La importancia de ser amigos antes que amantes
La historia de amor del escritor Albert Villaró
La primera persona a la que un escritor deja leer sus textos siempre es alguien importante, alguien frente a quien siente que puede mostrarse metafóricamente desnudo, sin editar. En el caso del escritor Albert Villaró, esa persona es Montse Ferrer. Aunque son parejas desde hace unos doce años, su relación se remonta mucho más atrás. Antes que amantes, fueron amigos. Se conocieron en 1993 cuando Villaró era archivero en el Ayuntamiento de la Seu d'Urgell. Montse acababa de incorporarse y el primer día se toparon en el pasillo. En este caso, sin que cayesen carpetas ni folios ni cafés por el suelo, como ocurre en las comedias románticas. Sin embargo, el momento sí fue especial para el escritor, que se sorprendió de encontrarla tan bonita. Desde ese día, dice Villaró, que se hicieron amigos.
Sus vidas transcurrieron en paralelo durante muchos años. Se casaron el mismo año –con otras personas– y fueron construyendo una amistad cada día más fuerte. Ya entonces, Montse era la primera persona que leía los textos de Villaró. “Cuando escribes, de algún modo te desnudas y te expones a un juicio. Con Montse sentía que podía hacerlo y que siempre me ayudaría a mejorar”, señala el escritor.
En el 2013, Villaró se separó de su mujer y alquiló un piso que, casualmente, estaba justo encima del piso de Montse, que ya hacía años que se había separado. Ambos tenían hijas del anterior matrimonio ya menudo compartían momentos juntos. “A partir de aquí todo pasó muy deprisa y de forma muy natural”, dice el escritor, que recuerda con especial cariño un concierto de Franco Battiato, que vivieron juntos como una epifanía de lo que significaban el uno por el otro.
“Montse es muy diferente a mí y eso me gusta. Es muy enérgica, extrovertida y simpática. Tiene muchas habilidades sociales que yo no tengo. Me fascina la forma que tiene de conectar con la gente y de hacer que todo el mundo se sienta muy bien cuando está con ella. Yo le digo que es como un Nokia, que va connecting people”, dice Villaró. En la relación que comparten, señala, el respeto es muy importante. “También la pasión, que está ahí desde el primer día, pero sobre todo el respeto. Todo el mundo es muy respetuoso con el carácter y las pequeñas manías del otro. Creo que a veces aquí las parejas más jóvenes se equivocan, o no lo llevan tan bien. Para mí es importante, esa madurez y ese asumir la vida con más calma, y estar por lo que realmente importa: la compañía, la solidaridad y las ganas de explorar la vida juntos”.