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La izquierda valenciana, en busca de los sucesores de Ximo Puig y Mónica Oltra

Diana Morant encabeza las travesías en el PSPV, y Compromís se centra en la creación de una federación que pacifique la vida interna de la coalición

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El secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, el exjefe del Consejo Ximo Puig, y la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades y posible candidata a liderar al PSPV, Diana Morant, en el acto en el que Puig anunció la convocatoria de un congreso extraordinario de la formación para renovar los liderazgos de la formación.

ValenciaVeinte años seguidos de gobiernos del Partido Popular. Esta es la cifra que atormenta a muchos dirigentes de la izquierda valenciana desde el 28 de mayo, temerosos de que el regreso del PP al Palacio de la Generalitat Valenciana, ahora acompañado de Vox, instaure un reinado conservador como el que inició Eduardo Zaplana el año 1995 y que sólo la crisis económica y la corrupción liquidaron en 2015.

Para derribar a los populares y sus socios ultras, el PSPV y Compromís tendrán que picar mucha piedra. Necesitarán una labor de oposición firme e ingeniosa que erosione al Consell, un objetivo que no han logrado en los seis primeros meses de mandato de Carlos Mazón. También requerirán nuevos líderes que hagan olvidar a dos referentes como Ximo Puig y Mónica Oltra. La tarea no parece fácil.

Después de un semestre de larga y pesada digestión de la derrota, los que ya han iniciado la renovación orgánica son los socialistas. Lo han hecho de la mano de quien todo lo manda en el PSOE, Pedro Sánchez, que ha impulsado el paso junto a Puig y, al mismo tiempo, ha postulado a la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, como su sucesora en la secretaría general del PSPV. La exalcaldesa de Gandia cuenta con el apoyo del entorno del exjefe del Consell, que en un habitual ejercicio de realismo, ha renunciado a su heredero preferido, el ex consejero de Hacienda Arcadi España. Puig sabe que una batalla contra el presidente es siempre difícil de ganar. Además, Morant, que representa una cierta continuidad en la apuesta por un socialismo valencianista, es una candidata que el político morellano y sus acólitos pueden digerir.

No son tan del agrado de Puig los otros dos aspirantes, los presidentes provinciales de Valencia y Alicante, Carlos Fernández Bielsa y Alejandro Soler, dos políticos mucho más jacobinos que la dirigente de la Safor. El primero es alcalde de Mislata y el segundo lo fue de Elche. Sus cargos orgánicos habrían permitido a Bielsa y Soler tejer alianzas hasta disponer del 60% de los apoyos en sus provincias o, esto es, al menos, lo que desde sus entornos cuentan en los medios de comunicación.

Aunque Morant parezca la favorita gracias al patrocinio de Sánchez, la carrera no tendrá ganador hasta que se acerque la celebración del congreso, previsto para el último fin de semana de febrero o el primero de marzo. A estas alturas son todo hipótesis, y es que para entender la fragilidad de cualquier pronóstico en el PSPV cabe recordar que un semidesconocido como el alcalde de Burjassot, Rafa García, obtuvo el 42% de los votos en la pugna por la secretaria general contra Ximo Puig dos años después de que éste recuperara la Generalitat para los socialistas.

Estrechar al PSOE, pero no romper la cuerda

En el caso de Compromís, el primer deber es encontrar una fórmula que rebaje las tensiones entre las tres formaciones que conforman la coalición, que en estos momentos es sólo electoral. Aunque desde Més, el partido mayoritario, se desea una fusión, la negativa de Iniciativa del Poble Valencià implicará la apuesta por una federación. Es una opción que no ilusiona a Més, pero que aceptan como la única posible.

En cuanto al liderazgo, no está previsto un relevo a corto plazo. Al menos, hasta que Més no celebre su congreso nacional el próximo octubre. A partir de entonces, y con el horizonte de las elecciones del 2027, se divisan dos posibles cabezas de lista, la diputada en el Congreso, Àgueda Micó, y el diputado en Les Corts, Vicent Marzà, dado que la intención de Joan Baldoví es no repetir como candidato.

Otra incógnita que afecta al futuro de Compromís es si Sumar renunciará a crear una estructura en todos los territorios del Estado. Si el partido de Yolanda Díaz desembarca en el País Valencià, la colaboración entre ambas formaciones peligrará. Finalment, y respecto a la estrategia política, la coalición tiene previsto marcar distancias con el gobierno español, com se ha evidenciado en la polémica por la ampliación del puerto de Valencia, pero sin romper la cuerda. Compromís no hará peligrar a la mayoría progresista en el Congreso. Su estrategia es clásica: "negociar hasta sacar lo máximo posible".

La dirigente de Compromís y diputada en el Congreso, Àgueda Micó, en una imagen de archivo.
El dirigente de Compromís y diputado en las Corts Valencianes, Vicent Marzà.
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