'Rise of the Rōnin' introduce el Japón más oscuro y la acción más visceral

El pasado mes de marzo, Sony publicó un nuevo juego exclusivo para la PlayStation 5, pero pasó algo desapercibido al compartir fecha de lanzamiento con la princesa Peach y la fantasía medieval de Capcom. Rise of the Rōnin empezó con unas ventas discretas pero ya se ha convertido en el juego que se ha vendido más rápidamente de Koei Tecmo, la empresa madre de Team Ninja. El estudio es conocido por haber creado sagas históricas desde 1995 como Dead or Alive o Ninja Gaiden, pero también más recientemente por otros títulos de rol de acción como las dos entregas de Nioh o Wo Long: Fallen Dynasty. El nuevo videojuego del estudio se nutre de la experiencia obtenida en estos últimos títulos de acción pero deja aparte la fantasía para explicar una de las épocas históricas más oscuras de Japón. El título invita al jugador a zambullirse en la espiral personal de venganza del protagonista pero con un telón de fondo muy interesante, el período conocido como Bakumatsu (1853-1867).

La trama de Rise of the Rōnin se ubica en los últimos años del período Edo y hasta la guerra Boshin, que termina con el shogunato de Tokugawa, en pleno proceso de transición del País del Sol Naciente después de que se abriera al mundo. El juego hace muy buen trabajo al presentar la influencia de la llegada de las fuerzas occidentales a Japón más tradicional: la pérdida de una identidad pura y auténtica, la introducción de nuevas tecnologías y armas, las posibilidades y tentaciones del comercio, y los tretas retorcidas vinculadas a la geopolítica. El usuario vive la narrativa a través de tres capítulos extensos que suceden en distintas regiones de Japón –Yokohama, Edo y Kioto–, en un formato de mundo abierto pero separadas entre sí. Sin embargo, a pesar del énfasis en la historia y en la representación de algunos personajes históricos, la acción y el buen diseño del combate vuelven a ser los protagonistas indiscutibles del nuevo título del estudio.

Acción intensa y visceral

Los jugadores que hayan jugado en alguno de los últimos títulos de Team Ninja sabrán reconocer su combate. Un combate agresivo y preciso que pide reacciones exactas, pero también estrategia, premeditación y ningún frío. El juego tiene una extensa selección de armas que van desde la tradicional catana a cesiones occidentales como la pistola o el fusil, así como estilos de combate variados vinculados a cada tipo de arma. Estos añaden nuevas habilidades y dan mayor profundidad a los enfrentamientos, como por ejemplo al añadir una mecánica tipo piedra-papel-tijera donde ciertas armas o estilos dominan sobre otros y obligan al protagonista a adaptarse. Las habilidades especiales reducen la energía Ki máxima de los enemigos, y una vez la pierden toda, pueden ser ejecutados con brutales desmembramientos que justifican la mayoría de edad necesaria para jugar en el título. El juego no se esconde presentar un combate muy crudo y explícito pero también exuberante que, pese a mostrarse en un contexto histórico, acaba añadiendo algo de mística a la propuesta.

Rise of the Rōnin da varias herramientas al jugador para empoderarle que también huyen un poco del realismo y tantean con la fantasía. El desplazamiento por los escenarios es muy fluido gracias al típico gancho atado a una cuerda, que permite moverse y escalar puntos concretos rápidamente, y en Avicula, unas alas desplegables que permiten sobrevolar el terreno y no morir al saltar desde algún punto elevado. Ambas herramientas son muy útiles, junto a los caballos, para explorar cada rincón de los detallados escenarios que presenta el juego. Los tres mapas, llenos de secretos y coleccionables, tampoco pretenden revolucionar la fórmula más establecida de mundo abierto, pero son realmente un espectáculo visual, en especial para los amantes de la cultura nipona, ya sea por la arquitectura, la vestimenta o los costumbres y tradiciones.

