El nacionalismo valenciano mantiene la apuesta federal pese a la fuerte división interna

Albalat dels SorellsContinuidad en la hoja de ruta gracias a una victoria por la mínima pero mucha división. Ésta es la situación del nacionalismo valenciano que este fin de semana ha refrendado los liderazgos de Amparo Piquer, en el caso de Més –la principal formación de Compromís–, y Josep Barberà, en el de Esquerra Republicana.

Para Más, la reelección de Piquer, con el 53,06% de las papeletas, supone validar la estrategia de implicarse en la gobernabilidad del Estado pactando con formaciones de la izquierda española como Sumar y poner mayor acento en las políticas sociales que en las identitarias y lingüísticas. Esta hoja de ruta se explica por su objetivo de atraer a votantes de Podemos y de Izquierda Unida, dos formaciones que en las últimas elecciones a las Cortes Valencianas no obtuvieron representación. También proviene de la voluntad de mimetizar Más con Compromís y, así, conseguir un mayor control sobre la coalición. La dirección del partido también está convencida de que la apuesta por las políticas sociales y no por las nacionales es la que ha hecho crecer a Compromís y, por tanto, la que más aceptación tiene. Quien mejor resumió esta estrategia fue el ex diputado en el Congreso y actual portavoz en Les Corts, Joan Baldoví, quien en una entrevista en el ARA afirmó: "El País [Valenciano] que tenemos es lo que es y no lo que algunos tienen en la cabeza".

Este pragmatismo ha desmotivado a muchos militantes de Más que lamentan que se haya abandonado el soberanismo de los primeros años. Es el caso de los 468 afiliados –un 46,94%– que en el congreso de este fin de semana han votado la diputada Mònica Álvaro –23,77%– y el exalcalde de Oliva David González –23,17%–. Ambos son muy críticos con iniciativas como el modelo plurilingüe y el requisito lingüístico aprobados por el anterior gobierno progresista – dos normas ahora derogadas por el PP y Vox–. “Estamos hartos de integrarnos en el último invento de la izquierda española –resumía en el ARA Álvaro hace unas semanas–. Queremos un modelo más soberanista que federalista", insistía González.

Otra de las quejas de la oposición a Piquer son las "carencias en términos de democracia interna". En este ámbito han logrado cambiar el modelo de primarias. Ahora, para participar, será necesaria una antigüedad mínima de un año. Además, las agrupaciones comarcales harán una preselección de los candidatos. Lo que no han podido incorporar en la toma de decisiones es el voto telemático, ni tampoco que los pactos electorales sean votados. por toda la militancia y no sólo por el consejo nacional.

Adiós a la parálisis de ERPV

El resultado de la votación de la otra pata del nacionalismo valenciano, Esquerra Republicana, también ha sido ajustado, pero, finalmente, se ha reelegido a Josep Barberà como presidente de la formación. El político de Benicarló (Baix Maestrat) ha superado por 12 votos (75-67) al exsecretario de organización, Domènec Garcia.

La decisión permite superar la parálisis que había en la formación desde que, en octubre de 2023, Barberàfue relevado del cargo, debido a una denuncia por un delito contra la libertad sexualpor parte de quien era secretaria general de la formación, Maria Pérez Company. A consecuencia de esta acusación y del posterior proceso judicial contra Barberà –iniciado justo después de que la comisión de ética de ERC cerrara la investigación interna, y que todavía está en marcha–, el partido ha estado un año en manos de una comisión gestora y ha suspendido dos congresos. Para Barberà, su victoria significa que "ha prevalecido el trabajo por encima del barro". Con todo, se mostró triste por la división en el partido. "Trabajaré para sumar esfuerzos y para que las personas de la otra candidatura continúen en la organización", ha prometido.