Demasiada patria para un solo día
El día 2 de octubre, Jaume Bosch me envía un mensaje de voz que me apetece de transcribir íntegramente porque hay que atender el tema importante que presenta. Y también por la forma y el fondo de su explicación, con un toque personal de proximidad:
“Buenos días. Me llamo Jaume Bosch, soy lector de su diario desde que salió. No soy suscriptor porque mis cuñados tienen un estanco al lado de casa y, por tanto, voy a buscar los periódicos cada día desde hace más de medio siglo. Mi llamada es porque ayer encontré muy raro que no hubiera ninguna referencia al 1 de Octubre ni a la editorial ni a la portada, que no hubiera una referencia a un momento de libertad que tuvo nuestro país hace siete años. Me da la impresión de que debería replantear su reflexión sobre este tema, porque si no parece que algo ha cambiado en su casa. Muchas gracias”.
David Miró, subdirector del ARA que tiene a su cargo el área política, responde al lector. “De cara al séptimo aniversario del 1-O preparamos tres piezas distintas con enfoques propios: un reportaje sobre dónde están las urnas del 1-O, una noticia sobre cómo el primer detenido durante el 1-O acababa de ser amnistiado y, finalmente, otra pieza para explicar cómo el mando de la Guardia Civil que "fabricó" la causa del 1-O, Daniel Baena, ha sido promocionado dentro del cuerpo y ahora se le puede ver en muchos actos oficiales. Todo ello ocupaba una doble página del diario el día del cumpleaños. Es cierto que no le dedicamos la editorial ni tampoco pusimos estos temas en portada. En la portada priorizamos el tema de actualidad del momento, que es Oriente Próximo, y en el ámbito político, una investigación interna en la que se denunciaba que el PSC está pagando directamente dos asesores que trabajan en realidad para los comunes, lo que consideramos un escándalo y una práctica irregular. Por lo que respecta a la editorial, consideramos que ahora mismo el debate público gira más bien en torno a otras cuestiones, como la emancipación de los jóvenes, que es el tema que elegimos. En cualquier caso, se pueden encontrar referencias al 1-O en otras editoriales recientes, como los que hemos dedicado a los debates internos dentro de ERC o Junts”.
Efectivamente, el ARA no editorializó ni sacó a portada el séptimo aniversario del Primero de Octubre, pero sí se refirieron los artículos "¿Qué se ha hecho de esas flores?", de Salvador Cardús, y Cielito lindo, de Antoni Bassas, como me traslada la cabeza de las páginas de Opinión, Toni Güell. A añadir a los que refiere el subdirector Miró en la sección de Política: dos de Xavier Tedó y uno firmado conjuntamente por Ot Serra y Cesc Maideu. El lector del ARA ha tenido, pues, mención a la efeméride a partir de opiniones acreditadas y de noticias nuevas.
Noticias, esta es la cuestión: manda la actualidad, cómo se desprende también de la explicación de Miró sobre cómo se deciden los temas editoriales y de portada. El ARA, como los diarios generalistas con voluntad de imparcialidad y de acceder a lectores de amplio espectro ideológico, trata de reflejar la realidad con criterios informativos y, en este sentido, como bien escribía Josep Ramoneda el día 6, "el aniversario del 1 de Octubre ha pasado sin pena ni gloria". Dicho de otro modo: quienes entienden que la fecha es un hecho de trascendencia no hicieron nada de envergadura que la convirtiera en noticia y, por tanto, el diario no podía explicar lo que no sucedió.
El problema de fondo es que quizás hay demasiada patria para celebrarla en un solo día, en nuestro caso, el Onze de Setembre. Otras realidades de soberanismo reivindicativo como Éire, Euskal Herria y Galiza tienen solucionada esta cuestión digamos que de exceso de significado para un único significante, con jornadas de afirmación añadidas al día nacional, que en Irlanda es el St. Patrick's Day; en el País Vasco, el Aberri Eguna, el día de Pascua; y en Galicia el Día da Patria Galega, por Sant Jaume. A estas fiestas institucionales digamos que de paso universal, donde se pueden sentir cómodos autonomistas, federalistas e independentistas, se suman otros de consumo interno independentista y/o de izquierdas. En Irlanda, el Sinn Féin recuerda anualmente el aniversario del Alzamiento de Pascua de 1916. En el País Vasco, el PNV celebra su Alderdi Eguna, el día del partido, y la izquierda aberzale hizo del 27 de septiembre –fecha de los fusilamientos de Txiki y Otaegi, en 1975– el Gudari Eguna, día del soldado, que en 2022 Sortu reconvirtió en el Día del Movimiento de Liberación Nacional. El nacionalismo gallego conmemora el 17 de agosto el Día da Galiza Martir, evocando la ejecución de Alexandre Bóveda por el franquismo, tema que tratamos en esta sección.
La función del periodismo es dar y contar noticias, no crearlas. Hacer noticia permanente del 1 de Octubre es trabajo de los políticos que estimen conveniente darle el realzamiento que le predican, y en la medida en que lo logren, tendrán más eco mediático. Aparte de las razones políticas de los favorables y de los contrarios, de la validez o no validez de la consulta y del mandato o no mandato, el 1 de octubre de 2017 fue una movilización espectacular y pacífica del ejercicio del derecho de autodeterminación , con dolorosas respuestas represivas de cargas policiales y cárcel. Material para ponerla en el calendario anual existe, pero en la política lo que es de la política y en el periodismo lo que es del periodismo. Mientras esto no ocurra, el periodismo militante del periodismo lo incluirá en las noticias de efemérides de los números redondos: en noviembre de 2021 se conmemoró en el Parlament el cincuentenario de la Assemblea de Catalunya y ahora estamos hablando del noventa aniversario del otro octubre soberanista, el de 1934.
Es un hecho, también, que existen modelos periodísticos que muy legítimamente lo ven de otra forma porque son orgánicamente o por afinidad parte de una causa y elementos de cohesión interna y de movilización cuando lo estiman oportuno, y rearman anualmente el Primero de Octubre. La prensa de partido quedó obsoleta hace tiempo, pero la prensa de tendencia le está poniendo al día. De una u otra forma, la interrelación y la interferencia entre política y periodismo son un clásico de las ciencias de la comunicación, y ya se han paseado y se pasearán por esta sección. El querido profesor Héctor Borrat sintetizó magistralmente estas interacciones en su libro El Periódico, actor político (1989), donde diferencia entre los conflictos en los que el diario es actor y otros en los que es narrador y comentarista.
Agradezco pues a Jaume Bosch que nos permita esta nueva aportación a la reflexión que propone, y que lo haga desde la puridad de un lector –no hace falta ser suscriptor para acceder al Defensor del Lector– que lleva cincuenta años comprando los diarios cada día y los lee pues en la corporalidad del papel, que nos conecta a los orígenes de nuestro amado –y solemnemente polémico– oficio.
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