El Japón más tradicional

Un elemento clave de la jugabilidad son los vínculos que pueden establecerse con los territorios según el protagonista los libera de los bandidos o completa misiones, pero sobre todo, los que el jugador establece con los personajes que conoce por el camino. El juego cuenta con muchos diálogos y opciones que pueden ramificar la historia y brindar una experiencia muy diferente según las decisiones del jugador, como por ejemplo posicionarse con el bando que muestra apoyo al shogunato y la influencia occidental, o al que se opone. Aparte, algunas opciones de conversación están limitadas a la forma en que se construye el personaje, con cuatro diferentes árboles de habilidades y beneficios vinculados a un atributo principal: fuerza, destreza, inteligencia y carisma. Establecer nuevos vínculos y cuidar a los existentes a través de misiones y regalos es clave para una progresión fluida en el juego, aparte de que permite profundizar en las historias personales de los personajes implicados.

El título de Team Ninja se estructura principalmente, como ya hemos dicho, en un mundo abierto, pero algunas de las principales misiones que hacen avanzar la trama son misiones lineales cerradas con unos objetivos concretos. Este tipo de misiones se pueden completar con la ayuda de personajes que el jugador ha conocido por el camino o incluso de forma cooperativa con otros jugadores. Pero que el hecho de ser un grupo no dé demasiada confianza, porque estos niveles guardan los retos y enemigos finales más duros, para enfrentarse a los que el jugador deberá conocer bien a su personaje y sus capacidades. El juego ofrece una historia principal de unas 30 horas de duración, pero puede alargarse hasta las 70 para aquellos jugadores que quieran experimentarlo todo. Aparte, una vez completada la campaña, se desbloquean nuevos retos aún más difíciles y habrá que tener la catana bien afilada ya punto para desenvainar. Rise of the Rōnin ya está disponible exclusivamente para PS5 y, si hay dudas, recientemente han añadido una versión demo para probar de primera mano la experiencia y terminar de decidirnos.

¡Ya hemos jugado!

Nos ha gustado...

• El control del combate es muy fino, después de un pequeño período de práctica. El parry, o bloqueo, varía en su implementación más clásica y permite encadenar varios bloqueos para detener las combinaciones de ataques de los enemigos en los que deberemos reaccionar al ritmo de forma precisa.
• El equilibrio de la mezcla de un juego realista y dentro de un contexto histórico –con referencias, fechas, lugares y nombres reales– pero con una capa sutil de fantasía y giros verosímiles que empoderan al jugador y hacen más divertida la experiencia final.

No nos ha gustado...

• El sistema de equipamiento, bajo una aparente complejidad, es muy lineal. La sensación es que se acumulan toneladas de nuevos objetos banales en el inventario, y que su único uso es convertirse en materia prima o, directamente, ser vendidos por unas pocas monedas.
• Algunas ramificaciones o partes de la trama parece que conduzcan de forma forzada a algún desenlace, provocando enfrentamientos con personajes que a priori eran amigos o nos obligan a ayudar alguna facción con la que no habíamos simpatizado demasiado.

Es para ti si...

• Te llama la atención el Japón tradicional y el rol de acción con un combate exigente y sanguinario. Verás muchos templos y castillos preciosos, pero también muchas cabezas rodadas. No es apto para menores y tampoco para personas aprensivas.
• Eres seguidor de Team Ninja y te gustan sus juegos. Si has disfrutado con alguno Nioh o el último Wo Long, El combate te atrapará y por supuesto que el juego te gustará aunque no seas mucho fan de los mundos abiertos.

No es para ti si...

• Te gusta Japón en su versión más contemporánea. Rise of the Rōnin muestra la época donde la catana era la ley absoluta y aún faltaban muchos años para que se inventaran el manga o los videojuegos.
• Buscas una experiencia relajada y que no ofrezca un gran reto. Hay una opción de dificultad baja para gozar de la historia obviando el combate, pero se pierde una parte clave de la experiencia del título.

[Código cedido por Sony y probado en PS5]