de la empresa que contaminó al Besòs
La industria de Montornès aumentó la producción de disolvente incumpliendo la ley y evitando el control del Gobierno
La Fiscalía de Medio Ambiente de Barcelona ha pedido condenas de seis años de cárcel para tres directivos de la empresa Ditecsa en la causa que investiga el incendio en su planta de reciclaje de residuos en Montornès del Vallès (Vallès Oriental) 11 de diciembre del 2019. En palabras del fiscal, el fuego desató un "desastre ecológico de la mayor magnitud" en el río Besòs, donde los efectos duraron días y murieron miles de peces. Por las cloacas se vertieron unas 99,1 toneladas de disolvente que fueron a parar al sistema de Aigües de Montornès, de las cuales 21 fueron vertidas sin depurar hacia el río.
El escrito de acusación, que ha avanzado El Periódico y ha consultado el ARA, expone que la empresa fue aumentando durante años la producción de disolvente reciclado, lo que suponía una acumulación importante de residuos tóxicos y peligrosos. Lo hicieron, dice el fiscal, sin respetar la normativa ambiental sobre gestión de residuos y productos peligrosos, y sin aplicar las correcciones que le ordenó la Generalitat al renovar su autorización ambiental. Los tres directivos estaban al corriente de la situación, las últimas modificaciones que hicieron en la producción ni siquiera las comunicaron a la administración, atribuyéndoles un delito contra recursos naturales y otro contra la protección de la flora y la fauna .
Sin esta información, la administración no pudo valorar si era necesario un nuevo estudio de impacto ambiental para renovar la autorización de la planta, que habría supuesto medidas más exigentes para proteger la salud y el medio ambiente en la gestión de residuos. Los directivos no pidieron modificar el permiso, aunque sabían que era necesario, "evitando así de forma consciente de que la administración pudiera volver a evaluar ambientalmente la actividad de gestión de residuos tóxicos y peligrosos" e imponerles medidas más exigentes , concluye el fiscal.
Sabían que podía pasar
El fuego empezó cuando un trabajador del turno de noche manipulaba disolventes o residuos en un bidón, que empezó a echar humo. El escrito del fiscal pone en evidencia que los trabajadores no estaban suficientemente formados para una situación así y, por eso, no intentaron apagar el bidón ni lo apartaron del resto de residuos tóxicos, sino que salieron corriendo. Así, el fiscal señala que los tres acusados sabían que la situación podía ocurrir cuando decidieron "no adoptar ninguna medida eficaz para evitar el origen del incendio". Cuando se originó el fuego, en la planta había entre 1.175 y 1.430 metros cúbicos de disolventes.
El agua de la extinción del fuego llegó al río Besòs y provocó la muerte de diferentes especies de peces, como carpas, bagres y anguilas, una especie en peligro de extinción en esta zona. En ese momento, la Agencia Catalana del Agua (ACA) calificó de "muy alto" el impacto ecológico. Ya antes del incendio, la empresa había sido multada en dos ocasiones por la Generalitat: una con 10.000 euros por una cuestión ambiental y otra con 48.000 euros por exceso de almacenamiento.
Además de las penas de prisión, la Fiscalía también reclama una multa de 2,2 millones de euros a la empresa por contaminar el río y pide que se prohíba a la compañía volver a trabajar en reciclaje de residuos peligrosos. Para los tres directivos exige una multa de 16.200 euros por cada uno, y que durante cuatro años queden inhabilitados para trabajar en la gestión de residuos. También reclaman que indemnicen a la ACA por los gastos de recuperación ambiental del río y los acuíferos; en el Consorcio Besòs-Tordera y en Nedgia por daños en sus instalaciones, y en los Bomberos de la Generalitat por los gastos de apagar el fuego en la industria.