Unió de Pagesos planta la Lonja de Reus para denunciar su "opacidad" a la hora de fijar precios
El sindicato agrario pide al Govern que medie para resolver el conflicto
ReusEl sindicato Unió de Pagesos ha rechazado participar en las reuniones que tenía previstas con la Lonja de Reus para hablar del precio de la avellana, la almendra y la algarroba. Quiere denunciar así "la opacidad" de esta institución. "Cuando ves que estas reuniones no sirven para nada y que cada vez tienen más soberbia, mejor no ir", ha denunciado Sergi Martínez, responsable del sindicato del sector de la avellana.
Es la primera vez en cinco años, desde que los campesinos están invitados a estas reuniones, que el sindicato agrario deja plantada la Lonja. En la rueda de prensa que ha organizado el sindicato para hacer público su disgusto también estaban los representantes del sector de la almendra y de la algarroba, y todos estaban indignados. No entienden por qué los precios son tan bajos y piden al departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural que haga de mediador en este conflicto, que lleva años arrastrando.
La Lonja de Reus es quien cada año fija los precios de estos productos y los decide haciendo una media de los precios que les pasan los operadores. "Los responsables de todo esto no es tanto la Lonja como los propios operadores", han denunciado los campesinos. "Se supone que el precio debería ir en función de la oferta y la demanda, pero a ellos les da igual si no ha habido cosecha, a los campesinos que les den", ha insistido Martínez, que ha recordado que los precios apenas han variado en los últimos tres años, aunque las cosechas hayan sido muy distintas.
En Catalunya hay 9.000 hectáreas de avellano y, de estas, 6.000 son de regadío, la mitad de las cuales dependen del pantano de Riudecanyes, que está totalmente seco. "Con esta perspectiva, el precio de la Lonja debería subir dado que la cosecha será corta", denuncian los campesinos.
El precio de la algarroba sí ha variado y lo ha hecho para sufrir una caída que "hace peligrar las explotaciones", según ha denunciado Jordi Castellnou. Hace dos años el kilo se pagaba a 2 euros y a principios de este año se situaba en 1,5 euros. Ahora se paga a 0.40 euros.
La almendra también ha sufrido una importante caída: ha pasado de 3,50 euros el kilo el pasado año a 2,60. "El precio que ha fijado la Lonja no es bajo, es ruinoso", ha denunciado Ramon Bonet, portavoz del sindicato del sector de la almendra. "Nunca había visto ese precio", lamentó.
Precios inferiores a otras lonjas
Los campesinos repasaron los precios que fijan otras lonjas, como la de Murcia, la del Ebro o la de Córdoba, y criticaron que quien paga el precio más bajo siempre es el de Reus.
El problema de los precios se suma a lo que ha provocado la sequía, que este año ha matado a muchos árboles frutales. De momento, los campesinos están pagando la falta de agua con una cosecha más pequeña y de menor tamaño, pero cuando llegue la primavera y los árboles tengan que brotar se verá cuántos se han quedado por el camino. "Llegará un punto que no habrá agricultores", ha advertido Martínez.
La Lonja, consultada por este diario, ya prepara un comunicado para responder a los campesinos.