Los 15 mejores cómics de 2024
Ciencia-ficción, manga feminista, humor, cómic experimental y un Lucky Luke extraordinario: la elección del ARA
BarcelonaElUlises del cómic moderno. Una pionera del manga feminista. La antología más esperada del genio del dibujo humorístico del siglo XX. Elegimos las 15 mejores historietas de 2024, obras extraordinarias de todos los géneros publicadas el año en que nos hemos despedido deAkira Toriyama, Enrique Ventura, Ed Piskor, Martí y Onliyu, entre otros.
Gláfira Smith (Payés Editores)
Dibujada desde las entrañas y el corazón por Glàfira Smith, Trufa no es sólo la historia de un perro fiel y un amo escurridizo, sino de las intermitencias afectivas de un matrimonio y del amor sin reproches de una hija hacia su padre imperfecto. La primera novela gráfica de la ganadora del 3er Premio ARA de Cómic es uno de los debuts del año. Edición en catalán
Jonathan Hickman y Marco Checchetto (Panini)
¿Cómo revivir a un personaje que lleva medio siglo congelado en el formol de su propia mitología? La solución de Jonathan Hickman es simple y elegante: convertir a Peter Parker en un padre de familia en la treintena con dos hijos y sin traumas ni superpoderes. La tardía manifestación de su destino arácnido nos regala la versión más excitante del héroe y de su universo en décadas.
Karla Palomas (Alpha Cómic)
Qué gozo descubrir una nueva voz del cómic underground que mana fresca y limpia. Como una Julie Doucet más punk, la danesa Karla Palomas parte de su vida en un Berlín precario de mercados de artesanía y dragones imaginarios para despachar historietas en las que la comedia y el delirio se abrazan con ternura. No habría desentonado en las páginas deEl Víbora de la época dorada.
Jaime Martín (Norma Editorial)
Completada su trilogía de la memoria familiar y personal, Jaime Martín recorre los caminos pedregosos de montaña en busca de las trementinaires que vendían remedios de masía en masía durante el siglo XIX. Más cuento gótico que drama histórico, Un oscuro manto dibuja la transmisión en paralelo del saber y de los prejuicios, de la vida y de la muerte. Edición en catalán
François Schuiten (Libros del Zorro Rojo)
Es el año de los perritos. retriever de pelo brillante, François Schuiten sintió la necesidad de dibujarlo cada día. A través del lápiz, el aclamado autor de Las ciudades oscuras invoca al animal y seca la pena que le agobia. Un emocionante tratado sobre el luto y la conexión profunda que pueden establecer perros y humanos.
Marina Sáez (Ventanas/Garbuix)
La mención especial del Premio Finestres 2023 es un precioso homenaje a las abuelas con quien la autora coincidía en la piscina. Sáez observa su cotidianidad con un sentido del humor casi punk, sin condescendencia ni ramplón, y con un dibujo que seduce por la naturalidad y la luz que irradian los colores. Edición en catalán
Yamada Murasaki (Salamandra)
Yamada Murasaki fue una de las primeras mangacas en representar el mundo interior de las mujeres japonesas desde una conciencia feminista. Una mujer de espaldas, su primera obra publicada en el Estado, captura la soledad y enajenación de un ama de casa en varias escenas de su vida doméstica dibujadas con un trazo sencillo y mucha empatía.
Lorenzo Montatore (Ecc)
Más que leerse, esta biografía sui generis de los Talking Heads se baila. Prescindiendo de las palabras, los dibujos conectan con el ritmo y la música de los de David Byrne y, de rebote, con la experiencia de enamorarse de un grupo. El cómic más personal y radical de Montatore es una nueva obra maestra.
Camille Vannier (Astiberri)
Camille Vannier, reina de la autobiografía trash, recoge en Inbécil un catálogo de sus anécdotas más lamentables e hilarantes, divididas en tres partes –roina, loser y borracha– y narradas sin pudor y con un gran instinto humorístico. Su arte es poco ortodoxo pero extraordinariamente expresivo y libre, y ella es una de las mejores dibujantes que hay en Cataluña.
Josep Coll (Norma)
El año del centenario de Josep Coll, quizás el dibujante catalán de humor más fino del siglo XX, no ha tenido ningún eco institucional, pero al menos ha servido para ver publicada la primera antología de páginas de Coll que hace justicia a su dimensión cultural, con una gran selección de originales a cargo del especialista Luis Garbayo Erviti, que también firma un extenso ensayo sobre el dibujante del TBO.
Blutch (Kraken)
Tras reinterpretar una treintena de clásicos del cómic en Variaciones y de retomar la serie de Tif y Tondu, Blutch realiza su versión de Lucky Luke maravillosamente dibujada ya la altura del legado de Morris y Goscinny. Sin renunciar a su estilo, el autor francés firma una historia de ritmo vibrante, gags divertidísimos y el punto justo de modernidad.
Manu Larcenet (Norma)
Ésta impresionante adaptación de la novela homónima de Cormac McCarthy captura la devastación silenciosa del día siguiente al apocalipsis, un paisaje del horror en el que resuena la desesperanza del padre y el hijo que deambulan como náufragos por un mundo abyecto y hostil. Magistral y abrumador, el trabajo gráfico de Manu Larcenet deja sin aliento. Edición en catalán
Julia Wertz (Errata Naturae)
Alcohólica funcional a los 26 años, Julia se bebía dos botellas de vino todos los días cuando se dio cuenta de que tenía un problema. Pero más que las típicas memorias sobre el difícil camino hacia la sobriedad, Los incorregibles es una historia sobre madurar y hacerte cargo de tu vida, narrada con mucho humor y honestidad por una gran del cómic norteamericano actual.
Albert Monteys (Panel Syndicate/Astiberri)
Las tres historietas recogidas en el magnífico segundo volumen deUniverso confirman Albert Monteys como maestro de la ciencia ficción en viñetas. No es sólo el alud de ideas y la espectacularidad del dibujo, sino la exigencia con la que aporta conceptos nuevos y excitantes que dinamitan las convenciones de un género a menudo abocado al reciclaje infinito. Edición online en catalán
Olivier Schrauwen (Fulgencio Pimentel)
Si a Ulises Leopold Bloom paseaba por Dublín, el protagonista de Domingo flamenco ni siquiera abandona su piso durante la jornada anodina que Olivier Schrauwen dibuja en esta obra monumental que va más allá del costumbrismo para capturar el tejido mismo de la conciencia y de la vida en su vulgaridad esplendorosa. Las divagaciones del protagonista y las acciones de otros personajes se mezclan con recuerdos desenterrados del inconsciente y fantasías de una mente progresivamente intoxicada en esta obra maestra del autor moderno que, junto con Chris Ware, más ha hecho para expandir el lenguaje del cómic.