El perro de Joe Biden, la nueva amenaza de la Casa Blanca
Commander, el perro del presidente de Estados Unidos, ha mordido por undécima vez a personal de la Casa Blanca
BarcelonaOnce han sido las oportunidades que se le han dado a Commander. Este lunes el pastor alemán del presidente de Estados Unidos volvió a morder a un agente del Servicio Secreto de la Casa Blanca. Con solo dos años, el joven cánido, llamado Commander, ya ha llenado páginas de periódicos por sucesos similares; concretamente han sido once los mordiscos que ha dado al personal que trabaja para Joe Biden. Si bien en el mes de julio ya se anunció que se estaba planteando llevar al perro a sesiones de entrenamiento para controlar la situación, no se tiene constancia de que Commander haya participado en ninguna.
Existe una tradición no escrita de que los presidentes de Estados Unidos se trasladen a la Casa Blanca en compañía de perros, escogiendo una raza en concreto que marca la presencia y personalidad de cada mandatario. En el caso de Barack Obama fueron dos perros de agua portugueses los que lo acompañaron en los ocho años de mandato, mientras que George W. Bush tuvo dos terriers y un gato. Pero la historia de las mascotas del actual presidente es menos plácida que la de sus predecesores.
Cuando Joe Biden llegó a la presidencia lo hizo acompañado de dos pastores alemanes: Champ, un perro que había acompañado a la pareja toda la vida, y Mayor, otro perro de la misma raza que pretendía hacer compañía al perro veterano en su nueva casa. Pero poco después de instalarse en la casita del perro del jardín de la Casa Blanca, Champ murió. Con la muerte del perro, de 13 años, Mayor se quedó solo e inició el precedente de ataques que más tarde continuaría también el perro que estaba a punto de llegar. El mordisco de Mayor a un miembro de la seguridad del presidente le costó la expulsión de la casa presidencial y tener que ir a Delaware con la familia del presidente durante unos meses.
Con la intención de encontrar una solución al nerviosismo de Mayor, los Biden regalaron al presidente un nuevo pastor alemán, Commander. Pero la llegada del cachorro empeoró las cosas. El pequeño llegó en diciembre del 2021 y con solo tres meses atacó hasta diez veces; en una de ellas, un agente tuvo que ser hospitalizado tras ser mordido en brazos y piernas. Después de que este lunes Commander mordiese por undécima vez a una persona, se lo ha visto como un "peligro considerable" dentro de la Casa Blanca.