Fugas, fraudes y errores de contadores: el 23% del agua potable en Cataluña se pierde

La falta de inversiones a largo plazo y la obsolescencia de las redes se esconden tras la pérdida diaria de litros

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Imagen de la acequia que canaliza el escape de agua del Canyet

BarcelonaSi la histórica sequía que está viviendo Catalunya ha puesto de relieve algo es que cada gota de agua cuenta. Sin embargo, no toda el agua que circula por la red de abastecimiento de los municipios se aprovecha. Dicho de otra forma, el país pierde, de media, casi el 23% del agua potable, según datos de la Agencia Catalana del Agua (ACA). Ahora bien, según apuntan fuentes del departamento de Acción Climática, el porcentaje no sólo incluye pérdidas por escapes, sino que también hay que añadir los fraudes, los errores de los contadores que no están bien calibrados y el agua que forma parte de los usos urbanos del municipio (por ejemplo, para riego de jardines y limpieza de calles).

Cabrera de Anoia, un municipio de poco menos de 1.400 habitantes, sabe bien qué es vivir con fugas. La falta de mantenimiento prolongado de una red obsoleta, construida en los años 50 con fibrocemento, sólo permitía aprovechar "el 20% del agua", explica el alcalde del municipio, Juan Manuel Díaz. "Se habían llegado a contabilizar 26 fugas a la vez", añade. Esto, sumado a que el pozo del que dependían se quedó seco, comportó que el grifo de los hogares sólo ragara cinco horas diarias. Ahora esa cifra se ha elevado a 11 horas, y el aprovechamiento del agua ha aumentado hasta el 54%, detalla el alcalde. "Hemos construido un nuevo pozo y hemos hecho bypass para aprovechar el agua que se pierde por escapes. Pero todavía tenemos un gran problema con las tuberías. No se ha hecho el mantenimiento oportuno", lamenta Díaz.

Pese a la severidad de las restricciones de este municipio, la pérdida de agua por fugas es un problema que afecta a la mayoría de municipios catalanes, que hacen manos y mangas para remediarlo En l'Ametlla del Vallès el consistorio calcula que actualmente tres de cada diez litros de agua se pierden por escapes, y ha anunciado inversiones por valor de 1,1 millones de euros para repararlas. "La tubería es muy extensa y está hecha con fibrocemento. Repararla toda tiene un coste aproximado de 6 millones de euros", dice el concejal de Medio Ambiente, Pol Oliveras. Y coincide con Díaz: "El problema es el presupuesto y la inacción durante muchos años. No se han hecho las inversiones que tocaban".

Pocas inversiones y obsoletas

Los consistorios apuntan a la antigüedad de las redes y la falta prolongada de inversiones como los principales motivos que explicarían estas pérdidas. "Una red siempre requiere inversión y mantenimiento. Si no hay una economía detrás de ese agua perdida, no se valora", dice Josep Maria Campanera, experto en gestión y tecnología del agua. "Todo depende de las inversiones que haya hecho cada municipio para modernizar la red y al poner sensores y contadores para detectar las fugas", añaden desde la ACA. La distribución del agua en baja (es decir, desde pozos y depósitos hasta casas) es competencia de los municipios, es decir, son los ayuntamientos los responsables de la mejora de sus redes.

El director de servicios del ciclo del agua del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), Fernando Cabello, señala otro factor: la configuración de los municipios. Los que son más extensos, con muchas urbanizaciones y pocos habitantes tienen más dificultades para reducir los escapes que aquellos donde la red es compacta, la gente vive cerca de pisos y hay mucha densidad de población. "Cuanto más abonados haya más fácil será pagar entre todas las mejoras de la red", puntualiza, y lo ejemplifica con el caso del AMB. En todo el territorio metropolitano, que abarca 36 municipios, el rendimiento de la red es, en promedio, del 85%. Del 15% restante, un 5% corresponde a fugas y el otro 10% comprende el subcontaje de los marcadores, el fraude, las pérdidas técnicas y las pérdidas comerciales. "Son muchos kilómetros de tubería. Cada año reparas una parte, priorizando los tramos que están en peor estado o que son más viejos", explica Cabello.

