Los Mossos lo tenían todo previsto para llevar a Puigdemont detenido en Madrid
Habían pedido permisos para llevar a agentes armados fuera de Cataluña e incluso habían reservado hoteles
BarcelonaPese al fracaso del operativo, los Mossos d'Esquadra lo tenían todo preparado por si conseguían detener al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont en su regreso a Catalunya coincidiendo con el debate de investidura de Salvador Illa. Incluso se había preparado el dispositivo para llevarlo a Madrid, aunque no tenían ninguna petición concreta para ello. Así se desprende del informe que el comisario jefe, Eduard Sallent, ha enviado al juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, quien reclamó explicaciones al cuerpo sobre el dispositivo que se había montado para arrestar a Puigdemont.
En el informe, los Mossos detallan que habían previsto diferentes itinerarios para llevar al expresidente a la Ciudad de la Justicia a la espera de la resolución que adoptara el juez Llarena. Un traslado que se efectuaría con un vehículo de paisano escoltado por dos vehículos con agentes del Grupo Especial de Intervención (GEI). Pero la policía catalana se adelantó a la resolución que pudiera tomar el magistrado y también había previsto su traslado a Madrid.
Así, el informe revela que Puigdemont habría sido conducido hasta la capital española con un vehículo no logotipado con agentes de la Comisaría General de Información (CGINF) acompañado también de dos vehículos con agentes del GEI. En este sentido, se tramitaron las peticiones correspondientes para desplazar a efectivos armados de los Mossos fuera de territorio catalán. Y no sólo eso. La policía catalana incluso había reservado habitaciones de hotel en Madrid para que pudieran descansar a los agentes encargados de llevar al expresidente ante la justicia española, una vez fuera puesto a disposición del Tribunal Supremo.
Veto a entrar en el Parlament
Por su parte, el informe policial también revela que el presidente del Parlament, Josep Rull, evitó que los Mossos d'Esquadra entraran en el interior de la cámara catalana el día antes del debate de investidura para inspeccionarlo. Éste era uno de los escenarios que la policía catalana tenía sobre la mesa después de que Rull señalara previamente que impediría que Puigdemont fuera detenido dentro del Parlament para que pudiera ejercer sus derechos como diputado. "Se consideró que se podría estar organizando una operación con la ayuda y complicidad del personal del Parlamento y con la autorización del propio presidente del Parlamento que tuviera como objetivo permitir el acceso al interior del edificio sin que [Puigdemont] fuera detectado por los Mossos", detalla el informe.
Ante este supuesto, los Mossos pidieron entrar en el Parlament y poder registrar las dependencias para descartar que el expresidente ya estuviera dentro, pero los "responsables del Parlament", según el informe, no facilitaron que se pudieran realizar estas actuaciones y pidieron una petición por escrito del mismo comisario jefe. Fuentes del Parlament exponen al ARA que autorizaron el registro el mismo día 8, como se hace siempre que hay llenos importantes, pero que reclamaron a los Mossos que justificaran la excepcionalidad de hacerlo un día antes sin que éstos lo concretaran.
La petición de Sallent se envió al presidente Josep Rull y, según consta en el informe, desde el Parlament se denegó la entrada de la policía por falta de "personal laboral adecuado" para acompañar a los Mossos. Esto, asegura Sallent en el documento, "reforzó las sospechas sobre un posible acceso del señor Puigdemont al Parlament de forma previa al debate". Pero la sospecha, como se pudo comprobar, era infundada. No fue hasta las 7 de la mañana del mismo día 8, cuando los Mossos pudieron "realizar una requisa en el interior del Parlament y en las zonas exteriores por parte de la unidad canina y subsuelo" sin frutos y poco antes de las 9 de la mañana Puigdemont aparecía por la calle Trafalgar.