El tuitero más famoso de Alguer que los alguereses dicen que no existe

BarcelonaEnzo Mogliardi puede presumir de ser el segundo habitante de Alger con más seguidores en Twitter. Tiene más de 11.000, entre ellos el expresidente Carles Puigdemont y el exlíder de Òmnium, Jordi Cuixart. Gente de todos los espectros políticos, más allá de periodistas y renombrados escritores de Catalunya. Es un campesino ya mayor que se ha hecho muy popular entre el independentismo porque sueña con una República Catalana que incluya esta ciudad donde todavía se conserva la lengua catalana y que es conocida como la Barceloneta de Cerdeña. Así lo expresa en todos sus mensajes y en las decenas de personas de Catalunya que van a visitarlo. Paradójicamente, justo hace dos años, cuando detuvieron a Puigdemont en el aeropuerto de Alguer, Mogliardi no estaba entre los concentrados que pedían su liberación a las puertas del Tribunal de Apelación de Sassari. Tampoco la ha visto nadie el sábado en la parada del mercado en el que dice que vende sus productos. En Alguer lo tienen claro: se trata de un perfil falso que se hace pasar por alguerés.

No hay falta de indicios. Mogliardi, que solo sigue a 64 personas, nunca cuelga fotografías suyas en las redes. Y la primera imagen que tenía en su perfil de Twitter la cambió cuando algunos usuarios descubrieron que le había cogido de otra persona. Concretamente, de un granjero griego de la costa este del Peloponeso, de nombre Pascale, que se dedica a vender huevos ecológicos. Comparando ambas imágenes, puede verse que Mogliardi sólo introdujo un lazo amarillo por los presos políticos a los tirantes de la foto real del granjero. El descubrimiento se produjo después de que algunos alguereses le echaran en cara que no era de Alguer. "Resistió algunas semanas rebatiéndonos, pero después nos bloqueó y cambió la foto del perfil", revela Marcel Farinelli, historiador alguerés residente en Barcelona, que considera que bajo esta falsa cuenta se esconde una persona de Catalunya que utiliza 'Alguer para intervenir en el debate político. El ARA se ha intentado poner en contacto con el tuitero, pero no ha respondido a los mensajes.

Pero, ¿qué le delata? El primer detalle, la lengua que utiliza: "Escribe demasiado bien el catalán estándar, no sabe utilizar giros, construcciones o verbos propios de la variante algueresa, no utiliza ninguna expresión sarda, que son muy abundantes, y para hacer creer que es de Alguer introduce palabras en italiano, pero sin ningún criterio y con traducciones literales", destaca Farinelli. El escritor Gavino Balata es otro de los alguereses que le ha acusado de ser un impostor: "Escribe en perfecto catalán de Barcelona y aquí no somos más de cien personas con ese nivel entre los 44.000 habitantes de la ciudad, y exagero".

"Un alguerés nunca diría que Alguer es Cataluña"

No sólo la lengua hace concluir a los alguereses que es un perfil falso. Su insistencia en hablar de Alguer como parte de la República Catalana no liga con el ideario de su sociedad civil. "Un alguerés nunca diría que Alguer es Catalunya. La independencia que se defiende es la de Cerdeña y no una anexión de una parte de la isla a una hipotética Catalunya independiente", añade el historiador. Lo corrobora Balata, que se define como uno de los grandes "catalanófilos" de Alguer: "Los alguereses somos sardos y los catalanes sois nuestros hermanos, pero Alguer no es Catalunya, es una ciudad sarda de cultura y lengua catalanas". "Culturalmente somos catalanes y nacionalmente somos sardos", asiente el delegado de la Plataforma por la Lengua en Alguer, Mauro Mulas.

El trabajo de Mogliardi también chirría. "Pocos alguereses hoy se dedican al campo y menos aún tienen ganado, a diferencia de otras partes de Cerdeña donde la ganadería es una actividad importante. Hoy los alguereses, si no han emigrado, trabajan en los servicios o en el turismo", dice Farinelli. Mulas es taxativo: "Conozco a todos los paradistas del mercado y nunca lo he visto". Pero lo que más indigna a los alguereses es la imagen sesgada que da de Alguer con la mafia como principal protagonista. Mogliardi explica que Alguer está bajo el control de un clan familiar, con un capo feroz y sin piedad a quien ha bautizado como Don Lino, que exige un impuesto a los ganaderos y agricultores y que es temido por todos. "Más allá del nombre, que probablemente sea el menos común en Cerdeña, aquí no hay ninguna organización criminal que se parezca a la Mafia siciliana", denuncia Farinelli. "Las historias de asesinatos y vejaciones que cuenta parecen salir de la pluma de Mario Puzo", remata. "Es un catalán que tiene demasiado tiempo libre y que ha leído demasiados libros de Puzo, Camilleri o Sciascia", comparte Balata. Todos lamentan que el mal que causa es muy grande porque ningún medio catalán sigue la actualidad de Alguer y miles de personas se creen las falsedades de este "alguerés virtual".