Ahora bien, aunque ésta es la media, cada municipio tiene su casuística. Por ejemplo, Barberà del Vallès y El Prat de Llobregat tienen un rendimiento de la red prácticamente total, del 95% y el 89% respectivamente, mientras que en Palma de Cervelló o Corbera de Llobregat esta eficiencia se sitúa en torno al 50%. "Corbera de Llobregat es un núcleo y 30 urbanizaciones. No son muchos habitantes y tienen muchos kilómetros de red. El esfuerzo que deben hacer para mantenerla al día es ingente", detalla.

Quins municipis estan patint més les fuites?

Caldes de Malavella también responde a ese patrón. "Tenemos 145 km de tuberías porque tenemos muchas urbanizaciones. Perdemos entre un 20 y un 30% del agua que inyectamos en la red", explica el alcalde, Salvador Balliu. El municipio, de casi 8.000 habitantes, fue multado por la ACA por exceso de consumo (enero fue de 272 litros por habitante y día cuando el tope era de 210), pero Balliu asegura que "han hecho los deberes". "Hemos hecho inversiones para sectorizar la red y la hemos digitalizado. Si tenemos un escape en un sector o vemos que se dispara mucho el consumo, nos avisa", detalla. Asimismo, el alcalde denuncia la pérdida diaria de miles de litros de agua desde hace años por el escape de una tubería privada de la empresa Rec Madral que pasa por terreno municipal, y que "no tiene nada que ver" con la empresa que presta el servicio en Caldes. "Es un caso que nos hace poner el grito en el cielo. Hemos hecho multitud de reclamaciones y hemos avisado a la ACA, pero la compañía no lo repara", critica.

225.000 litros diarios en Badalona

"El problema de las fugas de la distribución del agua en baja es que son muchas y muy pequeñas. En muchos casos no ves ninguna parte húmeda en el terreno –añade Cabello–. En cambio, en la distribución en alta [el tratamiento de el agua para hacerla apta para el consumo humano y el transporte hasta la población], si hay pérdidas, el agua la ves salir por algún sitio”. El caso más flagrante es el escape detectado en la tubería que conecta la planta potabilizadora de Cardedeu (Vallès Oriental) con Barcelona y que pierde 225.000 litros de agua diarios, 185.000 de ellos en el término municipal de Badalona. Ahora bien, está previsto que este septiembre empiecen las obras para desdoblar la tubería, para así evitar tener que detenerla totalmente para que no pase agua. Los trabajos, que financiarán el Ente de Abastecimiento de Agua Ter-Llobregat (ATL) y ejecutarán Infraestructures.cat, tendrán un coste de 36 millones. Aparte de este escape, la distribución en alta –que sí es competencia de la ACA– tiene una eficiencia "de entre el 96 y el 97%".

El consejero de Acción Climática, David Mascort, admitió que los escapes de agua son un problema pero que se está haciendo mucho trabajo para corregir la dejadez que, en algunos casos, hubo en el mantenimiento de las instalaciones en el pasado. En el caso de Badalona, ​​anunció que "muy pronto" se pujarán las obras para reparar el escape y que se destinarán 41 millones de euros.

¿Qué se puede hacer?

"Disponer de esta agua y perderla tiene costes económicos y ambientales muy importantes. Hasta ahora las pérdidas se aceptaban como algo normal", lamenta Campanera. Por eso defiende la importancia de realizar auditorías hídricas. "Lo primero que debes hacer es saber de dónde viene el agua y dónde va a parar. Esto te indicará hasta qué punto puedes mejorar", explica. En este sentido, defiende el uso de tecnología acústica, la digitalización de la red y su sectorización como métodos eficaces para evitar los escapes. "Si tienes la red muy monitorizada, te permitirá detectarlas, aunque no sepas dónde están", aunque advierte que "no hay soluciones mágicas".

Coincidiendo con Campanera, desde la ACA han pedido a los municipios de más de 5.000 habitantes que realicen auditorías hídricas sobre la eficiencia de las redes de suministro. De esta forma, podrán "identificar, detectar y cuantificar" el porcentaje real de pérdidas, fraudes, subcontajes o usos urbanos. Asimismo, han convocado una línea extraordinaria de ayudas de hasta 120 millones de euros para mejorar la eficiencia de las redes de suministro municipales. Ésta ha recibido 880 solicitudes por parte de 700 ayuntamientos y entes locales, y está previsto que se resuelva "en los próximos quince días", según fuentes gubernamentales.

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