Pau Gasol: análisis de su regreso a las pistas

BarcelonaDos años después de que una lesión apartara a Pau Gasol de las pistas de baloncesto, el de Sant Boi ha cerrado una etapa de infortunio para abrir otra cargada de anhelo. La reanudación de su magnífica carrera deportiva ya es una realidad. El jugador ha empezado a entrar en dinámica competitiva con el Barça con el objetivo de responder bien físicamente de cara a la parte más álgida de la temporada, y con la vista puesta en los Juegos Olímpicos de Tokyo.

Todavía con una mejora física por delante, que tendría que ir llegando con el paso de las semanas, el pívot veterano ha evidenciado que puede aportar en diferentes aspectos del juego al equipo entrenado por Saras Jasikevicius. En su puesta en escena se ha visto las caras con dos grandes equipos de Europa: Bayern Munic y Real Madrid. Esta exigencia competitiva ha dificultado que exhibiera todo su potencial después de tanto de tiempo parado, pero ha dejado entrever cualidades que pueden lucrar al conjunto azulgrana.

Antes que nada, debido a su envergadura (2,26 m), ha hecho jugar a los equipos más lejos de la cesta cuando él estaba en pista, puesto que cuando se sitúa bajo el aro es un gran intimidador. Incluso un jugador de la talla de Walter Tavares, mucho más grande y corpulento que Pau, renunció a jugar una situación de palo bajo contra el catalán para lanzar un tiro de media distancia. Su longitud también tiene que ayudar en la faceta de rebotes, de vital importancia para el Barça. El equipo catalán lidera la Liga Endesa y ocupa la cuarta posición en la Euroliga en este apartado. No es ninguna sorpresa que los azulgranas sean la mejor defensa del continente cuando dejan a los rivales sin segundas opciones de lanzamientos. Entre los dos partidos, el bicampeón de la NBA capturó siete. Bastante bien para el poco tiempo que disputó.

La confianza con el tiro, un deber pendiente

Si hay una característica diferencial entre Pau y el resto de pívots de su tamaño es la capacidad que tiene para convertir lanzamientos, tanto de media distancia como desde el triple. En el partido contra el Bayern Múnich fue una constante amenaza cuando recibía la pelota lejos de la cesta. El equipo sabe que lo tiene que buscar en estas situaciones, pero contra el Real Madrid dudó demasiado. En varias ocasiones rechazó tiros cómodos, con espacio y tiempo para armarlos. Recuperar la confianza en estas situaciones es necesario para poder generar más rotaciones defensivas y crear dudas al adversario en la defensa de bloqueo directo.

Otra calidad del jugador experimentado que puede beneficiar al conjunto de Saras es su capacidad de lectura del juego. El Barça tiene que ser capaz de hacer llegar pelotas al pívot en situaciones de palo alto y palo bajo, para que pueda conectar con los grandes tiradores de los que dispone como Kyle Kuric, Cory Higgins y Àlex Abrines, o para que se alíe con Nikola Mirotic en situaciones de triangulación entre interiores. El equipo ha buscado a Pau Gasol, y lo tiene que seguir haciendo, pero también se tiene que aprovechar su visión de juego.

Por el contrario, no estábamos acostumbrados a un Pau Gasol menos móvil que en años anteriores. Su movilidad marcaba la diferencia y le hacía generar muchas ventajas. También, en situaciones de contacto físico ha salido perdiendo, a pesar de que se lo ha visto con una buena colocación.

Con los cuartos de final de la Euroliga muy cerca, al conjunto azulgrana le quedan ocho jornadas para concluir la fase regular de la Liga Endesa antes de iniciarse el play-off. Esta semana hay doble jornada. Los azulgranas visitan al Gran Canaria el miércoles y reciben al Baxi Manresa el sábado en el derbi catalán. Todavía queda margen para que el jugador y el equipo se adapten y acaben de conectar. Calidad, recursos y carácter hay de sobra. Todo es cuestión de días.