Cada casa, un mundo

La vida en el centro de la casa: un atrio en el corazón del hogar le da luz, aire y singularidad

Casa 1736, Barcelona. Harquitectos

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La Casa 1736, en Barcelona.

Los Harquitectos suelen decir que su "obsesión" –con este término lo definían en el ARA– es "la calidad" y, en concreto, "la calidad de la experiencia, que sea máxima". Para realizar la Casa 1736, una obra que el equipo de arquitectos de Sabadell acabó en 2023 en el centro de Barcelona, ​​enseguida entendieron que esta calidad debía conquistarse desde el centro de la vivienda, desde su corazón , y que sería a partir de éste que funcionaría el resto.

Los arquitectos de este estudio, fundado y dirigido por David Lorente, Josep Ricart, Xavier Ros y Roger Tudó, tenían motivos bien fundamentados para hacer que el espacio central fuera el lugar primordial de este hogar destinado a una familia de entre cinco y seis miembros. Por un lado, las casas entre medianeras corren el peligro de ser bastante oscuras y mal ventiladas, al menos en el núcleo central de su interior. Así, no sólo era necesario ganar especialmente en este punto la calidad de vida que dan la luz natural y una buena ventilación, sino que la parcela tiene la anchura y profundidad para poder hacerlo. Por eso, después de derribar la casa existente y conservar la fachada de la calle como bien protegido que es, se optó por construir una casa de planta baja y dos plantas más, como permite la normativa para este sitio, y que éstos tres niveles estén plenamente interconectados por el espacio central, el protagonista de la vida en la casa.

Casa 1736.
Casa 1736.

Por otro lado, el mismo hecho de tener los metros suficientes, permitió llevar adelante la idea de que el espacio central sería un vacío, un gran vacío de tres alturas que asumiría numerosas funciones esenciales para la vivienda y también para sus usuarios. Si muchas casas entre medianeras sitúan la zona de estar junto a la fachada, a menudo de la fachada posterior para aprovechar la luz del patio o jardín si las tienen, los Harquitectos han situado la sala en la planta baja de este gran espacio central . Así, el corazón del hogar será el sitio más colectivo, un lugar que, además, dará singularidad a la casa. Y también le dará una cierta teatralidad, porque los cuatro pilares que lo flanquean y sobre todo la altura del hueco de tres plantas que acaba con una gran claraboya que deja ver los cambios de luz del día, además de los balcones de cada uno de ellos las plantas superiores, confieren a la zona de estar ya toda la vivienda un carácter escenográfico de una grandeza muy particular.

Casa 1736

Este espacio central, además, recupera una tipología tan tradicional como el patio central o el atrio, como espacio descubierto en el núcleo de los edificios ya menudo rodeado de pórticos. De hecho, el caso concreto de la Casa 1736 también recuerda los patios de luz que, además de introducir la luminosidad natural en las estancias interiores, además de facilitar la ventilación cruzada que de otra forma la vivienda no tendría, también realizan una función distribuidora y de definición de la circulación en el hogar. El atrio que han diseñado los Harquitectes en esta casa, al que en el piso más alto se le superpone una especie de claustro, también sirve para que el calor se vaya hacia arriba y, al abrirse la claraboya, salga hacia fuera , además de ser el espacio que organiza la casa.

Casa 1736.
Casa 1736.

Si en la planta baja la sala ocupa el lugar central y se abre hacia la cocina y el comedor, que están más en contacto con el jardín, en las plantas superiores el hueco central con su espacio de balcón es el lugar de encuentro colectiva de las habitaciones que distribuye. Hay, en todo caso, una distribución jerárquica en la Casa 1736: mientras la sala tiene una verticalidad de tres alturas, los espacios también colectivos tienen más altura que los dormitorios, de tamaño más íntimo y que todavía se ven reducidos por los espacios complementarios, como los baños, los armarios y otros que quedan encajados en el espesor más que significativo de los muros.

Casa 1736
Casa 1736

Y es que más allá de la singularidad del espacio, la Casa 1736 es muy especial por la materialidad. Sus muros construidos con hormigón "pobre" hecho en obra, con una mezcla de muy poco cemento y una selección de arenas y gravas, responden a una técnica de compactación similar a la de la tapia y le dan una contundencia, una robustez que, en medio de la ciudad, permite vivir hacia adentro, aislados acústicamente y con muy buena temperatura.

1736 05 Section
Un proyecto que opta al premio FAD de arquitectura

La Casa 1736 que terminó en 2023 en Barcelona el estudio Harquitectes es uno de los proyectos finalistas de los premios FAD de arquitectura e interiorismo, cuyos ganadores se darán a conocer el 11 de junio. Los Harquitectos son habituales entre los seleccionados a llevarse uno de estos galardones, y el año pasado ganaron al FAD de la opinión por unas viviendas sociales en Gavà. No ha sido el único. De hecho, este estudio de arquitectura con sede en Sabadell y fundado en 2000 por David Lorente, Josep Ricart, Xavier Ros y Roger Tudó cuenta ya con una larga nómina de premios tanto a nivel nacional y estatal como internacional. Son también los ganadores del proyecto de ampliación del Macba, que realizarán con los arquitectos suizos Christ & Gantenbein. De la Casa 1736, el jurado de los premios FAD 2024 destaca que, como otros finalistas, marca una línea que recupera la arquitectura vernácula y que da gran importancia a los materiales ya la composición geométrica.

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