Casi seis puntos menos de participación hasta las 14 h en las elecciones de Extremadura: ¿a quién puede perjudicar?

El PP aspira a no tener tanta dependencia de Vox y confía en que los comicios sean la “primera estación” de un “efecto dominó”

María Guardiola vota en un colegio electoral en Cáceres
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MadridExtremadura da el pistoletazo de salida a un nuevo ciclo electoral. Después de dieciocho meses sin ir a las urnas, las elecciones anticipadas convocadas por la presidenta María Guardiola (PP) –por la imposibilidad de acordar con Vox los presupuestos autonómicos– serán las primeras de una nueva batería de comicios que volverán a medir las fuerzas de PP y PSOE. Les seguirán las de Aragón –que serán el 8 de febrero–, las de Castilla y León –previsiblemente el 15 de marzo, la fecha límite para celebrarse– y las de Andalucía –que deberían ser en junio–. De hecho, Alberto Núñez Feijóo presentaba el martes las elecciones como la "primera estación" de un "efecto dominó" que aspira a que se consume en los próximos meses. "Lo que se decida el 21-D marcará en los próximos años de España", había proclamado la primera mañana de campaña. De momento, el primer dato que tenemos de las elecciones extremeñas es la participación: hasta las dos del mediodía, en las primeras cinco horas, han votado el 35,76% de los electores, que son 5,89 puntos menos que en el 2023.

Una de las claves la pueden: la participación cae más en Badajoz, que es el feudo donde históricamente ha sido más fuerte el PSOE. aproximadamente tres puntos de diferencia entre el PSOE y el PP en ambas provincias: a favor de los socialistas en Badajoz y, en cambio, a favor de los populares en Cáceres. Más atrás, en el 2015, el PSOE se impuso por 7,4 puntos en Badajoz, pero el PP fue ligeramente la fuerza más votada en Cáceres Cáceres y la diferencia con el PP ha sido permanentemente más acentuada en Badajoz. Así pues, una primera radiografía de la participación podría indicar que las zonas con mayor arraigo socialista se han movilizado menos.

El candidato del PSOE, Miguel Ángel Gallardo, votando en Villanueva de la Serena.

En las últimas elecciones –el batacazo que sufrieron entonces los socialistas en las autonómicas y en las municipales desembocó en el adelanto electoral de las generales para el 23-J–, PP y PSOE empataron a 28 escaños, pero los socialistas –liderados por Guillermo Fernández Vara, que murió hace dos meses y medio– se impusieron por 7.000 votos. Sin embargo, María Guardiola acabó aliándose con Vox –tras haber asegurado que no permitiría que entraran en el gobierno– para convertirse en la segunda presidenta del PP de la región en 42 años de autonomía.

El PP quiere enviar un "mensaje clarísimo" a Sánchez

El PP es optimista cara a esta cita electoral. En una conversación informal con periodistas, Alberto Núñez Feijóo expresaba el viernes que confía conseguir diez puntos más que el PSOE y que las urnas envíen un "mensaje clarísimo" a Pedro Sánchez. Los populares creen que quien se somete a examen no es sólo Miguel Ángel Gallardo –el candidato del PSOE, que irá a juicio por prevaricación y tráfico de influencias junto al hermano del presidente español por la creación de su puesto de trabajo en la Diputación de Badajoz–, sino también Sánchez. "Es la tierra del PSOE, si le quitas 10 puntos, y tiene una trascendencia importante desde el punto de vista del impacto en Sánchez", reflexionaba el líder del PP.

Y es que Extremadura es un territorio históricamente socialista donde el presidente español se pondrá a prueba tras los escándalos que le han rodeado en los últimos meses: los presuntos casos de corrupción, que han llevado a Santos Cerdán cinco meses en la cárcel de Soto del Real, donde ahora están encerrados José Luis Ábalos y Koldo García desde hace un mes, y las denuncias de acoso contra Paco Salazar y otros dirigentes locales del PSOE. Además, los resultados serán un termómetro para ver hasta qué punto el futuro de Feijóo está ligado a Vox, considerando que es un territorio en el que el partido de Santiago Abascal tiene menos fuerza que en otras comunidades. El líder estatal, de hecho, se volcó en la campaña para intentar captar el voto rural.

Los pronósticos de Génova son que el único partido que bajará será el PSOE, que el PP superará el 40% de los votos y que las derechas llegarán al 53% de los sufragios, algo "inaudito". Creen que Vox se moverá en torno al 12% y que conseguirá entre ocho y nueve escaños. Su objetivo es obtener más votos que toda la izquierda, representada por el PSOE y por Unidas por Extremadura –la coalición de Podemos, Izquierda Unida y Alianza Verde con Irene de Miguel como candidata.

El PP agita las sospechas de pucherazo

Los últimos días de campaña electoral han estado marcados por un robo de 124 votos en una oficina de Correos de Fuente de Cantos, un municipio de 4.500 habitantes de la provincia de Badajoz. Pese a que la Guardia Civil hubiera concluido que era un acto de "delincuencia común", el PP estuvo 48 horas esparciendo sospechas sobre el proceso electoral. Quien fue más contundente fue María Guardiola el jueves tras conocerse la noticia: "Nos están robando la democracia ante nuestros ojos. Alguien quiere que los extremeños no tengamos el derecho a decidir. Nos quieren silenciar y escoger por nosotros", denunció en un vídeo.

La caja fuerte robada se encontró horas después "completamente calcinada", con los votos desperdigados por los alrededores y sin rastro de los 14.000 euros que se llevaron los ladrones. Sin embargo, posteriormente, la candidata del PP insistió en que la democracia "está en peligro" y llegó a decir que "da igual cuáles sean" las conclusiones de la Guardia Civil.

Desde Vox, Santiago Abascal arremetió contra una "mafia corrupta" que consideró que es "capaz de cualquier cosa, incluso de alterar procesos electorales". En cambio, en nombre del gobierno español, el ministro Óscar López reprochó a Guardiola que alimente "teorías de la conspiración ridículas". "Sería ridículo, patético, gravísimo, que el Partido Popular de Feijóo se haya sumado a teorías conspiratorias de la ultraderecha", apostilló el también líder del PSOE de Madrid.

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