Hablemos de dinero

Jordi Romero: "Gané dinero antes de hacerme adulto, antes de saber que lo necesitaría"

El cofundador de Factorial repasa cómo es su relación con el dinero y el trabajo

Júlia Riera Rovira
3 min
Pau Ramon, Bernat Farrero y Jordi Romero, los fundadores de Factorial.

El empresario e ingeniero informático Jordi Romero (37 años) lleva una vida dedicada a la tecnología y la emprendeduría. Viene de una familia que no tenía "ni un duro", con una madre psicóloga y un padre arquitecto que le enseñaron con el ejemplo a "buscarse la vida". El mensaje, rememora, estaba claro: "Puedes hacer lo que quieras, pero tienes que luchar y te lo tienes que currar".

"Desde muy joven que ya me gustaba la idea de ganarme mi dinero y tuve varios negocietes", explica Romero. El primero fue cuando de muy pequeño descubrió en la peluquería cómo se fabricaba una loción para el pelo: "Dije «Yo también puedo hacer esto»", y decidió fabricarlo y venderlo. En la misma línea siguió en el instituto: con sólo 12 años, coincidiendo con la llegada. del primer ordenador en casa, empezó a arreglar impresoras y ordenadores a conocidos: "Hacía aplicaciones muy sencillas y acabé haciendo software" "De hecho, uno de los primeros proyectos serios fue una página web para una agencia de viajes de la mi prima y su socio, que, como no podían pagarme dinero porque tenía 13 años, me pagaron una escuela de inglés y el alojamiento en Londres durante tres semanas", detalla Romero.

En la universidad formalizó su trabajo como freelance ya los 23 años fue uno de los cofundadores de una start-up, donde trabajó como director de tecnología.

"Yo desde muy jovencito que tengo la sensación de que nunca necesitaré dinero, porque descubrí que podía generarlo. Siempre he tenido la certeza y confianza en mí mismo que sería capaz de ganarme la vida", apunta. También admite que desconoce la preocupación por el dinero: "Nunca lo he llegado a tener, porque gané dinero antes de hacerme adulto, antes de saber que lo necesitaría". Y, en esta línea, explica que vive en paz: "No soy un buen ahorrador, pero estoy tranquilo porque creo que soy un buen ganador. Entonces, como siempre he tenido la confianza de que puedo ganar el dinero que necesito, no me he preocupado por ahorrarlos".

Actualmente es el consejero delegado de la empresa que cofundó a los 27 años, Factorial, que automatiza procesos de administración en las empresas y que desde 2023 cuenta con la condición deunicornio, es decir, que está valorada en más de mil millones. Tiene más de cien trabajadores y la clave del éxito, asegura, es la resiliencia: "Te ayuda a tener capacidades intelectuales, pero no es necesario ser la persona más inteligente del mundo, es necesario ser la más persistente del mundo ". "También es necesario ser optimista para embarcarse en un proyecto tan ambicioso y difícil. Si siempre estás pensando en todo lo que puede ir mal, es imposible", explica.

En cambio, el ingrediente más difícil es la naturaleza humana: "La tecnología y los euros son racionales, fríos, se pueden modelar y predecir. Las personas son creativas, emocionales y tienen circunstancias personales fuera de tu control". Aunque la suya es una empresa puntera en innovación, tiene dificultades añadidas: "Es tentador dedicarse a cuidar lo que tienes y olvidarse de mirar qué viene ahora. Yo creo que es indispensable mantener siempre esa mentalidad de pionero y de "explorador", dice.

Controlar gastos

En cuanto a las finanzas personales, lo tiene bien claro: "Creo que gasto mucho menos que la gente que está en la misma horquilla de ingresos que en la que estoy yo. Soy más bien poco gastador, pero siempre he disfrutado de la vida. Y desde pequeño, si una actividad me apetece, la hago, y si esto ha sido el 100% del dinero que tengo, también lo he hecho". Sin embargo, Romero vive de alquiler: "Vivir de propiedad es una mala decisión financiera en la mayoría de los casos. Yo soy una persona racional y vivo de alquiler en Barcelona; si alguna vez me compro una vivienda para vivir, lo haré desde de un punto de vista exclusivamente emocional".

Ahora bien, si de algo se arrepiente el informático es de no haber empezado a invertir antes: "Cuando empecé a cobrar miles de euros en la adolescencia me hubiera gustado poner el 20% de lo que ingresaba en una cuenta de inversión". De hecho, así lo hizo al instante que nació su hija: "En cuanto tuvo documento de identidad, le abrí una cuenta de inversión y metí mil euros para poder contárselo. cuando tenga uso de razón".

¿Cómo se ve dentro de cinco años? Romero responde que al frente de Factorial: "Aprendiendo con un trabajo nuevo, porque al final mi trabajo es nuevo cada seis meses, e, idealmente, con una empresa mucho mayor, con una posición mucho más fuerte en el mercado".

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