El Parque Alcosa, el barrio obrero de Alfafar que cierra filas para salir adelante
Los vecinos, acostumbrados al abandono institucional, se autoorganizan para volver a la normalidad después de los aguaceros
ValenciaEn el barrio de Parc Alcosa están acostumbrados a lidiar con el abandono institucional. Tanto es así, que después de una catástrofe como la de la DANA, los vecinos vieron enseguida que la única manera de salir adelante era ayudándose unos a otros, sin confiar en la intervención de la administración. Situado a ocho kilómetros de la ciudad de Valencia, este barrio de Alfafar nació, paradójicamente, en los años 60, después de la riada de 1957 que desbordó la cuenca del río Turia. "La autoorganización y el asociacionismo ha sido un factor base en nuestro barrio desde nuestros comienzos", comenta Toni Valero, portavoz de la Coordinadora de Colectivos del Parque, una entidad que tiene el embrión en el proyecto comunitario Nosotros Mismos , iniciado en los años 70, que ha podido hacer frente a las consecuencias de la DANA, habilitando puntos de entrega de suministros y víveres para los miles de damnificados.
El barrio, separado de Alfafar por la herida de las vías del tren, está conformado por 8.000 habitantes censados y otros 2.000 itinerantes. La mayoría de la población es migrante y un 70% viven por debajo del umbral de la pobreza. "Nuestra vida ha sido muy agitada, y con ello, la complicada relación que tenemos con la administración", explica Valero. Durante los primeros días después del temporal, el barrio quedó aislado, sin accesos a Alfafar, una de las localidades más afectadas. Por eso, la entidad decidió abrir un antiguo supermercado como despensa, desde donde repartir toda la ayuda que estaban recibiendo. "Empezó a venir muchísima gente: voluntarios, asociaciones, colectivos..., de todo", explica el portavoz, que agradece el voluntariado de fuera del barrio, así como a los vecinos de otros municipios que durante cuarenta años han estado en contacto con los Colectivos del Parque: "Gracias a ellos hemos podido dar una respuesta ante la catástrofe".
Historia de la lucha del barrio
"La asociación nos ha permitido estar en contacto con otra gente durante estos años. Esa gente y mucha más: amigos, familiares y gente que ni conocemos es la que nos ha salvado", reconoce Valero. De hecho, este tejido social ha sido capaz de dar una ayuda a los vecinos en función de sus necesidades, gracias al vínculo existente y años de cuidarlo. Las dificultades con las que los residentes han tenido que convivir desde la inauguración del barrio han dado, al mismo tiempo, un sentimiento de resistencia frente a problemáticas como el paro, el destrozo de toda una generación de jóvenes a causa de la heroína en los años 80 .Además, las primeras elecciones municipales de 1979, si bien contribuyeron a la politización de los líderes de los movimientos sociales, también ayudaron a la desmovilización en algunos sectores de la población. Hasta que, a mediados de esa década, nace un grupo de jóvenes con la voluntad de hacer cosas para el barrio y "se va creando un espacio social que va cogiendo estructura jurídica, legalizándose", explica Valero. Así es como se crea Nosotros Mismos, el proyecto social que supondría la semilla de la Coordinadora de Colectivos del Parc.
El momento de la reconstrucción
Actualmente, el barrio vuelve a "estar en una posición en la que puede desaparecer, puede dejar de existir", denuncia Toni Valero, quien señala que la Coordinadora impulsa un plan de reconstrucción para no perder el barrio y transformarlo. El primer paso, dado que todavía impera la emergencia de la DANA, el voluntariado es la pieza clave del proyecto comunitario. "Cuando podamos dar el siguiente paso, haremos una plataforma de pueblos afectados como nosotros", expone Valero. El objetivo de la creación de esta plataforma es mejorar la interlocución del vecindario, partiendo de su base asociativa. "Debemos darnos cuenta de la situación y hacer esta reconstrucción juntos", sostiene. La rehabilitación del barrio empezará desde los cimientos de los edificios hasta el tejido comercial, una tarea que realizarán conjuntamente como barrio para combatir la desaparición.