Crítica de series

La serie 'secreta' que Amazon ha estrenado por error es la comedia del verano

'El jurado' es un falso documental sobre un juicio que da un vuelco humanista a la esencia de los 'realities'

3 min
Fotograma de la serie de Amazon 'El jurado'
  • Lee Eisenberg y Gene Stupnitsky para Amazon Freevee
  • En emisión en Amazon Prime

Estos últimos días, las redes sociales seriéfilas han hervido con el estreno sorpresa de El jurado en Amazon Prime. La plataforma subió sin previo aviso una de sus producciones originales más esperadas para retirarla a las pocas horas. Rectificó después de las protestas y ahora vuelve a estar disponible. El jurado no aparecía en la previsión de estrenos de finales de julio, y todo apunta a que Amazon lo ha estrenado antes de tiempo por error. En Francia, por ejemplo, no llegará hasta finales de agosto. El lío ha incrementado el aura de serie de culto de esta producción que Amazon rodó en secreto en 2022, estrenó esta primavera en Freevee, su servicio gratuito en Estados Unidos, y ya cuenta con varias nominaciones a los Emmy .

El tándem de Lee Eisenberg y Gene Stupnitsky ha creado un falso documental que desvela su naturaleza ficticia desde el inicio. El jurado sigue desde dentro el funcionamiento de una de las instituciones fundamentales de la democracia estadounidense, pero lo hace con un par de particularidades. Todo el juicio que vemos es una puesta en escena. Acusado, demandante y juez son actores. También once de los doce miembros del jurado. La clave está en el duodécimo integrante, Ronald Gladden, un joven que está convencido de formar parte de un jurado auténtico cuyas deliberaciones son seguidas por el equipo de rodaje de un docureality. Estos condicionantes hacen creíble para Ronald que se le someta a una serie de restricciones, como la incautación del móvil o el aislamiento del exterior, que facilitan sumergirlo en este universo al estilo de El show de Truman, sin que pueda comprobar su veracidad.

Dado que reconstruye de la forma más verosímil posible un juicio, El jurado no deja de ofrecer en primer lugar una mirada introspectiva al funcionamiento de ese sistema. Como constata una de las mujeres del jurado, la mayoría de casos que se presentan ante un tribunal no desprenden la fascinación morbosa de un true crime, sino que son procesos administrativos banales y cargantes. Así, El jurado también da la vuelta a las dinámicas de los formatos televisivos judiciales desde una antiépica que tiende al absurdo. Ronald asume con cierta estupefacción las anormalidades que le rodean. Por ejemplo, coincidir con un actor famoso como James Marsden (el Ciclop deX-Men), que se encarna a sí mismo en registro autoparódico, o que otro de los jurados sea un joven transhumanista que incorpora a su cuerpo dispositivos tecnológicos como el pantalón-silla. Los creadores a veces fuerzan demasiado el sustrato cómico de la propuesta y en algunos momentos cuesta creer que el protagonista no sospeche de todo. Pero la mayoría de intérpretes mantienen siempre a su personaje en el territorio de la verosimilitud. La serie incluso se permite apariciones estelares como la de la crack de la comedia Lisa Gilroy, hilarante en el papel de testigo megapija de la acusación.

Voto de confianza en el ser humano

A medida que avanzan los ocho episodios deEl jurado, se va haciendo evidente cómo estamos ante una obra que no se conforma sólo en experimentar con los efectos de introducir a una persona real en un universo de ficción, como han hecho, con variantes, otras series recientes tipo Los ensayos. Lejos de las comedias postmodernas o de los reality, siempre dispuestos a hurgar en las miserias humanas, aquí existe una clara reivindicación y celebración del protagonista como hombre normal y corriente que, ante una serie de situaciones inesperadas e impuestas, responde siempre con empatía, buen humor y responsabilidad. El jurado no es sólo la serie cómica del verano, también una apuesta por renovar nuestro voto de confianza en la condición humana.

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