Lluís Llach se impone por poco a Josep Costa en la primera vuelta para presidir el ANC

BarcelonaLluís Llach o Josep Costa. Ésta es la cuestión. La presidencia de la Asamblea apunta a uno de los dos activistas, cuando en siete días se renovará la nueva dirección de la entidad. El cantautor ha recibido 3.268 votos de los socios, mientras que el exdiputado de Junts ha recibido 3.105. Llach es la apuesta de los críticos para pasar página en la lista cívica, mientras que el exvicepresidente de la mesa del Parlament es la esperanza de la dirección actual para evitar sucumbir al dictado de los partidos, como creen que ocurrirá si se imponen los primeros. Costa no firmó el manifiesto de los críticos, pero nunca escondió que la lista cívica no era suficiente, que había que repensar la estrategia del independentismo no solo desde el punto de vista electoral.

Ambos dirigentes han sido los más votados por los socios de la ANC, pero ahora será el resto de secretarios que han salido escogidos quienes decidirán quién tomará el relevo de Dolors Feliu al frente de la organización, así como el nuevo vicepresidente, tesorero y secretario. Será el próximo sábado. Unos cargos que deben recibir el visto bueno de dos tercios del secretariado (48), con la voluntad de que la cúpula escogida sea de consenso. Todo ello en medio de una organización dividida a raíz del impulso, abortado, de presentar batalla en el Parlamento. Una división que se mantiene.

Analizando los resultados, hay una treintena de secretarios de cada bloque y una decena de indeterminados, aunque entre los más votados haya personalidades que han rechazado la lista y que se presentaron con el objetivo de aprovechar el su prestigio entre las bases independentistas por rehacer relaciones con partidos y entidades independentistas y rehuir de aventuras electorales. Hablamos de Julià de Jòdar (2.240), Antoni Strubell (2.103), Pep Cruanyes (2.060) y Jordi Pesarrodona (2.017), que han sido los otros cuatro secretarios más votados después de Llach y Costa. De hecho, el coordinador de la comisión de estrategia y discurso, Uriel Bertran, firme partidario de la lista cívica, ocupa la séptima posición, a mucha distancia, con 1.236 votos, justo por detrás de Joan Matamala (1.510), también opositor a impulsar una plataforma electoral desde la entidad.

Pero en el resto del secretariado la cosa está más igualada. Entre los secretarios que dimitieron por la puesta en marcha de la lista cívica no han sido reelegidos Lluís Sobrevia, también por el blog nacional, o Albert Coll, mano derecha de Llach, por el bloque de Girona, o Juan Carlos Manzanero, por Barcelona. Y sí que han sido elegidos un buen grueso de secretarios que se mantuvieron en la dirección como Conxita Bosch, Núria Macià, Mariana Muchnik, Alberto Llorenç Mariño, Josep Selga, Tomás Torrent, Neus Alsina, Marta Ortolà y David Miñana. También Joan Mollà, el socio que puso la primera piedra de la lista cívica. Hay partido, pues. La voluntad de los críticos de asumir el control de la entidad y aprobar una nueva hoja de ruta y modificar los estatutos para despejar cualquier opción de volver a intentar presentarse a unas elecciones no será un paseo triunfal.

Castro y Pesarrodona, los más votados que no pudieron ser presidentes

Y no siempre los candidatos que han sido los más votados han acabado siendo presidentes. Carme Forcadell sí lo logró, pero Liz Castro no, aunque tanto en el 2015 como en el 2016 fue la que más apoyo recibió de los socios. El elegido por el secretariado fue Jordi Sànchez, que se impuso por un treintena de votos la primera vez y sólo por cinco al año siguiente. La sucesora de Sánchez, Elisenda Paluzie, sí fue la presidenta tras ser la más votada tanto en 2018 como 2020 y recibir el aval de los secretarios. No quedaría en primer lugar, en cambio, Dolors Feliu en las elecciones del 2022, en las que es impuso por más de un centenar de votos de diferencia a Jordi Pesarrodona, que acabaría siendo vicepresidente por la apuesta del secretariado por la actual presidenta, que como avanzó el ARA ha decidido no optar a la reelección. Ahora habrá que ver si Llach logra ser quien reciba más apoyo en ambas votaciones, pero también ver quien acaba ocupando la vicepresidencia.