Orden de alejamiento: Rubiales no se podrá acercar a menos de 200 metros de Hermoso
La Fiscalía atribuye al expresidente de la Federación Española de Fútbol los delitos de agresión sexual y coacciones
BarcelonaLuis Rubiales no podrá acercarse a menos de 200 metros de Jennifer Hermoso y tampoco se podrá comunicar con él mientras dure la instrucción de la causa abierta por el beso en la boca no consentido. Éstas son las medidas cautelares que le ha impuesto finalmente el juez de la Audiencia Nacional al ya expresidente de la Real Federación Española de Fútbol. Salvo que el magistrado dictamine lo contrario, ambas medidas estarán vigentes mientras el caso se investigue.
El anuncio ha llegado apenas tres horas después de que Rubiales saliera de la Audiencia donde estaba citado a declarar. Un mes después de los hechos y en medio de una gran expectación mediática, con decenas de medios acreditados, Luis Rubiales compareció este viernes como investigado por el beso no consentido en Jennifer Hermoso. El ya expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), que se resistió a la dimisión hasta el pasado domingo, ha declarado después de que el juez admitiera la querella que la Fiscalía presentó contra él.
El ministerio público le atribuye un delito de agresión sexual y otro de coacciones, este segundo por las presiones que la futbolista habría recibido para justificarlo tras la final del Mundial. Rubiales, por el contrario, mantuvo en todo momento que el beso sí fue consentido, y así lo defendió también este viernes ante el juez. A las 12 horas estaba citado frente al juzgado central de instrucción número 1 de Madrid.
Por su parte, la Fiscalía había pedido al juez que investiga el beso no consentido y, también, las coacciones del expresidente de la RFEF a Hermoso, que le impida acercarse a menos de 500 metros de la jugadora ni comunicar con ella por cualquier medio durante la instrucción de la causa. Fuentes fiscales informaron de la petición del ministerio público, que también solicita que Rubiales comparezca cada quince días ante el juez. Esta última medida fue denegada por el juez que lleva la instrucción del caso. El expresidente de la RFEF contestó a las preguntas del juez y de todas las partes y negó los hechos que se le imputan, tanto las coacciones como la falta de consentimiento en el beso, según estas fuentes.
Rubiales ha entrado en la Audiencia Nacional acompañado de la abogada Olga Tubau. Es la letrada que logró -entre otros- la absolución del mayor de los Mossos Josep Lluís Trapero en la causa del 1-O, ha asumido la defensa del expresidente de la Federación Española de Fútbol.
La investigación, que está en manos de la Audiencia Nacional porque los hechos tuvieron lugar en el extranjero, parte de la versión de Hermoso, que en su escrito habla de una "agresión, un acto impulsivo, machista, fuera de lugar y sin ningún tipo de consentimiento", tal y como lo describió en un comunicado poco después de la polémica. Por el momento la jugadora sólo ha declarado ante el ministerio fiscal, pero es esperable que el juez la cite a lo largo de la investigación.
La defensa de Jennifer Hermoso, satisfecha
La abogada catalana Carla Vall, que forma parte de la defensa de Hermoso, ha atendido a los medios tras la instrucción de este viernes. "Estamos muy satisfechos con la declaración de hoy", aseguró Vall a las puertas de la Audiencia Nacional. La letrada dice que, por su parte, seguirán sosteniendo que el beso no fue consentido, "como se ha dicho desde un inicio" y cómo ha podido "observar a todo el mundo" gracias a las imágenes grabadas. Vall no ha querido realizar más valoraciones porque el proceso se encuentra en un momento todavía "muy incipiente".
La teniente fiscal de la Audiencia Nacional Marta Durántez ha basado su querella en tres casos en los que un beso no consentido se ha castigado como un delito. Las tres sentencias, consultadas por el ARA, dan la misma interpretación de los hechos: un beso no es una manera de demostrar "afecto" a una persona si quien lo recibe no lo quiere, y eso no cambia, tenga la forma que tenga ese beso, aunque haya sido "momentáneo" o que ni siquiera se acabe materializando.