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¿Veremos el fantasma de Diana en la última temporada de 'The Crown'?

La serie de Netflix estrena este jueves su última temporada, rodada parcialmente en Barcelona

Diana y sus hijos en 'The Crown'
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BarcelonaEs uno de los títulos que tendrá un espacio de honor en la historia de Netflix. Después de siete años, The Crown, relato de las seis décadas de reinado de Isabel II, llega a su fin y, como si imitara la vida real, ahora toda la atención está centrada en Lady Di y su fatal destino. Netflix estrena este jueves los primeros cuatro episodios de su última temporada, mientras que los seis capítulos restantes no llegarán hasta el 14 de diciembre. En Reino Unido están esperando la temporada con los cuchillos afilados, especialmente después de que el Daily Mail haya hervido la olla con una supuesta aparición espectral de la princesa de Gales después de su muerte.

Netflix ha especificado que los cuatro primeros episodios que ahora se estrenan mostrarán la persecución mediática a la que estuvo sometida Diana tras el divorcio de Carlos y su muerte en París. De hecho, las escenas del fallecimiento de la princesa tienen especial interés para los espectadores catalanes: la persecución por las calles de la capital francesa en realidad se rodó en Barcelona. Inicialmente, estas escenas debían filmarse en los Jardinets de Gràcia, pero la muerte de la reina Isabel II obligó a aplazar el rodaje en señal de luto. La producción se reanudó un mes después, pero se cambiaron los Jardinets de Gràcia por la plaza Francesc Macià y la avenida Pau Casals.

La defensa de Peter Morgan

A la espera del estreno de los nuevos episodios, la prensa inglesa ya ha burlado del fantasma de Lady Di que teóricamente debe aparecer en varias escenas hablando tanto con su exmarido como con la reina. El historiador y escritor AN Wilson publicó un artículo en Daily Mail en la que calificaba la nueva temporada aún no estrenada de "cruel, ridícula y broma pesada". Por su parte, la columnista del Guardian Marina Hyde también ha hecho cachondeo. Ante las críticas, Peter Morgan, creador de la serie, ya se ha defendido asegurando que la aparición no debe entenderse como un fantasma como tal. "Nunca la imaginé como el fantasma de Diana en el sentido tradicional, sino como una manera de mostrar que sigue viviendo en la mente de aquellos que dejó atrás. Diana era única, y supongo que esto es lo que me inspiró en buscar una manera única de representarla. Se merecía un tratamiento narrativo especial", explica el guionista en una entrevista con Variety. En este sentido, asegura que jamás escribió estas apariciones teniendo un punto de vista sobrenatural.

Por su parte, la actriz australiana Elizabeth Debicki, que interpreta a la princesa, ha defendido el uso del recurso narrativo ideado por Morgan. "Creo que es una manera interesante y bonita de tener una conversación sobre el duelo. Creo que así es como nos lo hemos planteado. La pérdida de alguien es un terreno muy resbaladizo, muy humano y muy difícil de explicar, y creo que la forma en que [Peter Morgan] lo ha imaginado es muy bonita. Para mí tenía sentido", explicó durante la première de la nueva temporada.

Más allá de la muerte de Diana, la serie se aventurará en algunos de los pasajes más recientes de la historia de la familia real inglesa. Los episodios de la segunda parte de la última temporada –son seis– hablan de las consecuencias de la desaparición de Diana para sus hijos, los príncipes Guillermo y Enrique. Con el acercamiento de las celebraciones del Jubileo de Oro, la reina reflexiona sobre el futuro de la monarquía inglesa, que pasa por la aceptación de la boda entre Carlos y Camila y un nuevo supuesto cuento de hadas real con la relación de Guillermo y Kate Middleton. Morgan, en cambio, no mostrará la relación de Enric con Meghan Markle porque asegura que el segundo hijo de Carles y Diana tiene un papel secundario y siempre vinculado a las experiencias de su hermano mayor. El showrunner justifica esta decisión asegurando que siempre ha querido centrarse en aquellos miembros de la familia que son parte de la línea directa de sucesión. Es el mismo argumento por el que tampoco explora las polémicas más recientes del príncipe Andrés por su amistad con el empresario Jeffrey Epstein, condenado por tráfico sexual de menores.

Cuando está a punto de cerrar uno de los proyectos por los que más se le recordará, Peter Morgan admite estar cansado de la serie y, sobre todo, hablar. Asegura que en Reino Unido es imposible tener una conversación reposada sobre The Crown. "En Inglaterra todo el mundo, lo admita o no, tiene ese nivel de sensibilidad y vínculo con esta familia que hace que para un dramaturgo sea un auténtico campo de minas explorarla. Y, aun así, los dramaturgos hemos nacido para escribir sobre reyes y reinas. Es lo que hacemos", remata.

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