Televisión

Polémica en Eurovisión: crecen las críticas por la decisión de mantener a Israel en el festival

La organización del festival sigue manteniendo que es un concurso "apolítico" y que la expulsión no está justificada

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El mensaje de empodamiento de Israel gana Eurovisión

Desde que Israel debutó en Eurovisión en 1973 han sido muchas las veces que voces de todo el mundo han pedido que se impidiera la participación del país en el concurso por el ahogo a Palestina. Este año, en plena guerra de Gaza, las críticas han subido de tono. Pese al malestar internacional, la Unión Europea de Radiodifusión (UER) confirmó a finales de diciembre que Israel estará presente en la edición de este año, que se celebrará en Suecia el 11 de mayo. En un comunicado oficial, la organización remarcó que el festival "sigue siendo un evento apolítico que une audiencias de todo el mundo".

La UER ha decidido no expulsar a Israel, pero no tuvo tantos miramientos cuando Rusia invadió Ucrania. La organización no permitió que el país participara en la edición del 2023 a causa de "la crisis sin precedentes en Ucrania" y argumentó que la inclusión de Rusia podía desacreditar al festival. Cuando se señala la disparidad de criterios respecto al caso ruso y el israelí, la UER asegura que si se suspendió la participación de Rusia fue porque el país violó las obligaciones de los miembros de la organización y los valores de los medios públicos. "La UER es una organización dirigida por los miembros [que son las televisiones públicas]. Los órganos de gobierno de la UER, encabezados por el consejo de administración, representan a los miembros. Estos organismos evaluaron la lista de participantes y decidieron que el emisora pública israelí cumple con todas las normas de la competición", concluyen. Sin embargo, antes de expulsar a Rusia la UER también había defendido el carácter apolítico del festival para intentar no tener que ejecutar la suspensión y enfrentarse así con Putin.

Presión internacional

En las últimas semanas se están multiplicando las acciones para intentar que la UER cambie de parecer y prohíba la participación de Israel. Una de las últimas voces en mostrar su descontento por la decisión de la organización del festival ha sido la cantante La Zarra, representante de Francia en Eurovisión. La quebequesa de origen marroquí ha hecho una publicación en Instagram en la que pide la suspensión de Israel. "Eurovisión es una competición política, y soy consciente de que hay artistas que tienen mucho miedo a expresar su opinión. Pero el público tiene la capacidad de mover montañas, si quiere. La audiencia que yo conocí está llena de amor y de fuerza y por eso me dirijo a vosotros. Expulsemos a Israel de esta competición, al igual que se hizo con Rusia por las atrocidades cometidas", dice.

Aunque no ha pedido directamente su expulsión, el representante del Reino Unido para el festival de este año, el cantante y actor Olly Alexander (It's a sin), ha firmado una carta de protesta contra las acciones de Israel en la que se acusa al país de estar llevando a cabo un genocidio. El posicionamiento político de Alexander ha provocado que varias organizaciones judías del Reino Unido hayan pedido a la BBC que cambie de representante eurovisivo.

La participación de Israel en Eurovisión también ha despertado críticas en Islandia y Finlandia. En ambos países las organizaciones profesionales de músicos han pedido a la organización que reconsidere su decisión. Esta semana 1.400 músicos finlandeses han firmado una petición pidiendo la prohibición de Israel argumentando que el país está cometiendo "crímenes de guerra" en Gaza. En caso de no cambiar de opinión, exigen que Finlandia se retire del concurso.

En cuanto a España, RTVE ha apoyado plenamente la organización del festival asegurando que no se ha encontrado ningún motivo para prescindir de Israel. Este martes, durante la presentación del Benidorm Fest, que sirve para elegir al representante español, RTVE justificó la posición de la UER y descartó que España se retire del concurso en señal de boicot. "Es un festival de música. Aquí no nos metemos, nosotros vamos a participar. En el grupo de referencia se ha debatido esta cuestión y no ha habido ningún país que dijera que no va a participar", dijo Ana María Bordas, jefe de la delegación española de Eurovisión. La delegación española siempre evita dar opiniones políticas y muchas veces no es hasta pasado el festival cuando los representantes pueden expresar su parecer. Uno de los casos más claros es el de Miki Núñez, que representó a España en Eurovisión en el 2019, un año en el que el festival se celebró precisamente en Israel y que estuvo marcado por las peticiones de boicot. A posteriori, el cantante aseguró que de haber podido elegir no habría ido. "Yo quería participar, pero no en ese país", aseguró.

Israel participa en Eurovisión desde 1973, cuando se convirtió en el primer país no europeo en tener presencia en el concurso (la televisión pública israelí forma parte de la UER desde 1957, lo que le permite presentarse al festival). Su debut estuvo marcado por un fuerte dispositivo de seguridad en Luxemburgo, sede eurovisiva de esa edición, porque un año antes había tenido lugar el atentado contra la delegación israelí en los Juegos Olímpicos de Múnich. En los años que Israel lleva participando en Eurovisión ha ganado el festival cuatro veces (la última en 2018 con Netta) y ha conseguido estar en el top 10 veinte veces (en 2023 quedó en tercera posición con Noa Kirel).

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