Microsoft Bob, la chapuza que engendró la Comic Sans

Era un programa que simulaba ser una casa para acercar el ordenador a los usuarios más noveles

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Microsoft Bob, la chapuza que engendró la Comic Sans

“Ahora hace veinte años creé la mejor tipografía de letra del mundo”, dice Vincent Connare con una sonrisa burlona nada más empezar su discurso. La sala de conferencias estalla a reír. "Bueno, siempre me he sentido atraído por las cosas que no gustan", aclara. Connare es uno de los invitados estrella de la edición de 2015 del evento que cada año organiza la revista tecnológica estadounidense Wired con artistas, programadores y emprendedores que quieren revolucionar el mundo. Quizás su nombre no te suene de nada, pero es el creador de una de las tipografías más odiadas del mundo: la Comic Sans. “Entré a trabajar en Microsoft en 1993, en un momento en que las empresas informáticas apenas comenzaban a trazar estrategias para entrar en las casas”, recuerda Connare. La compañía centraba todo el esfuerzo en crear el sistema operativo Windows95 y las aplicaciones que formarían parte. Durante meses, Connare se encargó de diseñar sus fuentes tipográficas.

“Un día Tom Stevens, uno de los gestores de proyectos, vino a verme para pedirme la opinión sobre las tipografías que había decidido utilizar para una nueva aplicación que preparaban”, añade el diseñador. Se trataba de Microsoft Bob, un programa pensado para acercar el ordenador a usuarios que nunca antes lo habían utilizado. Con un entorno ilustrado y relleno de colores, la aplicación simulaba el interior de una casa, con habitaciones y objetos. Así, si el usuario quería acceder al editor de textos, sólo tenía que clicar en la libreta que había sobre una mesita del comedor; si, en cambio, prefería consultar la agenda, debía clicar en el calendario que colgaba de la pared, justo encima de la chimenea. Los objetos se podían mover de sitio, se podían eliminar los que no se necesitaban, cambiar el diseño de la casa y redistribuir sus habitaciones. Además, el usuario siempre estaba guiado por un perro, Rover, que a través de grandes bocadillos daba instrucciones y recomendaciones. “Todo el programa utilizaba la tipografía Times New Roman, pero a mí no me gustó nada -explica el diseñador-. De toda la vida los bocadillos incluían un estilo de letra como el de los cómics de Marvel, hecho a mano y con formas más redondeadas”. La creó de cero, pero los directivos la consideraron demasiado informal.

Hoy, de Microsoft Bob tan sólo ha quedado la tipografía Comic Sans y el perro, que reapareció en la herramienta de búsqueda de archivos de Windows XP. La aplicación se estrenó el 11 de marzo de 1995 ya principios de 1996 la compañía ya había dejado de apostar. Una de las causas de la muerte fue, precisamente, el estreno de Windows 95 pocos meses después. “Los usuarios se acostumbraron a la imagen profesional y ordenada que ofrecía el entorno del nuevo sistema operativo, mientras que Microsoft Bob ofrecía una imagen infantil y abigarrada”, explica Ernest Solé, profesor del área de operaciones y tecnología de la UPF – Barcelona School of Management. Pero éste no fue el único problema. “El programa pesaba tanto que muchos ordenadores de la época no tenían suficiente potencia para manejarlo”, añade. La revista PC World catalogó a Microsoft Bob como la séptima chapuza tecnológica más grande de todos los tiempos y el portal Cnet le situó como el peor de la década.

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