¿Por qué el miedo a la oscuridad comienza a partir de los 2 años?

BarcelonaLa oscuridad es uno de los miedos más habituales entre los niños. Suele empezar entre los 2 y 3 años y se alarga hasta los 8 o 9 años, según explica Sylvie Pérez, profesora de los estudios de psicología y ciencias de la educación de la UOC. ¿Pero por qué comienza? ¿Qué puede hacer la familia para ayudarle a minimizarla?

¿Por qué surge?

A partir de los dos años es cuando comienza el desarrollo del lenguaje de un niño y su capacidad de imaginación; por tanto, también empiezan a surgir los miedos. "Si teme a la oscuridad es porque se siente indefenso o inseguro", apunta la psicopedagoga. "De hecho incluso es adaptativo que la criatura muestre que tiene miedo a las cosas, porque eso quiere decir que empieza a anticipar el peligro; por tanto, como padres no debe preocuparnos que tenga ese miedo", añade.

¿Cuáles son los motivos?

Hay varios motivos por los que una criatura suele tener miedo a la oscuridad. Los más habituales son por un exceso de protección que hace que muchas veces se sienta insegura; por cambios, como ponerla en una nueva habitación cuando nace un hermano o cambiar de casa y, por último, para ver ciertas imágenes o noticias en televisión. "Los adultos sabemos gestionarlo, pero un niño no tiene suficientes herramientas todavía", alerta la experta.

¿Cómo se puede minimizar?

Hay varias pautas que pueden ayudar a tener menos miedo: que el niño tenga un peluche o una mantita a la que aferrarse para darle seguridad, o enseñarle cómo encender la luz para salir de la oscuridad. La psicóloga no es partidaria de dejar la luz abierta cuando se acuesta, pero en caso de que se recurra a esta táctica, recomienda que sea una luz muy tenue y que se utilice esta pauta durante un tiempo determinado. Por último, también recomienda seguir rutinas: "Es clave entrar en situación de calma antes de acostarse", apunta.

¿Cuáles son los errores más habituales de los padres?

Reír y enfadarse con el niño. "Hay que pensar que está en desarrollo y que por su cabeza pasan muchas cosas", detalla la experta. Otro error habitual es comparar criaturas: "No ayuda nada que se diga que otro niño con 4 años ya no tiene miedo a la oscuridad y tu hijo con 7 sí", ejemplifica.

Qué pasa si a los 9 años continúa con el mismo miedo?

Si el miedo se prolonga, explica Pérez, puede que el niño sea más inseguro y tenga otros patrones de inseguridad. "Si sólo es con la oscuridad, hay que mirar que no se haya convertido en una fobia, en cuyo caso se debe consultar con un experto para tratarla", especifica.

Cómo detectar que ha pasado a ser una fobia?

"Tener miedo es natural, pero si se convierte en terror o impide hacer cosas al niño deja de ser normal", indica la profesora de la UOC. Detectarlo es relativamente sencillo porque es una "reacción muy orgánica: sudoración, palpitaciones, como una especie de estado de ansiedad", añade.