Las fichas policiales que vemos en las películas, con el malhechor retratado de cara y de perfil, tienen una razón de ser. Hasta el año 1840 se utilizaba el daguerrotipo para fotografiar a detenidos y delincuentes, pero no era un formato adecuado, ya que se trataba de un material frágil y demasiado delicado para ser utilizado en identificaciones policiales. En 1879, el francés Alphonse Bertillon entró como auxiliar en la Jefatura de París y comienza a buscar la manera de mejorar la identificación, ya que consideraba que los sistemas de los que disponían en el cuerpo policial no eran efectivos. Bertillon ideó un sistema basado en medir las diferentes partes del cuerpo como la altura, el contorno de la cabeza, la longitud de los dedos o los pies.

Aparte de las medidas físicas, también se llevaba a cabo un registro de marcas y señales características como las pecas, los tatuajes o las cicatrices. Una vez reunidas todas estas particularidades, usó una metodología para su registro y futura comparación entre ellos. En 1883 ya había conseguido tener un fichero de más de siete mil registros que había resultado exitoso a la hora de identificar y detener a criminales. Bertillon lo documentó en el libro La photographie judiciaire.

El método de Bertillon
El primer archivo
Un sistema universal
1894
El trabajo
Lenin
Una estrella
Contra la guerra de Vietnam
La silueta de Outlook
El 'mugshot' del rey del rock
Un retrato coloreado
Hollywood
El presidente de Estados Unidos
Tiger Woods
Michael Jackson
Bill Cosby
Lo más buscado
stats