Ciencia

La 'sopa amarilla' de salmón que comen las doradas

Investigadores del IRTA han realizado el primer trasplante de microbiota entre peces de diferentes especies

Salmón del Atlántico (arriba) y dorada debajo.
Núria Coll
29/04/2024
3 min

En China del siglo IV había una sopa peculiar llamada sopa amarilla que se consumía como tratamiento en casos graves de intoxicación alimenticia y diarreas. Esta sopa la había comenzado a administrar el médico chino Ge Hong e incorporaba heces que ayudaban a los enfermos a restaurar su microbiota intestinal.

Hoy esa sopa amarilla, u otras variantes, como los trasplantes fecales, son una práctica innovadora que está recibiendo una creciente atención en el campo de la medicina clínica. La razón es que las heces son ricas en una gran cantidad de microorganismos y que éstas, como se descubrió a principios del siglo XX, están integradas por toda una serie de bacterias, levaduras o virus, la llamada microbiota, que coexisten en la intestino y en otros órganos. La microbiota intestinal –que desempeña diversas funciones, como la fermentación de los alimentos, la protección contra patógenos, la estimulación de la respuesta inmune o la producción de vitaminas– se adquiere en el nacimiento y evoluciona, según el estilo de vida de la persona, el entorno y la alimentación.

En algunos casos, sin embargo, la microbiota pierde el equilibrio, y los trasplantes fecales permiten recolectar la microbiota intestinal de un individuo sano a través de sus heces y transferirla al colon de otra persona. Esta técnica ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de diversas condiciones de diarreas severas, porque ha ayudado a restaurar ese equilibrio que a menudo se había perdido después de tratamientos con antibióticos o quimioterapia.

Esta manipulación de las poblaciones microbianas intestinales tiene aplicaciones no sólo en los humanos sino también en los animales, y podría tener un gran potencial para mejorar la salud en el sector de la ganadería y la acuicultura, ya que es una estrategia que permite promover el bienestar animal y transformar la producción de forma natural y sostenible.

Oradas con propiedades intestinales de salmones

De hecho, esto es lo que han probado con peces un grupo de investigadores del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) de la Rápita liderados por Karl B. Andree. El experimento, publicado recientemente en la revista Scientific Reports, ha permitido realizar el primer trasplante de microbiota entre dos especies de pescados diferentes: el salmón del Atlántico (Salmo salar) como donante y la dorada (Sparus aurata) como receptor.

En este trabajo, un grupo de doradas fue sometido a un tratamiento con un cóctel de antibióticos para eliminar su microbiota intestinal ya continuación se les hizo un trasplante de la microbiota de los salmones. Además, para evaluar la influencia de la dieta en el mantenimiento y la incorporación de nuevos microorganismos después del trasplante, un grupo de doradas con la microbiota de los salmones fue alimentado con su dieta habitual, mientras que otro grupo recibió la dieta de los salmones.

Se observó que los dorados que continuaron con su dieta habitual, a pesar de recibir la microbiota de los salmones, mantuvieron una riqueza microbiana similar a la de las doradas antes del trasplante. Por el contrario, las doradas alimentadas con la dieta de los salmones presentaron, al final del ensayo, una riqueza microbiana similar a la del salmón, distinta a su condición original. Este estudio pone de manifiesto el impacto de la dieta en el mantenimiento de la microbiota intestinal a largo plazo tras los trasplantes fecales, aspecto relevante a tener en cuenta para la modulación de las poblaciones microbianas intestinales en un futuro. Los componentes de la dieta no sólo proporcionan nutrientes esenciales, sino también sustratos que alimentan a la microbiota intestinal. Estos sustratos se metabolizan en una amplia gama de metabolitos, que a su vez influyen en la estructura, composición y función del intestino.

Los trasplantes fecales del futuro

Este estudio, parte del proyecto ADIPOQUIZ, ha sido financiado por el ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, marcando un avance significativo en la comprensión de la microbiota intestinal de los peces utilizados en acuicultura. Además, tal y como se ha observado aquí y en otras especies de animales o humanos, la relación entre la microbiota intestinal y la dieta es crucial. El entendimiento de esta interacción puede abrir nuevas oportunidades para mejorar la salud gastrointestinal, tanto en el campo de la ganadería y pesca como en la medicina.

El año pasado se dio luz verde a la primera terapia de microbiota fecal oral para prevenir la recurrencia de infecciones causadas por un tipo de bacteria, el Clostridiodos difficile. Esta bacteria causa una de las principales diarreas infecciosas a los pacientes hospitalizados y tratarla con microbiota fecal se hace cada vez más.

En un futuro, estos tratamientos y otros, en combinación con la dieta, podrían tener el potencial de remodelar los ecosistemas intestinales de los animales y modular las comunidades microbianas según nuestras necesidades y voluntad.

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