Josep Maria Mainat: "Si condenan a Angela por intentar matarme, será uno de los días más tristes de mi vida"

Barcelona"Creo recordar que dije: «Ella me ha intentado matar». Es la sensación que tuve en ese momento. Tampoco es que fuera al 100% consciente de todo, pero analizando… Me ha puesto unas inyecciones que no esperaba, y me he despertado a cero de azúcar. La deducción rápida fue que había sido culpa de las inyecciones". Así ha explicado este lunes el productor de televisión Josep Maria Mainat cómo su expareja Angela Dobrowolski presuntamente le inyectó insulina, sabiendo que es diabético, con la intención de matarle.

Este lunes ha comenzado en la Audiencia de Barcelona un juicio en el que la Fiscalía reclama una condena de 16 años de cárcel para Dobrowolski, que ya cumple condena por falsificar cheques a nombre de su exmarido. Desde el pasado viernes, lo hace la cárcel de Brians 1, donde se la trasladó después de que le pillaran en un intento de escapar de Wad-Ras. Mainat, personado como acusación particular, pide una pena de 14 años de cárcel, mientras ella aspira a salir absuelta. El intento de asesinato que la vuelve a llevar al juzgado tuvo lugar la noche del 22 al 23 de junio del 2020, después de que esa misma tarde Mainat le avisara de que al día siguiente formalizaría el inicio del procedimiento del divorcio que por ella suponía, también, quedarse sin herencia alguna del patrimonio del productor.

Según ha explicado Mainat, su último recuerdo antes de que el servicio de emergencias le reanimara es que Dobrowolski, entonces su esposa, le despertó de madrugada para ponerle unas inyecciones. De hecho, los mismos sanitarios que le atendieron creyeron "imposible que no fuera provocado" que el hombre alcanzara unos niveles tan bajos de azúcar en sangre (10 mg/dl). Ese día Mainat dormía con sus dos hijos pequeños, y cuando los sanitarios pidieron si había algo de azúcar en casa, fueron ellos quienes trajeron refrescos y helados de la cocina. En cambio, Dobrowolski no le ayudó. "No recuerdo si dijo que en casa no había azúcar o si estaba bloqueada", apuntó Mainat.

En este sentido, la Fiscalía acusa a Dobrowolski de llamar a emergencias para encubrir su delito tras esperar a que el azúcar en la sangre de Mainat (que medía con un glucómetro) llegara a un punto en el que ya "sería imposible prácticamente salvarle la vida". Igualmente, Mainat ha recordado parte de su conversación con los sanitarios al día siguiente. "Me dijeron que estuve en riesgo de muerte, sí. Que tenía suerte de estar bien de salud y tener un corazón fuerte, porque con ese nivel de azúcar mucha gente muere o queda en coma", explicó.

"Quiero pensar que se arrepintió"

Mainat afirmó que quiere que condenen a su exmujer "si realmente" le intentó asesinar. "Pero si el tribunal la condena será uno de los días más tristes de mi vida. No pienso que habría ganado, pienso que habría perdido", ha dicho en el tramo final de su declaración. Ante el tribunal, hizo referencia varias veces al "estado mental alterado" de su expareja, con quien comparte dos hijos de 9 y 12 años, y varias veces dijo que cree que esa noche ella iba "colocada" .

Antes de sentarse ante el tribunal, Mainat se ha detenido para mirar a Dobrowolski en la cara. Afirmó que uno de los interrogantes que espera resolver con este juicio, que durará al menos otros dos días, es "por qué entró 13 veces en la habitación y acudió tanto a la cocina" antes de ponerle las inyecciones. También a partir de lo que ha visto en las cámaras de seguridad de su casa, Mainat se pregunta por qué cuando tuvo la hipoglucemia no se fue a la cocina, que sería "lo lógico" para buscar con qué ayudarle . "Me cuesta mucho aceptar que alguien que ha estado 10 años conmigo hiciera esto para asesinarme", ha señalado, y ha añadido: "Quiero pensar que se arrepintió, pero no lo sé".

