El presidente del PP y jefe de la oposición en el Congreso, Alberto Núñez Feijóo, ha vuelto a realizar equilibrios este viernes para justificar sus acuerdos puntuales con Junts y, al mismo tiempo, reclamar la detención de Carles Puigdemont. "Es Sánchez quien acepta fotografiarse con una persona a la que debería detener", ha dicho. El argumento de Feijóo es que cuando el PP negocia con Junts los populares no ceden a ningún "chantaje", mientras que Sánchez sí lo hace. La realidad es que lo que se ha producido en el Congreso no son simples coincidencias en votaciones, sino que ha habido contactos entre ambas formaciones para coordinar el voto y ver qué iniciativas podían salir adelante, sobre todo en el ámbito económico, que es donde hay más coincidencias entre ambas formaciones. Esto en la práctica equivale a reconocer a Junts como un interlocutor político válido, alguien con quien se puede hablar, negociar y acordar, y por tanto es una contradicción defender a la vez que su líder, Carles Puigdemont, deba ser detenido.
La prueba de que la actitud de Feijóo resulta hipócrita es que ni siquiera en su partido la acaban de entender; la primera, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, partidaria de no tener ningún tipo de relación con partidos independentistas. El PP catalán de Alejandro Fernández también está sumamente incómodo con estas alianzas, al igual que otras varones territoriales, que deben explicar a sus electorados que su partido busca los votos independentistas para ir contra Sánchez. El caso es que Feijóo y su entorno consideran positivo poder pactar con Junts porque así logran aprobar iniciativas legislativas e infligir derrotas en el gobierno español, pero no se dan cuenta de que se está abriendo una grieta en su discurso. Por tanto, lo que haría falta es adaptar el discurso a la praxis.
Este hecho le ha visto muy bien el propio Sánchez, que en su comparecencia para hacer balance del año señaló que el diálogo entre el PP y Junts era una victoria de su política de distensión, y en concreto del aprobación de la amnistía Mientras, Feijóo intenta quitar importancia a los acuerdos, pero en realidad todos sabemos lo que piensa porque lo dijo en un encuentro con periodistas hace un año, aunque después le obligaron a rectificar. En esa conversación distendida Feijóo se mostraba abierto a los indultos y reconoció que durante las conversaciones que mantuvo con Junts para la investidura estudiaron durante 24 horas la propuesta de amnistía Es decir, Feijóo sería partidario. de pasar página y entenderse con Junts y el PNV, como hizo José María Aznar, por cierto, pero no tiene fuerza interna suficiente para imponer esta línea en su partido. Esto le obliga a mantener un discurso cambiante ya veces errático, que desde fuera no ayuda precisamente a consolidar su perfil de líder. valiente y dar un paso adelante para defender sin complejos el diálogo y los pactos con Junts en lugar de intentar minimizarlos. hacerlo.