EDITORIAL

Operación Cataluña: impotencia y descaro

El ex líder del PP en Catalunya Alícia Sánchez-Camacho, compareciendo en la comisión de investigación de la operación Catalunya
24/03/2025
2 min
Regala este articulo

La comparecencia de este lunes del ex número dos del PP y ex ministra de Defensa María Dolores de Cospedal y de la expresidenta del PP de Catalunya Alicia Sánchez-Camacho en la comisión de investigación sobre la operación Catalunya deja un regusto de impotencia por la desvergüenza mostrada por las dos políticas populares ante las pruebas que las inscriben. Se puede desconfiar, y mucho, de las motivaciones de José Manuel Villarejo, pero difícilmente puede dudarse de la veracidad de sus grabaciones. Y en ellas quedan en evidencia tanto una como otra.

Poco antes de las comparecencias, los audios destapados por RAC1 mostraban Cospedal y Villarejo hablando de sus maniobras para desgastar determinadas figuras del independentismo y, precisamente, del papel principal que ha jugado en toda la operación Sánchez-Camacho, de la que ya se sabía que también empresarios o personas de la sociedad civil que ella consideraba partidarios de la independencia. Además, está la prueba principal de su implicación en la operación, que es la grabación de la famosa comida en La Camarga, donde habla con la expareja de Jordi Pujol Ferrussola, Victoria Álvarez, con el objetivo de obtener información que pueda perjudicar a la familia del expresidente.

Ante todo este arsenal de indicios, verlas a las dos, y especialmente a Camacho, negando los hechos y presentándose ellas como víctimas, resulta especialmente sublevante. Cabe señalar que la operación Catalunya no sólo interfirió en la política catalana, por ejemplo en las elecciones del 2012, sino que ha afectado gravemente a la vida de personas como la del expresidente del Barça Sandro Rosell, que pasó dos años en prisión preventiva antes de ser absuelto, o la del empresario Carles Sumarroca, que todavía está pendiente de juicio. Esto no ha sido ninguna "ficción", tal y como ha dicho Cospedal.

Ha quedado acreditado que desde el gobierno del PP se destinaron unidades policiales a combatir a adversarios políticos mediante la táctica de difundir información, la gran mayoría de veces falsa, que pudiera comprometerles. Y en el caso de Catalunya de ello no se ha derivado responsabilidad judicial alguna porque ningún juez se ha atrevido hasta ahora a recoger los indicios y armar una causa. Y eso que se ha intentado en numerosas ocasiones. Sin embargo, no debe desistirse de la vía judicial porque quizás algún día se consigue que Cospedal, Camacho, Villarejo, el exministro Jorge Fernández Díaz e incluso el expresidente español Mariano Rajoy tengan que rendir cuentas ante un tribunal.

Oyendo a Alicia Sánchez-Camacho queda claro que todos ellos consideran que la sacrosanta unidad de España bien justifica saltarse todas las leyes y atacar los derechos de personas que consideraron como desafectos. No se ha visto ni una brizna de arrepentimiento, al contrario. Por tanto, queda claro que si se les da la oportunidad, no dudarán en utilizar nuevamente los recursos del Estado para combatir enemigos políticos, al más puro estilo de regímenes autocráticos que todos tenemos presentes.

stats