En el glucómetro que Mainat siempre tenía en casa quedaron registradas varias medidas de esa noche. Las hizo Dobrowolski y todas ellas dieron resultados que indicaban que el hombre sufría una hipoglucemia grave y necesitaba atención médica urgente. Sin embargo, el último registro es de 154 mg/dl. Esta última medida se hizo cuando los sanitarios estaban ya en casa del productor, y las acusaciones creen que Dobrowolski se midió el índice de azúcar en la sangre a sí misma para dejar un último dato que no fuera sospechoso. No sabía que el glucómetro guarda el historial no sólo de la última medida, sino también de las anteriores.

Así, para la acusación es relevante que Dobrowolski tiene conocimientos médicos y, de hecho, en ese momento estudiaba el último curso del grado de medicina, que no terminó. Además, conocía bien a Mainat porque eran pareja desde hacía años y sabía que no le convenía una inyección de insulina. De hecho, este lunes el productor ha aclarado que nunca lo tenía en casa.

Correos de divorcio

Mainat también ha explicado que llevaba más de seis meses tomado la decisión de separarse, pero aún no habían puesto en marcha los trámites legales. A lo largo de ese tiempo, Dobrowolski vivía en otro lugar, pero a menudo se quedaba a pasar la noche en casa de Mainat para pasar tiempo con los dos hijos que tienen en común. Durante el último mes, ella se había colado varias veces en el ordenador de su exmarido y en su correo, y por eso las acusaciones también le atribuyen un delito de descubrimiento de secretos.

Él lo notó porque encontró en la papelera del correo mensajes que había intercambiado con sus abogados y se habían reenviado, sin él saberlo, a Dobrowolski. Había documentos sobre la petición de divorcio, su herencia y su patrimonio. Por eso, ella sabía que se quedaría sin herencia si Mainat moría cuando ya estaban divorciados o en trámites de divorcio, que él pensaba poner en marcha al día siguiente. "Se lo tomó muy mal, entró en estado de pánico, empezó a hiperventilar. Me asusté un poco porque nunca la había visto tan alterada", recordó el productor sobre la discusión que tuvieron esa misma tarde a raíz de su divorcio.

"He visto a mi padre herido millones de veces"

Este lunes también ha declarado el actor Pol Mainat, hijo de Josep Maria Mainat y la actriz Rosa Maria Sardà, quien él mismo ha recordado que murió la misma semana del intento de asesinato a su padre. "Llegué a Quirón a primera hora. Estaba tumbado, tenía la misma mirada que mi madre hacía tres días. Creo que no había muerto de milagro. Como lo había visto tan reciente, me acojoné". También ha explicado la sorpresa de los médicos por la hipoglucemia de su padre, de quien ha recordado: "Me dijo "Me ha intentado matar, tío. Me ha jodido una inyección que no me esperaba"".

También ha explicado que Dobrowolski quiso visitar a su exmarido en la clínica, donde estuvo ingresado hasta la mañana siguiente, pero la familia lo evitó e incluso puso seguridad privada en la habitación. "Es tanta locura, es como un diablo, no sabes qué puede llegar a pasar", ha dicho Pol Mainat al recordar esta decisión. "Creo que es de esas cosas que piensas «En nuestra casa nunca va a pasar». Pues ha pasado".

En aquella época, ha dicho, su padre ya estaba triste y había hecho un "bajón personal". "Le maltrataba psicológicamente, le lanzaba cosas a la cabeza", ha dicho en referencia a la agresión de Dobrowolski a Mainat un año antes del intento de asesinato y que ya se juzgó en otra causa en la que ella aceptó una condena de ocho meses de prisión. "He visto a mi padre herido millones de golpes. No logró matarle, pero hemos tenido un problema familiar gravísimo", concluyó.