El hidrógeno verde impulsa la descarbonización de la movilidad
Este sector es responsable de una cuarta parte de las emisiones de CO₂ en Europa.
Los expertos coinciden en que el hidrógeno verde, producido con fuentes de energía renovables y limpias, jugará un importante papel en el gran salto tecnológico en energía que ya está en marcha.
Su utilización en vehículos ligeros será viable en un futuro próximo y el siguiente paso será su aplicación en trayectos largos y en medios de transporte pesados. En España, el objetivo del PNIEC pasa por la introducción en un 3,56% de combustibles producidos a partir de fuentes renovables para 2030. Además, se establece que el 17,26% de los combustibles utilizados por el transporte español deben ser para esa fecha de origen renovable no eléctrico.
El uso dehidrógeno en vehículos ofrece tres beneficios principales: es muy versátil, ofrece una autonomía considerable y sus pilas son bastante ligeras. Esto permite que esta tecnología sea factible para descarbonizar también el sector del transporte pesado, cuya electrificación no es posible. Además de ofrecer autonomías similares a los combustibles tradicionales y tiempos de carga muy reducidos, la utilización de hidrógeno deja lugar a transportar las mercancías, lo que resulta imposible con baterías eléctricas, que ocuparían la mitad de la carga que puede transportar un camión.
El hidrógeno también se presenta como la mejor alternativa para descarbonizar el sector de la aviación y el transporte marítimo. Aunque hay retos por superar, gracias al avance en I+D, en pocos años podremos ver cómo se populariza el uso del hidrógeno en estos sectores, ya que es el único vector energético capaz de descarbonizar todos los tipos de transporte.
Para que esto sea una realidad, los corredores que facilitan el transporte de hidrógeno desde los puntos de producción a los de demanda son cruciales. Las infraestructuras españolas de hidrógeno que Enagás está impulsando serán imprescindibles para un sector con fuerte peso en la economía. Y serán parte de la futura red de hidrógeno de la UE, junto a H2Med, el primer corredor de Europa que Enagás promueve con los TSO (gestores de las redes de transporte de gas) de Portugal, Francia y Alemania.
Una apuesta progresiva
En transporte por carretera, el PNIEC reconoce el importante rol que el hidrógeno tendrá junto con los portadores de hidrógeno como el metanol y el amoníaco en la descarbonización del transporte pesado a medio y largo plazo.
La normativa europea y española ya fijan una serie de obligaciones para ir incrementando el uso del hidrógeno en movilidad. En el transporte marítimo se ha empezado por el desarrollo de tecnologías en fase incipiente como los combustibles renovables basados en hidrógeno, el amoníaco, el metanol, el bioGLP y los combustibles sintéticos. La aplicación del hidrógeno renovable para barcos abarcará no sólo la utilización de pilas de combustible sino también la maquinaria empleada en los puertos y terminales de carga.
En el transporte aéreo, los combustibles renovables de origen no biológico (hidrógeno y derivados) constituyen una alternativa de descarbonización muy prometedora a medio y largo plazo. Especialmente importante será la aplicación del hidrógeno renovable para la fabricación de combustibles sintéticos, como el bioqueroseno.
El primer continente climáticamente neutro
Descarbonizar el transporte es un paso necesario para que Europa se convierta en el primer continente neutro en carbono en 2050, puesto que este sector es responsable de una cuarta parte de las emisiones de CO₂. La normativa europea y la española fijan ya una serie de obligaciones para ir incrementando el uso del hidrógeno en movilidad.
REPowerEU prevé que el transporte europeo consuma alrededor de 5 millones de toneladas de hidrógeno verde en 2030, cerca del 25% del objetivo total en la UE. La directiva RED III, de fomento del uso de energía renovable, establece que en 2030 el 1% de los combustibles de automoción –el 1,2% para el sector naval– tendrán que ser renovables de origen no biológico , fundamentalmente hidrógeno y derivados.
La demanda de hidrógeno para el transporte ya existe, tal y como indican los resultados de la primera subasta del Banco Europeo del Hidrógeno, donde casi una tercera parte de los proyectos presentados están destinados a cubrir la demanda del sector de la movilidad .
A medida que la red de recarga se expanda el hidrógeno se utilizará cada vez más. A modo de ejemplo, a nivel terrestre, en seis años veremos hidrogeneras en cada ciudad europea y cada 200 kilómetros de las principales carreteras de la UE.