Manel Esteller: "El secreto de la vida eterna no es una cascada de agua sino diferentes grifos"

BarcelonaEl médico, investigador y catedrático de genética Manel Esteller (Sant Boi de Llobregat, 1968), junto con Salvador Macip, ha reunido en un libro (El secreto de la vida eterna, Rosa dels Vents) todo lo que saben los especialistas sobre el proceso de envejecimiento y qué se puede hacer para detenerlo, desde las intervenciones que ya se ha demostrado que dan resultados hasta los tratamientos que, en un futuro quizás no tan lejano, podrían hacernos inmortales.

¿Existe un secreto de la vida eterna?

— El título del libro es algo engañoso porque hay más. El secreto de la vida eterna no es una cascada de agua que cae sino diferentes grifos que abres. Hay secretos que suman por tener una vida más prolongada. El libro da pistas sobre cómo vivir más tiempo, pero también con mayor calidad de vida.

¿Ha cambiado mucho la perspectiva de estos temas biológicos?

— Sí, ha cambiado mucho. La esperanza de vida ha aumentado mucho. Vivimos más tiempo y con mejores condiciones. A mí lo que me preocupa es que en los últimos años sean de buena salud. La clave está en que por primera vez sabemos buena parte de los mecanismos biológicos del envejecimiento y eso nos permite pensar estrategias para revertirlos.

¿Qué puede hacer la gente para envejecer mejor?

— Hay factores internos y externos. Algunos son incontrolables. Si tus padres han vivido mucho tiempo, tendrás unas mejores cartas para jugar. Pero después queda lo que hacemos durante la vida y esto tiene que ver con los hábitos. El tabaco, el alcohol o la obesidad acortan la vida, pero existen otras actitudes que nos la alargan, como el ejercicio físico moderado o una alimentación variada y no excesiva. Más allá de todo esto, se abre un futuro nuevo con fármacos para aumentar la esperanza de vida.

¿Cómo va a cambiar esto en los próximos años?

— Actualmente, existen fármacos que nos alargan la vida porque nos controlan determinadas enfermedades. Los fármacos antiobesidad o para controlar el riesgo cardiovascular harán que esta gente viva más tiempo y no mueran de un infarto o una angina de pecho. Pero, además, existen fármacos específicos antienvejecimiento, que todavía no están aprobados. Existe una gran inversión económica e interés farmacéutico. Hay medicamentos que ya pueden utilizarse en perros, que tienen una esperanza de vida muy corta.

¿Es muy diferente cómo envejece a un humano de cómo lo hacen otras especies?

— El tiempo de vida varía mucho en cada ser vivo. Tenemos árboles que tienen miles de años y organismos que viven minutos, pero existen unas propiedades comunes que definen casi todos los envejecimientos y tienen que ver con cómo las células se mantienen jóvenes o reparan su material genético. Hay animales con condiciones externas muy agresivas y han desarrollado un genoma que los protege. Los humanos hemos desarrollado una tecnología que nos permite vivir más de lo que nos toca.

¿Hay muchas falsas promesas sin rigor?

— Como la sociedad ha cambiado tanto, el mundo es muy distinto. La gente desea vivir más tiempo y con mejores condiciones. Por tanto, es un mercado muy seductor para los inversores. Esto comporta que haya muchas falsas promesas. La destrucción calórica o antioxidantes son algunas de las más populares. Tiene que haber un equilibrio. Todo el mundo opina sobre alimentación y algunos consejos son muy peligrosos.

¿Cómo será el futuro?

— La sociedad va a cambiar mucho. Llegará mucha más gente a vivir 90 años. Lograremos controlar algunas enfermedades, pero nuestro cuerpo tiene un límite y para ir más allá deberías tocar los cromosomas con una cirugía genética.

¿Aparecerán nuevas enfermedades?

— Estamos inmersos en un ecosistema planetario que cambia constantemente. Nosotros creemos el centro de todo, pero somos una especie muy joven. Antes, las infecciones mataban a mucha gente joven. Cuando se controlaron, apareció el cáncer. Durante los próximos años veremos cómo crecen las enfermedades que tienen que ver con la demencia, con el cerebro. Éste será el siguiente reto. Pero las bacterias y virus también se van adaptando. La evolución es constante. La covid fue una infección muy contagiosa, pero con una mortalidad leve. ¿Qué pasaría si llega un virus contagioso y grave?

Acaba de ser reconocido por la Universidad de Stanford como uno de los científicos más influyentes del mundo. ¿Qué significa?

— Es un reconocimiento a la formación que se está dando en Cataluña, una distinción que premia la iniciativa de hacer cosas. Ser capaz de llegar desde un pequeño país a una relevancia internacional tiene un gran valor. Son trabajos de grupo, pero me hace muy contento porque pone la ciencia en el mapa. La investigación debe estar en las agendas políticas y económicas.