Hombres jóvenes de derecha (extrema): ¿cómo es el votante de Alvise Pérez?

BarcelonaDe entre las pocas sorpresas que nos trajo la noche electoral del domingo sobresalió la irrupción de una nueva formación política –una agrupación de electores, por ser más precisos– que entró con fuerza en el Parlamento Europeo con 3 eurodiputados y 4,6% de los sufragios. Estamos hablando, lógicamente, de Se ha Acabado la Fiesta (SALF), la marca del agitador digital Alvise Pérez.

El partido ha difundido su mensaje de manera casi exclusiva a través de las redes sociales, haciendo un gran énfasis en temas como la corrupción, la crítica a la clase política, los impuestos, la sobredimensión del estado o la inmigración, entre otros. Incluso sin tener específicamente ningún programa electoral, existe un amplio acuerdo en catalogar la formación como de extrema derecha y populista.

Una novedad en el panorama político

¿Quiénes son los votantes de Alvise? Aunque ésta no es una pregunta fácil de responder –la entrada del partido en las encuestas es todavía muy reciente–, la encuesta preelectoral del CIS para las elecciones europeas nos permite sacar unas pocas conclusiones. La encuesta se realizó este mes de mayo y entrevistó una muestra representativa de la población española de 6.434 personas.

¿Cómo lo hacemos? Primero, seleccionamos a todas las personas que decían que votarían la formación SALF. Segundo, en la encuesta casi la totalidad de personas dicen que votarán (una tendencia que es habitual) y, por tanto, eliminamos a todos aquellos individuos que dicen que tienen una probabilidad de votar en las elecciones al Parlamento Europeo menor a 10 (las que no dicen que votarán con toda seguridad). Con esto conseguimos enviar a la abstención un tercio de la muestra (la real fue del 50%).

Nos quedamos con 168 personas que dicen que votarán SALF. En términos descriptivos, los datos nos muestran a un electorado dividido casi a partes iguales: un tercio de los votantes se sitúa en el valor 5 de ideología (en una escala de 1, izquierda, a 10, derecha), casi otro tercio al centroderecha (6 y 7) y otro tercio en la extrema derecha (8 a 10). En términos de edad, observamos una sobrerrepresentación de jóvenes de entre 18 y 29 años, pero sobre todo de personas entre 30 a 39 años. Por último, el 75% de los votantes son hombres.

No convence a las mujeres

Una vez visto cuál es el perfil de su votante, nos preguntamos entre qué perfiles tiene más éxito el partido. El gráfico anterior nos muestra la probabilidad de votar al partido en función de la edad y el sexo. La línea horizontal muestra que la probabilidad de votar el partido entre las mujeres es uniformemente baja entre los diferentes grupos de edad. Sin embargo, entre los hombres vemos que es entre los 30 y los 35 años cuando es más probable apoyar la formación de extrema derecha.

El siguiente gráfico hace lo mismo, en este caso por ideología. Recuerde que hemos dicho que sus votantes estaban repartidos a partes iguales entre centro, centroderecha y extrema derecha. Ahora bien, cuando se trata de evaluar las probabilidades de voto, vemos que es especialmente entre las personas de extrema derecha en las que el partido lo hace mejor. ¿Y qué significa esto? Pues que aunque el apoyo electoral lo tiene repartido homogéneamente, es en la extrema derecha donde logra convencer relativamente a más votantes: alrededor del 7% de las personas que se consideran de extrema derecha tenían intención de votarle. Por último, vemos cómo no hay variabilidad en la probabilidad de votar SALF ni en función de los ingresos ni en función de los estudios.