Tribunales

Tres años y medio de cárcel para los ultras de la plaza Artós: buscaban "enemigos a quien derribar"

El juez tiene en cuenta al agravante de discriminación ideológica

3 min
Los cuatro acusados de apalear a un independentista tras la manifestación ultra de plaza Artós justo antes de empezar el juicio

BarcelonaCondena de prisión por una de las agresiones más violentas durante las manifestaciones posteriores a la sentencia del Procés. El 17 de octubre del 2019 cinco ultras que salían de una concentración antiindependentista en la plaza Artós de Barcelona apalearon a un chico que venía de una movilización contra el veredicto del Tribunal Supremo en los Jardinets de Gràcia. Los extremistas violentos lo apalearon hasta tumbarlo y cuando estaba en el suelo se cebaron con patadas en el cuerpo y en la cabeza, hasta reventarle el tímpano de una oreja. Un juzgado de menores ya condenó a uno de los agresores –que aún no tenía los 18 años– a diez meses de libertad vigilada. Ahora otro juez ha impuesto tres años y medio de cárcel a los otros cuatro atacantes, según una sentencia a la que ha tenido acceso el ARA.

Para el juez no cabe la menor duda de que se trató de una paliza por motivos discriminatorios. Explica que los condenados formaban parte de un grupo de personas que ya se conocían, "porque eran afines" a los mismos grupos ideológicos, y que "se pusieron de acuerdo" para salir de caza tras la manifestación de extrema derecha convocada en plaza Artós. Su objetivo era "buscar a personas independentistas y antifascistas para agredirlas, por lo que iban armados con palos y barras de hierro". Por el camino se encontraron a la víctima, a la que "vincularon con el movimiento independentista y a quien, por tanto, consideraron el enemigo a derribar". Cayeron sobre él como una auténtica "masa", aprovechando que eran más y que iban armados.

Primero lo tumbaron y cuando ya estaba en el suelo le cosieron a golpes y patadas de forma "despiadada". Utilizaron los palos y barras de hierro que llevaban e incluso una piedra que le arrojaron a la boca. Sólo pararon de apalearle cuando vieron que se acercaba gente a ayudar a la víctima. Y entonces huyeron.

Uno de los cuatro acusados admitió durante el juicio que había participado en la agresión y pidió disculpas: "No me siento orgulloso de ello. Los otros tres negaron los hechos y sus abogados cuestionaron la validez de las pruebas que les señalaban. Varios ciudadanos grabaron con el móvil la paliza y a los condenados les interceptaron conversaciones de WhatsApp que demostraban que ya tenían en mente agredir a alguien: "Hasta que no llegue el ejército a Cataluña, debemos defender nosotros las calles", se decían. El juez tiene en cuenta que a través de estas imágenes y mensajes los investigadores identificaron a los condenados como los autores de la agresión "sin lugar a dudas" y que ambas pruebas coinciden también con la declaración de la víctima.

La sentencia tiene en cuenta los agravantes de discriminación ideológica y superioridad numérica de los atacantes, a los que también prohíbe acercarse a la víctima durante cinco años y les obliga a indemnizarle con 10.800 euros por las lesiones que le causaron. La Fiscalía pedía hasta cinco años de cárcel para los atacantes y la acusación popular, que ejercía el Ayuntamiento de Barcelona, hasta siete, porque también responsabilizaba a los ultras de desórdenes públicos, un delito que el juez descarta en la sentencia.

Luchar contra la impunidad

Sin embargo, el abogado Xavier Muñoz Soriano, que ejercía la acusación popular en nombre del Ayuntamiento de Barcelona, subraya que el juez tenga claro que se trató de una agresión por motivos ideológicos y de discriminación. "En nuestro sistema penal y en la sociedad no estamos acostumbrados a que este tipo de crímenes se castiguen de forma proporcionada como ha pasado ahora, porque a menudo se fomenta la impunidad con condenas mínimas o la absolución. En cambio, aquí la pena es proporcionada", ha asegurado al ARA preguntado por la sentencia.

stats