BarcelonaRonald Koeman respiraba tranquilo desde el banquillo cuando veía que sus jugadores marcaban el segundo y el tercer gol contra el Elche y sentenciaban el partido. Así se quitaba fantasmas de encima como los del fin de semana contra el Cádiz. La victoria, cocinada en una segunda parte “con ritmo, profundidad y un juego mucho mejor”, permite que los azulgranas recuperen la tercera posición del campeonato, pero también deja a un futbolista señalado, Miralem Pjanic, sustituido en el descanso después de una actuación decepcionante en los primeros 45 minutos.
El técnico le dio un tirón de orejas al centrocampista bosnio, debutante esta temporada en el Barça y que todavía no ha ofrecido un buen rendimiento desde que está en el Camp Nou. Koeman habló de él en la rueda de prensa haciendo equilibrios para dejar las cosas claras sin sentenciarlo: “Tiene que mejorar en ritmo de pelota y en posición. Lo que pasa es que a veces parece que si cambias a un jugador él es el culpable, y no es así”. Y aclaraba que había hecho entrar a Dembélé porque necesitaba “profundidad y abrir el campo”.
Koeman intentó repartir las culpas explicando que en el primer tiempo todos los jugadores estuvieron “flujos y sin ritmo de pelota”, a pesar de tener “buena actitud” y dos ocasiones claras para avanzarse. En cambio, aplaudió la reacción de sus jugadores después del descanso, especialmente la de Messi, que lideró el triunfo con dos goles y participando en la jugada del tercero. “Sigue teniendo una efectividad impresionante”.
